LUNES Ť 23 Ť ABRIL Ť 2001

Crece la influencia de los Legionarios de Cristo


La educación de las elites

JOSE ANTONIO ROMAN /I

Concebida y planeada como un "ejército" en defensa de la Iglesia católica y del Papa, la congregación de los Legionarios de Cristo tiene clara y perfectamente definida su misión: ganar y formar a las elites del poder político y económico, tarea que ha cumplido con notoria eficacia y que hoy, a 60 años de su fundación, la convierte en la orden religiosa más influyente y poderosa en el México surgido después del pasado 2 de julio, con el triunfo de Vicente Fox, coinciden especialistas en el tema religioso

Catalogada dentro y fuera de la Iglesia como una de las instituciones más "conservadoras y de ultraderecha" del catolicismo, la orden ha optado por cumplir su "misión evangélica" de "formar integralmente" a las elites por medio de un sistema educativo que tiene, en una recia disciplina, el respeto jerárquico y prigione1la imposibilidad de disentir, sus principales características.

Para ello han fundado y "comprado" escuelas, institutos y universidades adonde acuden las clases más ricas. La orden cuenta actualmente con 60 planteles de educación superior y de posgrado en Argentina, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Chile, Venezuela, Francia, España, Italia, Irlanda, Suiza y México, entre otras de las 20 naciones donde tienen presencia.

Además poseen, a nivel internacional, 615 centros donde anualmente se forman miles de laicos, en su afán de desplazar a las órdenes religiosas que históricamente han tenido en el campo educativo su principal carisma, tales como los hermanos lasallistas y maristas y, desde luego, la Compañía de Jesús.

Así, los Legionarios de Cristo se han erigido, sobre todo en los últimos 20 años -en el pontificado de Juan Pablo II-, en una de las instituciones de mayor presencia en el campo educativo, siempre con su marcado sello de exclusividad y haciendo de la "opción preferencial por las elites" su causa principal.

Por ello, a sus planteles se les cataloga abiertamente como "escuelas para ricos", según un documento que en torno a la orden religiosa se elaboró en la Presidencia de la República durante el gobierno de Ernesto Zedillo.

Dicho documento sugiere la conveniencia de que por conducto de la Secretaría de Gobernación se "investigue a los legionarios en sus escuelas, seminarios, universidades, centros de formación, así como en personas afines a la congregación, y que la Secretaría de Educación Pública supervise efectivamente los contenidos de los programas educativos que los desarrollan en sus instituciones".

Aun cuando oficialmente el objetivo de la orden es establecer el "reino de Dios según las enseñanzas de justicia y de la caridad cristiana" entre intelectuales, profesionistas y trabajadores mediante la acción social y la enseñanza, los propios legionarios reconocen que han orientado sus acciones a la formación de las elites, bajo la idea de que enseñando los principios evangélicos a quienes más tarde tendrán el poder de decisión en el mundo de la política y de la economía, será mucho más fácil que los principios y la cultura cristianos permeen en toda la sociedad.

Bernardo Barranco, sociólogo y uno de los principales analistas en temas religiosos, señala que la "pastoral de elite" que han seguido en la formación de las clases más ricas, tiende a colocar cada vez más a los Legionarios de Cristo en las "esferas del poder", en un lugar privilegiado, donde su impacto y penetración crecerán con fuerza en la medida en que avance el actual gobierno.

Señala que la congregación ha venido a llenar un vacío que en su momento fue provocado por la decisión de la Compañía de Jesús de cerrar las puertas de planteles como el Instituto Patria, de donde durante mucho tiempo salieron importantes cuadros de las clases política y empresarial del país, para hacer suya la llamada "opción preferencial de los pobres", defendida por la Iglesia y no siempre puesta en práctica por la jerarquía eclesiástica.

"Esto no es cuestionable a los jesuitas, fue su decisión, pero el caso es que ahí había un hueco que llenar con las elites, y esa tarea la han asumido con creces los Legionarios de Cristo", dijo Barranco.

Ha sido el presidente de la Federación de Escuelas Particulares del DF, José Manuel Velasco Arzac, quien en una entrevista anterior con La Jornada ha definido nítidamente esta realidad. "Los Legionarios de Cristo y el Opus Dei se abocan a educar a los hijos de las elites económicas. Los maristas y lasallistas educan fundamentalmente "en la voluntad" y forman gente recia que se supera. Los franciscanos, en cambio, trabajan con clases pobres y preparan a gente "valiosísima que, sin embargo, no va a llegar a la punta".

"Agresivo crecimiento"

El mismo Velasco Arzac dijo que al abrir nuevos colegios, los legionarios han experimentado un "agresivo crecimiento" en la ciudad. Conforman, dice, una poderosa congregación económica que no participa con el resto de los institutos religiosos. Y añade: las únicas escuelas católicas que crecieron fueron las de los Legionarios. Claro, esto podría deberse al empuje de su juventud. No son lo mismo los escolapios que tienen 400 años de historia o los jesuitas que tienen 500, a una congregación que tiene apenas 50 o 60 años de fundada. El Opus Dei, por su parte, tampoco ha crecido".

Para Rodolfo Casillas, investigador de la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales (Flacso) y ex presidente del Centro de Estudios de las Religiones en México, la tarea de ganar y formar a las elites no es reciente ni lo están haciendo ahora, sino que ha sido su principal carisma desde su fundación. "Se han preparado durante mucho tiempo para estar donde están hoy, con el poder".

Desde su concepción, los legionarios tienen claro que en su proyecto son los líderes sociales, políticos y empresariales los que marcan el derrotero de una sociedad. Casillas señala que por primera vez en su corta historia, la orden, mediante la gente que ha preparado en sus aulas, está ahora en las instancias del poder.

"Este es el primer gran momento en su corta historia", dice el investigador de Flacso, quien, sin embargo, aclara que el solo hecho de que alguien estudie en las instituciones legionarias no implica necesariamente que sea miembro de la organización o comparta sus ideas, planteamientos y doctrina, por lo que es erróneo pensar que un estudiante que ha estado en sus aulas sea miembro del Regnum Christi, "brazo seglar" de los legionarios donde también participan diáconos y sacerdotes.

Entendida su misión dentro de la estructura eclesiástica, los legionarios se han dado a la tarea de adquirir universidades, escuelas e institutos de educación superior. Fundada en 1964, la Universidad Anáhuac es la más representativa y la principal institución de nivel superior que manejan los legionarios. Diecisiete años después de su fundación fue declarada autónoma; actualmente ofrece 20 programas de licenciatura, así como varios posgrados. En 1981 se creó el plantel sur.

En un hecho reciente, la congregación de los legionarios pretendió adquirir el Colegio Merici, institución educativa de gran prestigio y que está ubicada en el kilómetros 14.5 de la carretera a Toluca, pero la abierta y franca oposición de los padres de familia impidió que se concretara la compra venta.

Además, es sabido que los estudiantes de medicina de la Universidad Anáhuac hacen sus internados en hospitales privados, totalmente alejados de la medicina social. Y, por lo que toca a los estudiantes de la carrera de comunicación, poco se les enseña a cuestionar en materia de publicidad, salvo que ésta atente contra la moral católica.

En la misma carrera de comunicación hay autores prohibidos, dos de ellos: Luis Buñuel y Passolini. En los ejercicios de realización documental predominan varios temas: deportes, "gracias" de los animales domésticos y relación con los familiares, pero están ausentes muchos otros, además de que no hay ningún cuestionamiento social o alguna referencia al acercamiento a la miseria.

De acuerdo con datos publicados por el L'Osservatore Romano, periódico oficial del Vaticano, los centros dirigidos por los Legionarios de Cristo y los miembros del Regnum Christi son 145 colegios, 21 institutos superiores y nueve universidades, además de los cientos de centros que tienen las organizaciones sociales que están afiliadas o tienen cercanía con los legionarios y su "brazo seglar".

Junto con los dos campus universitarios de la Anáhuac, los legionarios manejan en México la Universidad del Mayab; la Universidad de Xalapa, cuyo plantel fue inaugurado en junio de 1997, así como cuatro centros de extensión universitaria y posgrado en Cancún, Torreón, Puebla y León; "casualmente" estas últimas tres ciudades contaban ya con instituciones administradas por la Compañía de Jesús.

Entre las escuelas de los legionarios se encuentran el Instituto Cumbres, fundado en la ciudad de México en 1954; el Irlandés (fundado en el DF en 1966, y en 1968 se creó otro en Monterrey); el Oxford, y el Instituto Rosedal Bosques de Cuajimalpa, que atiende exclusivamente a niñas. En 1975 se crearon los colegios femeninos Godwin, en el DF, y Del Bosque, en Monterrey, así como el Centro de Educación y Cultura Ajusco.

Los centros educativos son reconocidos por su eficiencia terminal. Según datos oficiales, de las 17 preparatorias que en México registraron eficiencia terminal de ciento por ciento en 1997, siete están controladas por los legionarios. Entre los maestros de esos colegios figura un selecto grupo de legionarios que ocupa sobre todo los puestos directivos y de orientadores juveniles.

En apoyo a los centros educativos también está la Escuela de la Fe, reconocidapor la Santa Sede y cuya labor esencial es la elaboración y distribución de material catequístico que se usa en todos los planteles para difundir el Evangelio y formar a la educadores. Actualmente tiene 39 sedes en México, Estados Unidos y Latinoamérica, con 270 centros de catequesis. En sus 25 años de vida, más de 18 mil catequistas han pasado por sus aulas y el número de alumnos en formación asciende actualmente a casi 50 mil personas.