Lunes en la Ciencia, 23 de abril del 2001



 

ƑIVA, un obstáculo más para el desarrollo científico y tecnológico?

Investigación y reforma fiscal

Juan Carlos Miranda Arroyo

En estos días en que se estudia la primera reforma fiscal del gobierno foxista, el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ingeniero Jaime Parada Avila, hizo algunas declaraciones que conviene comentar debido a las repercusiones que ello puede tener en el futuro de las políticas científicas nacionales.

politica fiscal Parada Avila sostuvo que el aplicar IVA a libros, colegiaturas y material didáctico no tendría impacto en la investigación científica, ni provocaría fugas de cerebros, pues "ahora hay una enorme cantidad de fuentes y acceso a la información, entre ellas Internet y bibliotecas digitales automatizadas" (nota de Andrea Becerril, La Jornada, 5 de abril 2001). Al respecto cabe aclarar que los libros de consulta especializada aún no pueden encontrarse en formatos electrónicos (a través de Internet), y ello obedece no tanto a limitaciones tecnológicas en sí, sino a que esa conversión acarrearía daños económicos a la industria editorial en todo el mundo, y dejaría desprotegido del derecho de autor tanto a los investigadores como a las instituciones que los respaldan.

Lo que sí se puede consultar actualmente por ese medio electrónico son los índices de revistas, libros y demás publicaciones especializadas en prácticamente todos los campos del conocimiento y también algunos resúmenes de los trabajos más destacados de la literatura científica internacional. A pesar de ello, es inaceptable la aseveración del ingeniero Parada, en el sentido de que aplicar el impuesto al valor agregado a libros y materiales educativos, no tendrá efectos en las actividades científicas nacionales; por el contrario, ello pondrá en riesgo la formación de jóvenes investigadores y desalentará la reproducción de grupos importantes de investigadores, debido a la elevación de los costos por concepto de insumos para el aprendizaje y la enseñanza, hecho que seguramente frenará la preparación de científicos y científicas al ritmo en que se hace hoy en día.

politica fiscal-1 Por otra parte, dice Parada Avila que el gobierno federal ha hecho "una inversión monumental" para "dotar a las universidades y los educandos de modernos sistemas de enseñanza, entre ellos la operación de internet II, que promoverá programas educativos a distancia". Sin embargo, también en esta parte se equivoca el funcionario: los sistemas de educación a distancia aún no están en condiciones de sustituir a los sistemas escolarizados, al menos en lo que se refiere a la formación de jóvenes investigadores. Si bien es cierto que los sistemas automatizados han permitido mejorar la fluidez de las comunicaciones entre investigadores en las distintas áreas de ciencias y tecnologías, hay que reconocer que todavía no han logrado suplir a las estructuras escolares que operan actualmente en la educación superior, ya que éstas han logrado consolidarse luego de un largo proceso de construcción que les ha tomado, al menos, cinco a seis décadas de trabajo colegiado.

También cae en contradicción el ingeniero Parada al expresar que "la captación adicional de recursos que se propone en la reforma fiscal permitiría reorientar el presupuesto para fomentar la educación, el combate a la pobreza y (la investigación en) ciencia y tecnología" y que "al finalizar la actual administración se duplicarán los recursos para el fomento y desarrollo de la estructura científica y tecnológica". Es una contradicción porque en esa lógica el Estado seguirá siendo el promotor financiero hegemónico del desarrollo científico y tecnológico del país; aunque por otro lado se asevere "que (el Conacyt) ha propuesto esquemas más agresivos para la captación de recursos destinados a la investigación, que involucran no sólo al organismo, sino a empresas privadas, gobiernos estatales, municipales y entidades gubernamentales".

Es obvio que si se aumentan los impuestos se continuarán las políticas de subsidios y no se verán pronto mayores inversiones por parte de los empresarios hacia la ciencia y tecnología, así de sencillo.

A ese respecto cabe preguntarse: ƑEn qué medida se prevé aumentar entonces la inversión en C y T por parte de la iniciativa privada? ƑCómo se logrará esa meta si el mismo funcionario reconoce que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público "ha puesto trabas a la propuesta de otorgar incentivos fiscales de 20 por ciento al gasto anual de las empresas (grandes) para investigación y desarrollo, y 35 por ciento en el caso de las pequeñas y medianas, bajo el argumento de que podría causar un desequilibrio en la captación fiscal y un mal uso de los incentivos".

El propio director del Conacyt, además, señala que la reforma fiscal propuesta por el presidente Vicente Fox "plantea la opción de desaparecer un fideicomiso destinado a sufragar los gastos en ciencia y tecnología. Dicho mecanismo permite una importación de insumos libre de aranceles y otorga un crédito fiscal de 20 por ciento sobre los gastos e inversiones realizados en 2001 por encima del promedio de lo erogado durante 1999 y 2000".

Si el actual estado de cosas arroja un panorama negro para la realización de las actividades científicas en el país, la aprobación de la reforma fiscal tal y como la ha presentado el Ejecutivo a los legisladores, traerá fuertes e irreparables "pérdidas" que en nada favorecerán al de por sí deteriorado aparato científico y tecnológico nacional cuya responsabilidad consiste en desarrollar, en condiciones sumamente difíciles, nuevos conocimientos y tecnologías originales en todos y cada una de las áreas del saber.

El autor es profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional (unidad Querétaro) y colaborador del área de Planeación y Evaluación de la Universidad Tecnológica de Querétaro

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