JUEVES Ť 26 Ť ABRIL Ť 2001
Ť El voto de confianza de consejeros, base de su alegato
Sauri Riancho insiste en promover al hidalguense ante el consejo político
ROBERTO GARDUÑO
Aun con la oposición de un grupo de consejeros priístas, el sábado próximo a las 18 horas, Dulce María Sauri Riancho propondrá a Jesús Murillo Karam como secretario general del PRI.
Al celebrarse el Consejo Político Nacional, la presidenta de ese partido dirigirá un mensaje a sus correligionarios en el que explicará que el 18 de febrero pasado, en Ixtapan de la Sal, los consejeros le dieron su voto de confianza para tomar decisiones encaminadas a recomponer el PRI, y la designación de Murillo Karam "obedecerá a esa confianza".
De ser rechazada la propuesta, solicitará a los detractores del ex gobernador de Hidalgo que nombren a otro candidato y en urnas se determine quién deberá ocupar ese puesto. De ser así, el método de selección del nuevo secretario general por vez primera se dirimiría mediante el voto secreto. Ante las impugnaciones contra Murillo Karam, cuyo origen es el madracismo, Dulce María Sauri y el ex gobernador de Hidalgo ofrecieron una conferencia de prensa para rechazar las imputaciones y acusaciones de los priístas que señalan a la actual dirección de colocar al PRI en manos de la corriente labastidista.
La dirigente desmintió que ella, de facto, haya decidido nombrar a Murillo Karam y sólo corresponde al Consejo Político Nacional la atribución única de elegir al secretario general del PRI.
"El Consejo Político Nacional tiene la libertad plena para definir las formas. Entonces estos compañeros, cuando hacen esas expresiones, pues sencillamente están tratando de acotar una facultad del consejo y están tratando de reflejar una descalificación hacia otros grupos".
Murillo Karam intentó permanecer al margen de la rueda de prensa, pero cuando se le preguntó si su probable designación no pondría en tela de duda su calidad moral para dialogar con otros grupos de priístas, reaccionó descalificando en primera instancia lo que había expresado Sauri Riancho:
"No podemos seguir hablando de grupos consolidados en el partido perpetuamente porque estaríamos condenados a que se rigiera en función de las decisiones de esos grupos".
Sabedor de que las criticas sobre su labastidismo lo ponen en jaque, arremetió contra Roberto Madrazo, quien lo descalificó hace días como probable secretario general del PRI.
"Tenemos que enfrentarnos a calumnias y no podemos responder con libertad porque tenemos que conservar la unidad. Otros (Roberto Madrazo) más fácilmente se acomodan desde Miami, hacen telefonazos, hablan con los medios y se dedican a despotricar. Es fácil, tampoco digo que no tengan derecho, lo tienen, pero que es mucho más fácil su papel en esas condiciones".
Negó que su inminente propuesta vaya a ser una imposición y aceptó con creces su cercanía con el derrotado candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa:
"Yo sí fui miembro del grupo que planteó que quería que Francisco Labastida fuera el presidente de la República, porque creo en él y porque era el candidato de mi partido. Y también me sumé a Francisco Labastida porque creo en él, fundamentalmente ante la pequeñez de los que estaban a su alrededor; o sea, era mucho más grande que todos ellos. En consecuencia, pues me sumé con el que yo creo que era el mejor, y sigo creyendo que era el mejor".
Para remarcar su oposición clara a Roberto Madrazo, el hombre al que ya se hace en la secretaría general de ese partido machacó: porque "yo no he luchado por mi partido desde Miami, me he ido a las comunidades, yo me he roto la boca peleando por él en los foros más difíciles, en los electorales".
-ƑLa actitud de sus opositores podrá provocar enfrentamientos?
-Algunos de los impugnadores decían que se debería haber concertado. ƑQué significa? Que debimos habernos metido en las cupulitas y otra vez en los grupitos, en secreto, en un rincón, para que todo saliera terso y suave. šNo! Yo creo que en el Consejo Político debe darse esta lucha.
Dulce María Sauri, agregó, intervino en rechazó al grupismo, que no de los grupos al interior de su partido, "estoy en contra del grupismo porque es el conciliábulo, es la negación misma de la democracia, es la usurpación de las prácticas democráticas por unos cuantos que pretenden tener la verdad".