JUEVES Ť 26 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Preparan el retorno
Rehabilitan civiles las viviendas de Guadalupe Tepeyac
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 25 de abril. Un grupo de 50 zapatistas civiles llegaron a Guadalupe Tepeyac para habilitar las viviendas que 350 indígenas abandonaron en febrero de 1995, como consecuencia de la incursión militar en la zona.
Los miembros de las familias que huyeron a la montaña para formar el poblado Nuevo Guadalupe limpiaron la maleza de las zonas cercanas a la base que el Ejército Mexicano desmanteló y cerró el pasado 20 de abril, en cumplimiento a las condiciones que demanda el Ejército Zapatista de Liberación Nacional para reanudar el diálogo con el gobierno federal.
Desde el pasado martes los 50 indígenas llegaron a Guadalupe Tepeyac, distante 13 kilómetros de La Realidad, sede de la comandancia del EZLN, para preparar la llegada de las 350 familias que la madrugada del 9 de febrero de 1995 huyeron ante la ofensiva militar y que aún viven en las montañas cercanas a la base de la comandancia zapatista, en casas improvisadas y sin servicios.
Portando machetes e instrumentos de labranza, y acompañados por grupos de observadores de derechos humanos y miembros de la sociedad civil, los tojolabales empezaron a limpiar la maleza que cubre lo que antes fueron caminos y veredas que comunicaban las viviendas del centro del poblado. La vegetación y la lluvia hicieron estragos en las casas, en donde sólo encontraron restos de utensilios de cocina, muebles derruidos y papeles carcomidos por la humedad.
En este lugar, en donde vivió el comandante Tacho, los enviados de Nuevo Guadalupe Tepeyac se dedicaron a revisar cada tramo del terreno, especialmente el que ocupó el destacamento militar, que permaneció 5 años en el ejido, con el propósito de "limpiarlo".
Sin querer proporcionar sus nombres, los zapatistas anunciaron que en los próximos días las 350 familias que salieron, y las que se formaron durante estos años, retornarán a sus viviendas.
En la zona que fue sede del primer Aguascalientes, los militares construyeron una cancha de basquetbol, sembraron árboles frutales y construyeron un edificio donde ahora se instalará el llamado centro de desarrollo indígena.