La UNAM es sin duda el foro de
reflexión y discusión más importante de nuestra ciudad.
De ahí el compromiso de su museo como espacio vital y activo que
propicie el intercambio de ideas y modos de expresión de los artistas
contemporáneos. Desde su reestructuración a cargo de Sylvia
Pandolfi, y ahora bajo la dirección de Lily Kassner, el muca en
sus dos sedes, CU y colonia Roma se ha convertido en centro neurálgico
de la promoción y difusión de las tendencias emergentes.
Actualmente se presenta una exposición fascinante curada por Edgardo
Ganado Kim: Ubicaciones: arte contemporáneo de México,
conformada por noventa y dos obras de treinta y tres artistas. Esta ecléctica
muestra reúne trabajos realizados a lo largo de la década
de los noventa y hasta fechas recientes: pintura, video, gráfica,
dibujo, arte-objeto, instalación.
Ubicaciones es la segunda parte de una
trilogía concebida por Ganado Kim con miras a establecer puntos
de convergencia en el vasto repertorio del arte contemporáneo mexicano,
a partir de códigos y modelos de interpretación de la realidad
actual. Para ello eligió el tema del cuerpo en la muestra que
antecede a la que aquí nos ocupa (Las transgresiones del cuerpo.
Arte contemporáneo de México, Museo de Arte Carrillo Gil,
1997), en tanto que ahora recurre a la representación de mapas,
esquemas, patrones, maquetas o fórmulas utilizadas como lingua
franca en los léxicos artísticos contemporáneos
en sus más diversas modalidades.
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Germaine Gómez Haro Ubicaciones: arte contemporáneo de México La variedad de propuestas elegidas, aunada a la acuciosa selección de las obras como curador, Ganado Kim ha mostrado una postura crítica y metodológica muy seria, hace de esta exhibición un interesante mosaico que revela líneas de continuidad y puntos de intersección entre los variopintos exponentes. Una constante que se repite en un buen número de obras es la persistencia del discurso personal del artista como parte integral de su trabajo. El ejemplo más llamativo de esta tendencia es Baby shirt de Miguel Ventura, que consiste en una serie de camisetas de bebé impresas, colgadas sobre un muro, en las que leemos mensajes pletóricos de ironía ácida. En un tono mucho más poético, José Miguel González Casanova evoca en La escuela de Atenas conceptos metafísicosla nada, la existencia, la vacuidad, la apariencia... aprehendidos en blocks de cantera tallados y apilados en una estructura circular que invita al espectador a asomarse a su interior para interpretar el mensaje grabado en los tabiques de piedra. Carlos Arias se pregunta y nos pregunta: ¿Dónde empieza un trabajo y dónde termina...? La obra de arte permanece en perpetuo estado de cambio, sin conclusión definitiva, parece sugerir Arias en esta pieza inacabada, en la que sus hilos sin rematar nos convocan a atar por nuestra cuenta los cabos sueltos. |
En los variados trabajos que integran
esta exposición vemos cómo los artistas han trastocado la
función original de los mapas planos arquitectónicos, mapamundis,
cartas
astrales, mapas cartográficos, esquemas como láminas escolares
de anatomía, inventarios y clasificaciones varias que proponen una
resemantización que plantea diferentes niveles de lectura. Así
encontramos representaciones tan diversas como los tatuajes sobre piel
de borrego de Betzabée Romero (Memorias tatuadas), en los
que vemos un plano del Centro Histórico plasmado sobre tres imágenes
diferentes: los senos, el abdomen y las nalgas de un cuerpo femenino. Y
es que algunos artistas se sirven de los mapas y planos para explorar el
cuerpo y la naturaleza humana al trazar una cartografía de sus rincones
recónditos. A manera de mapas topográficos, recorremos en
algunas piezas la forma estética del cuerpo, la perfección
de su estructura, para constatar la maravillosa obra que es el ser humano.
La anatomía es aquí una especie de cartografía del
paisaje interior del hombre. En este tenor están los collages
de Adolfo Patiño, las impresionantes pinturas de Gustavo Monroy,
las fotografías de Adriana Calatayud, y la serie también
fotográfica de Mauricio Alejo, Los sentidos, en la que evoca
el oído, la vista, el tacto, el olfato y el gusto en imágenes
sacudidoras de una impecable factura técnica.
Ubicaciones y desubicaciones... Una exhibición
original, propositiva y divertida cuyo mérito principal probablemente
consista en aproximarnos a la utopía de la obra de arte total en
la que interactúan todas las disciplinas.
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