Ť Exige el delegado que la Secretaría de Obras concluya encauzamiento de afluente
En riesgo, 700 familias asentadas en las márgenes de ríos en Cuajimalpa: De Souza
Ť "Criminal", decir que se terminaron trabajos donde en 1999 hubo un desbordamiento
SUSANA GONZALEZ
El delegado en Cuajimalpa, Francisco de Souza Machorro, denunció que el secretario de Obras, César Buenrostro, dio por concluida una obra de encauzamiento del río San Borja cuando falta por lo menos medio kilómetro de construcción, al nivel del pueblo de San Mateo Tlaltenango, donde hace dos años el agua se desbordó e inundó varias viviendas instaladas en el borde.
Explicó
que la obra fue iniciada en octubre de 1999 por orden de Cuauhtémoc
Cárdenas, entonces jefe de Gobierno, y fue continuada bajo la gestión
de Rosario Robles. Sin embargo, en julio del año pasado se anunció
que la obra había sido terminada y así quedó asentado
en un cartel colocado sobre la calle Corregidora, donde los muros de contención
no fueron terminados.
En el lugar sólo hay varillas al lado de una escuela ejidal, cuyas bardas y cimientos han sido afectados por el río, además de que la construcción se interrumpe bajo el pequeño puente que atraviesa el río en esa zona, como pudo constatarse durante un recorrido efectuado ayer por las zonas de alto riesgo en la delegación Cuajimalpa.
De Souza Machorro consideró que el anunciar que se había cumplido con una obra cuando no era así resulta "criminal", por el peligro que implica para la gente que vive cerca de dicho río y sus afluentes, principalmente durante la temporada de lluvias.
No obstante, subrayó que más que acusar a Buenrostro lo prioritario es asegurarse de que la gente no corra riesgos.
"No se trata de ver qué hicieron mal las administraciones pasadas. Lo de atrás quedó en el pasado, pero es un hecho que se está mintiendo a la gente sobre una obra no concluida y eso no se vale". Dijo que se exigirá que se concluyan esas obras.
De Souza Machorro manifestó que son 22 las zonas de alto riesgo detectadas en Cuajimalpa, con asentamientos irregulares localizados principalmente cerca de ríos y donde viven alrededor de 700 familias.
El jefe delegacional precisó que ríos como el San Borja o el Borracho, en sus diferentes afluentes, son monitoreados constantemente, sobre todo cuando llueve, por personal de Protección Civil de la demarcación.
De igual manera, con la población que habita en cauces y barrancas se llevan a cabo tareas preventivas, como la entrega de folletos explicativos sobre la manera de actuar ante lluvias intensas, y se forman brigadas de voluntarios; incluso se pretende llevar a cabo un simulacro de evacuación.
Explicó que cuando se detecta que en la parte más alta del río, en la presa de los Patos, por el Desierto de los Leones, se rebasa cierto nivel, entonces las autoridades ponen en marcha su plan de emergencia. La población es alertada sobre el peligro a través del repicar de campanas de las parroquias, para que se traslade a una lareda con sus documentos oficiales y pertenencias indispensables.
"Cuando se rebasa ese nivel, el que no se quitó en 40 minutos se lo lleva el diablo", sentenció.