VIERNES Ť 27 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Reforma constitucional, limitada y perfectible: CEM

La Iglesia pide "realismo" a zapatistas

JOSE ANTONIO ROMAN

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) valoró como "positiva" la aprobación de la ley de derechos y cultura indígenas que en primera instancia hiciera el Senado de la República, con lo cual se "afianzan" los caminos que se están abriendo para la paz en Chiapas, y llamó a "toda la sociedad" a "aceptar, valorar y respetar" dicha ley.

En un comunicado, la Comisión Episcopal para la Paz y la Reconciliación en Chiapas reconoce, sin embargo, que esta reforma constitucional, como toda ley humana, "es limitada y perfectible" y que, por tanto, no se excluye que se sigan buscando mecanismos para su perfección.

Durante la conferencia de prensa donde se hizo pública la postura episcopal, el obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, señaló que pese a lo avanzado, "la paz no está a la vuelta de la esquina", debido a que están pendientes muchos otros temas de la reforma del Estado y varias mesas más de negociaciones entre el gobierno federal y el EZLN.

Respecto de una posible inconformidad del EZLN por la omisión en algunos planteamientos contenidos en la propuesta presentada por la Cocopa, el obispo de la diócesis chiapaneca dijo que los zapatistas "están en su pleno derecho" de inconformarse, incluso señaló que esto sería saludable para que sus puntos de vista divergentes sean tomados en cuenta por la Cámara de Diputados, instancia donde ahora se discutirá dicha reforma constitucional.

Arizmendi prefirió no especular sobre la aceptación o no de esta ley por parte del EZLN, pero destacó que no siempre resultan las cosas como uno desearía. Por ejemplo, señaló, las reformas constitucionales en materia religiosa no quedaron tal como hubiera querido la jerarquía católica, "pero no podemos negar que se trató de un gran avance en materia de libertad religiosa; de haberlo rechazado, sin duda todavía estaríamos viviendo como hasta antes de 1992 (año en que se dieron las reformas a los artículos 3, 5, 24, 27 y 130 de la Carta Magna)".

Incluso, el presidente de la CEM, Luis Morales Reyes, quien encabezó la conferencia de prensa, pidió al EZLN "realismo", pues "no todo lo que piden (los zapatistas) puede dárseles". Pidió que se valore el esfuerzo hecho por los legisladores, con lo cual se demuestra que la sociedad está avanzando poco a poco.

En sus partes medulares, el documento episcopal de cuartilla y media señala: "valoramos positivamente el hecho de que la iniciativa de reforma constitucional reconozca la dignidad de los mexicanos y, en particular, de los indígenas, reprobando toda discriminación y dando a la mujer el lugar que le corresponde. Con el hecho de colocar esta ley en el artículo segundo, vemos la importancia que se atribuye a los pueblos indígenas, que constituyen el sustrato original de nuestra patria.

"En la reforma al artículo uno hubiéramos deseado encontrar el término reconoce, en vez de otorga, pues la Constitución reconoce derechos y no los otorga. Hay derechos que son connaturales a toda persona y no una concesión del Estado. Pero valoramos particularmente que en el marco constitucional la iniciativa proponga avances positivos en temas como educación, autonomía, desarrollo, disfrute de tierras, bienes naturales y el amplio margen que deja a los estados, municipios, pueblos, comunidades y a la responsabilidad personal.

"Apreciamos el paso que se ha dado, porque afianza los caminos que se están abriendo para la paz en Chiapas. Reiteramos nuestro rechazo al camino de las armas, y apoyamos decididamente las vías políticas que las hagan innecesarias. Esta ley que se abre paso, fruto del esfuerzo de muchos actores, marca senderos de paz.

El documento, elaborado en el marco de la 71 asamblea del Episcopado Mexicano, está suscrito por el presidente de la CEM y de la Comisión Episcopal para la Paz en Chiapas, Luis Morales; los arzobispos de Oaxaca, Héctor González; de Jalapa, Sergio Obeso, y el coadjutor de Acapulco y administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez, Felipe Aguirre Franco, además de los obispos de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, y de Tabasco, Florencio Olvera.