JUEVES Ť 26 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Doce horas de negociaciones y búsqueda de consensos en la casona de Xicoténcatl

La aprobación de la ley indígena, triunfo del EZLN: Sodi

Ť Hasta el final, el PRD trató de que se incluyeran las modificaciones al 115 constitucional

VICTOR BALLINAS Y ANDREA BECERRIL

El Senado aprobó anoche, por unanimidad en lo general y con el voto en contra de los doce senadores del PRD en lo particular, la reforma constitucional en materia indígena, después de casi doce horas de negociaciones y búsqueda de consensos.

Hasta el final, el PRD trató de que se incluyeran todas las modificaciones al artículo 115 y los demás ordenamientos de la iniciativa de la Cocopa, que garantizarían de manera plena a los pueblos indios el disfrute de los derechos llevados ayer a la Carta Magna. Ahora resta saber si las reformas son aprobadas en la Cámara de Diputados

Cerca de las 23 horas, con 109 votos a favor se aprobó en lo general la legislación indígena, entre posturas coincidentes de todas las fuerzas políticas de considerarlo como el primer paso para saldar la deuda ancestral con las etnias y la determinación del PRD de reivindicarlo como un triunfo zapatista.

''Sin duda es un triunfo del EZLN, que puso a nivel nacional la discusión de los derechos y la cultura y la justicia que hay que dar a los pueblos indígenas'', señaló en tribuna el senador perredista Demetrio Sodi de la Tijera. Dejó claro que su fracción votó a favor en lo general '''porque no sería lógico que una reforma que hemos venido impulsando durante los últimos seis años, a la hora que se apruebe, votara en contra de algo que ha asumido como causa de partido''.

El perredista advirtió, sin embargo, que la reforma aprobada ''no resuelve el problema indígena y probablemente no se resuelva el problema de la paz''. Con esa frase resumió la disyuntiva a la que se enfrentó ayer su fracción parlamentaria, presionada por la evidente mayoría del PRI y del PAN, que los obligó a votar a favor en lo general, y en contra en aquellas partes que no retomaron la iniciativa de la Cocopa.

El propio Manuel Bartlett, quien subió a tribuna para fijar la postura del PRI, reconoció lo difícil de la negociación, iniciada antes de las 11 la mañana, cuando las comisiones dictaminadoras de Puntos Constitucionales, Asuntos Indígenas y Estudios Legislativos comenzaron a sesionar, presionados por la advertencia del PRD de que no aprobaría un proyecto que dejara fuera la reforma al 115, por la que se garantiza que los derechos indígenas de autonomía y libre determinación se apliquen en el ámbito municipal.

Después de dos horas de debate y estira y afloja, en los que participaron los coordinadores Diego Fernández de Cevallos y Jesús Ortega, la única concesión que priístas y panistas hicieron fue adicionar dos líneas a ese artículo 115 y así se aprobó el dictamen. Horas después, tras salvar los trámites parlamentarios para discutir ayer mismo el dictamen, lo que implicó realizar una doble sesión, ya en tribuna Bartlett resaltó que ''hubo cambios y modificaciones de todas las partes" y que aunque no quería decir con eso ''que todos estaban absolutamente contentos con cada uno de los artículos, la negociación y la política obligan a ceder y lograr consensos y los logramos".

Insistió: ''Logramos consensar en un proyecto las diferencias que durante cinco años mantuvimos las diferentes fracciones, al grado que tuvimos cuatro diferentes iniciativas". El ex secretario de Gobernación sostuvo también que la legislación indígena ayer aprobada se basa en los acuerdos de San Andrés y que no deja fuera uno solo de los derechos de las etnias.

''Hemos establecido una estructura novedosa que corresponde a la tradición del país. Un solo artículo, para tener todos los derechos de los indígenas mexicanos en el artículo número dos. Y la sola reforma del artículo uno vale la pena por toda la reforma, al prohibir todo tipo de género de discriminación".

El priísta Carlos Rojas, uno de los artífices del proyecto aprobado, defendió también la nueva ley. ''Se corrige la injusticia que segrega y margina a las comunidades y pueblos indígenas. Damos un paso fundamental, pero no arribamos al final del camino, nuestra propuesta es genuinamente federalista, reconoce que muchas de las prácticas de opresión y discriminación indígena tienen su origen en las regiones interculturales y sólo en ellas puede corregirse".

Ya durante la sesión, mientras las fracciones partidistas fijaban sus posturas, los operadores políticos trataban de amarrar los consensos. Fidel Herrera no dejó de estar en contacto permanente con los coordinadores parlamentarios, sobre todo con los perredistas Jesús Ortega Martínez y Demetrio Sodi de la Tijera, para evitar que al final éstos votaran en contra.

En tanto, la fracción del PAN, por conducto primero de César Jáuregui, sentenció que esa ley ''no busca vencedores ni vencidos, sino simplemente mejorar las condiciones de quienes mucho han reclamado un reconocimiento a sus derechos: los pueblos indígenas".

En respuesta a Sodi, dijo que ''nadie puede atribuirse una paternidad ni puede cacarear el esfuerzo, cuando ha sido producto del consenso". Felipe de Jesús Vicencio Alvarez (PAN) resaltó a su vez que ''esta ley representa un significativo avance en la supresión de las diferencias, sin que por ese motivo se lesione ni la unidad nacional, ni el reconocimiento de la igualdad de todos los mexicanos. Es en ese equilibrio en que radica uno de sus más altos valores".

Poco después de las 23 horas el dictamen de la ley indígena se remitió a la Cámara de Diputados, donde se espera sea aprobado también en sus términos, para enviarlo a los 31 congresos locales y concluir así el trámite del constituyente permanente, antes de que sea promulgado por el Ejecutivo.