JUEVES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001

Ť No se acostumbran a la nueva realidad: delegados

Dueños de giros negros aún quieren seducir a funcionarios

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Una de las prácticas más recurrentes de los dueños de giros negros es ofrecer dinero a las autoridades delegacionales para que los dejen trabajar, y siempre les resultó fácil "seducir" a los funcionarios tomando en cuenta los sueldos que tenían; esta situación paulatinamente ha ido cambiando, aunque todavía hay empresarios de ese ramo que no se acostumbran a la nueva realidad.

Así lo denunciaron los jefes delegacionales de Iztapalapa, René Arce; Cuauhtémoc, Dolores Padiera, y de Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, donde se concentra una cantidad importante de establecimientos de alto impacto social.

Entrevistados por separado, los funcionarios indicaron que las ayudas muchas veces se da mediante dinero en efectivo o bien con productos, como ropa e incluso buscan impulsar programas sociales, a sabiendas de las necesidades que existen en muchas colonias proletarias.

Arce Islas expresó que "lo primero que se le ocurre al dueño de un giro de ese tipo es recurrir al viejo procedimiento de decir: 'claro que podemos ponernos de acuerdo', pero todo esto se ha rechazado". Comentó que donaciones como la recibida por el delegado en Miguel Hidalgo, "claro que llegan a crear ciertos compromisos", por lo que se debe tener cuidado.

Padierna Luna añadió: "es conocido que en esta delegación (Cuauhtémoc) había una cuota de 25 mil pesos que aportaba cada antro a los altos mandos, aparte de lo que se daba a las (subdelegaciones) jurídicas, pero con esta administración se determinó eliminar todo lo irregular"; comentó que se tuvo que limpiar el área jurídica para evitar toda situación anómala. Respecto al panista Ruthen Haag, dijo que la Contraloría tiene que investigar.

A su vez, el delegado en Miguel Hidalgo indicó: "es una práctica común, de todos los días. La gente ofrece dinero para hacer las cosas chuecas. Imagínate un funcionario menor si no se andará doblando con un millón de pesos cuando su sueldo es de 5 mil pesos".

Interrogados sobre el mismo tema, los titulares de Alvaro Obregón, Luis Eduardo Zuno, y de Gustavo A. Madero, Joel Ortega, mencionaron que al menos en su administración no se ha presentado esa situación ni han dejado alguna oportunidad de que así ocurra. Dijo que en el caso de Arne aus den Ruthen hubo "un poco de ingenuidad", mientras que el segundo se solidarizó con el panista y calificó la acusación en su contra como un "juego político sucio".

José Espina, de Benito Juárez, comentó que aun cuando no les han ofrecido directamente dinero, sí hay algunos dueños de giros negros que consideran que "no nos desenvolvemos como lo hacían las autoridades anteriores, pero este es un nuevo gobierno y todo se debe llevar con total apego a la normatividad".