VIERNES Ť 27 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Es un "ultimátum para la guerra", sentencia el perredista Héctor Sánchez
Diputados de PAN, PRI y PVEM aprueban dictamen de minuta sobre la ley indígena
Ť Comisiones unidas lo presentarán hoy al pleno para primera lectura Ť El PRD emitirá un voto particular en contra porque se limita el desarrollo y la autogestión de las etnias
CIRO PEREZ SILVA Y DAVID APONTE
Con el voto a favor de los legisladores de PRI, PAN y PVEM en las comisiones unidas de Asuntos Indígenas y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, quedó aprobado el dictamen de la minuta con proyecto de decreto de la ley de derechos y cultura indígenas, que hoy será presentado al pleno en primera lectura y para su votación este sábado, aunque podrían obviarse todos los trámites y ser votado hoy mismo.
El PRD adelantó que emitirá un voto particular en contra, por considerar que no sólo se limita la posibilidad de desarrollo y autogestión de los pueblos indígenas, sino que el dictamen aprobado en comisiones no contribuye al camino para la paz y el diálogo y deberá interpretarse "como un ultimátum para la guerra", declaró el presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, el perredista Héctor Sánchez López.
Críticas al procedimiento
El priísta Salvador Rocha Díaz, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, presentó en la sesión de comisiones unidas un proyecto de dictamen que, de acuerdo con el pleno de dichas instancias, debió redactar una subcomisión designada para tal efecto, lo que motivó una larga y por momentos tensa discusión respecto del procedimiento.
Los perredistas cuestionaron la "prisa" con que PAN y PRI pretendían aprobar un dictamen "que además de tener vicios de origen, no responde a las demandas de los pueblos indios", en tanto que Sánchez López denunció que a pesar de haber sido designado como integrante de tal subcomisión, nunca fue convocado para el proceso de redacción, mientras que el también perredista Ramón León Morales solicitaba tiempo para analizar y estudiar el texto presentado a efecto de emitir una opinión meditada.
Rocha Díaz aseguró que convocó a todos los integrantes de la subcomisión -lo que le valió el calificativo de "mentiroso" que le gritó en la cara Sánchez López-, pero asumió la autoría del documento. En tanto que a León Morales le respondió que no podía entender que diputados interesados en la problemática indígena pudieran desconocer la iniciativa que aprobó el Senado y que motivó el dictamen de los diputados.
"El PRI, el PAN y el PVEM han hecho manifiesta su decisión de aprobar en sus términos la ley aprobada por los senadores, misma que conocimos, en el peor de los casos, la noche del miércoles. Además los senadores del PAN no le ocultaron a los diputados del PRI lo que hacían, porque, a final de cuentas, son del mismo partido", dijo el priísta.
"Esa confesión", respondieron los del PRD a gritos, "nos lo aclara todo".
Luego de casi cuatro horas, se procedió a votar el dictamen y resultó aprobado por una amplia mayoría priísta, panista y ecologista, con lo que se concluyó un largo día de acuerdos entre estas tres bancadas y un intento de detener el proceso del grupo parlamentario del PRD, que inició muy temprano, con una reunión plenaria de los diputados del PAN y los senadores del mismo partido, en la que se terminó de ajustar la estrategia que habrán de seguir en las próximas horas para aprobar la ley de derechos y cultura indígenas.
En el PAN no hay dudas, asegura Fernández de Cevallos
Pasadas las 13 horas, los senadores panistas Diego Fernández de Cevallos, César Jáuregui y Fauzi Hamdan abandonaron el salón de plenos de San Lázaro donde habían intercambiado puntos de vista con el coordinador de los diputados de su partido, Felipe Calderón Hinojosa, y sus colaboradores más cercanos: Alejandro Zapata Perogordo, César Nava y Armando Salinas Torre.
Habían transcurrido apenas dos horas desde que la Cámara de Diputados recibió formalmente la minuta con proyecto de decreto sobre la ley de derechos y cultura indígenas que la noche previa aprobaron los senadores, y en todas las bancadas, a excepción de la del PRD, se cerraban filas en torno al documento con la premisa de aprobarlo en sus términos y sin mayores trámites.
Desde ese momento, reconocieron los propios legisladores del sol azteca, la disyuntiva para los perredistas era la de rechazar, como grupo parlamentario de minoría, algunos artículos en lo particular, pero aprobar en lo general la nueva ley indígena a pesar del claro desacuerdo con sus senadores, desacuerdo que más de un panista identificó como el "síndrome de Zacatecas".
De salida, en los pasillos de la Cámara de Diputados, Fernández de Cevallos fue interrogado sobre el motivo de su visita.
-ƑVino a dar línea a los diputados de su partido? -se le preguntó.
-Vine a explicar a los diputados el contenido de la ley de derechos y cultura indígenas y a responder algunas dudas -respondió el senador sin detenerse.
-ƑY cuáles fueron las dudas? -se le preguntó nuevamente.
-šNinguna! -respondió con una sonrisa, mientras se dirigía al estacionamiento subterráneo.
Fernández de Cevallos dejó el salón de plenos convertido en escenario de una serie de cabildeos encabezados por el coordinador de los diputados del PRD, Martí Batres Guadarrama, y el diputado perredista Alfredo Hernández Raigosa, además del legislador de Convergencia por la Democracia, José Manuel del Río Virgen, para impulsar un punto de acuerdo que pospusiera la discusión en comisiones de la minuta enviada por los senadores.
Batres Guadarrama explicó al coordinador de los panistas que el texto aprobado en el Senado tiene, al menos, cinco observaciones por parte de los diputados del PRD, y que por esa razón solicitaban un par de días para tratar de negociar con las otras bancadas una nueva redacción sobre aspectos como la redistritación, acceso a medios de comunicación, la ausencia de un mandato para elaborar una ley reglamentaria, el concepto de interés público en lugar de derecho público para los pueblos indígenas, y el uso y disfrute de recursos naturales, a los que se le aplicaron, dijo, "cuatro candados".
Emilio Ulloa, legislador perredista miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), aseguró que para su bancada "no era necesario" que la ley aprobada en el Senado se aprobara también en la Cámara (de Diputados) en el periodo de sesiones que termina el 30 de abril, para abrir un tiempo de negociación a efecto "de tratar de negociar algunos cambios" con el PRI y el PAN.
Pero el cabildeo resultó infructuoso. Ya Fernández de Cevallos había declarado en una improvisada conferencia de prensa que los senadores están "tranquilos", que habían trabajado con seriedad y logrado un "consenso total" que manifestaron los legisladores de todas las bancadas al momento de decidir sobe la iniciativa.
"Se hicieron algunas observaciones sobre dos artículos, pero en última instancia ustedes los comunicadores y la sociedad son quienes deben juzgar el comportamiento de los partidos políticos", agregó.
El coordinador de los panistas en la Cámara de Diputados, Felipe Calderón Hinojosa, fue igualmente claro: "por parte del PAN la iniciativa es de apoyarse, es un esfuerzo muy importante, muy valioso, es una muy buena reforma. Yo invitaría a cualquiera a que antes de descalificarla o criticarla la pondere objetivamente. Indudablemente cambia la situación jurídica de los pueblos indígenas de manera radical y lo hace además, insisto, de una manera que concilia este reconocimiento de los derechos y cultura indígenas con el resto del orden jurídico".
Incluso el senador César Jáuregui se dijo extrañado de que, habiendo sido el PRD "el partido que más impulsó" la iniciativa, "hoy se quiera bajar del tren en la última estación".
Se hacen importantes aportaciones, asegura Salvador Rocha Díaz
También el PRI manifestó su apoyo a la minuta del Senado. Salvador Rocha Díaz, presidente de una de las comisiones que deben dictaminar la minuta del Senado -la de Puntos Constitucionales-, declaró que el texto hace importantes aportaciones para resolver el problema de la discriminación y marginación en cualquiera de sus formas, por lo que "si el PRD no quiere aprobar la misma, es su problema".
Insistió en que no era fácil sacar un consenso en la Cámara de Senadores, y que en todo caso los diputados del PRD podrían únicamente someter al Congreso a una discusión "casi interminable", pero recordó que juntos, PRI y PAN cuentan con 416 diputados, "los perredistas son apenas 50".
Rocha Díaz enfatizó que si Marcos o el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rechazaban lo que se aprobará en el Congreso, "ya no es problema de los legisladores, es problema del gobierno, porque no hay ninguna cláusula que diga que el Congreso debe satisfacer a un grupo específico".
Por la tarde se convocó de urgencia a una reunión de comisiones unidas de Asuntos Indígenas y Puntos Constitucionales, que se instalaron en sesión permanente para revisar la minuta del Senado. Panistas y priístas acordaron que a las 19:30 horas se volverían a reunir con el propósito de aprobar el dictamen correspondiente y ponerlo hoy a consideración del pleno en primera lectura, para votarlo el sábado.
Los perredistas cuestionaron el "nerviosismo" de las bancadas del PAN y del PRI para darle fast track al trabajo legislativo y aprobar un dictamen. Se extrañaron de que siendo mayoría, ambos grupos parlamentarios se negaran a escuchar las razones del PRD para ampliar los tiempos de consulta.
"La iniciativa estuvo en el Senado casi seis años, los actuales senadores la tuvieron seis meses, y a nosotros no nos dejan más que seis horas para hacer consultas y negociar cambios", insistió Batres, pero de nada valieron las demandas.
A las 22:37 horas se terminaron de recoger las firmas de los miembros de las comisiones unidas, dando por aprobado el dictamen que será puesto a consideración del pleno este viernes.