DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Quedó en comisión consultiva el consejo de notables que proponía la dirigencia
El PRD, con todo para convertirse en segunda fuerza política nacional este año: Amalia García
Ť Según el nuevo programa, pugnará por un sistema parlamentario, no presidencialista
E. MENDEZ, M. PEREZ, M. CUELLAR Y A. VALADEZ ENVIADOS Y CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac. 28 de abril. Para evitar confrontaciones y profundización de sus heridas, los líderes de las seis corrientes del PRD acordaron -en reuniones privadas que comenzaron la noche del viernes y concluyeron la tarde de hoy- una nueva estructura política. Propusieron a los delegados del congreso sustituir el comité político propuesto por una comisión política consultiva sin facultades ejecutivas, integrada por personalidades, coordinadores parlamentarios y los dirigentes del partido. Los participantes aceptaron por mayoría relativa los ajustes sugeridos, que incluyeron la reducción del número de miembros del Comité Ejecutivo Nacional de 21 a 17.
Luego, en la clausura, casi a las 23 horas, la dirigente nacional, Amalia García Medina, aseguró que después de cinco días de intensos y apretados debates, los militantes del PRD reforzaron su unidad y, con su nuevo programa, estatutos, de-claración de principios y línea política, tienen todo para convertirse en la segunda fuerza política nacional este año. Aseguró que el PRD podrá ganar las elecciones a gobernador en Tabasco y Michoacán.
El PRD, aseguró, "dio una gran lección de civismo y de nueva cultura política, aunque no fue fácil que lo entendieran los observadores nacionales e internacionales. El congreso fue un acto de construcción libertaria y ética; el reto ahora es poner en práctica la nueva estructura democrática y todos los acuerdos logrados en estos días".
Reconoció públicamente los liderazgos de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal Avila, Rosario Robles Berlanga, Martí Batres y Jesús Ortega Martínez -estos últimos coordinadores de la bancada perredista en el Congreso de la Unión-, Pablo Gómez Alvarez y los dirigentes estatales.
Al clausurar formalmente el congreso, Pablo Gómez puntualizó que todos los documentos fueron producto de "una comunidad con muchas ideas y no de una sola persona; la expresión de los documentos más colectivos en nuestra historia. No hay ningún documento de nadie, todo fue producto de un esfuerzo colectivo y eso debe enorgullecernos".
Ultimos acuerdos y desacuerdos
Presionados por el tiempo y con el hastío de cinco días de debate, los cerca de mil delegados aún presentes también acordaron eliminar la fórmula de planillas para la elección del presidente y secretario general de los comités nacional, estatal y municipal, mecanismo que tendrá su primera prueba en marzo de 2002.
Así, la elección de dirigentes y de consejeros será separada; los "méritos y trayectoria política" de los candidatos a presidentes y secretarios generales nacional y estatales pesarán en la contienda que -de acuerdo con la nueva estructura- culminará con el voto directo y secreto de los militantes.
Para evitar situaciones como la de marzo de 1999 -año en que Amalia García y Jesús Ortega disputaron la dirigencia nacional-, que minaron la credibilidad del PRD ante la opinión pública, los perredistas decidieron que el proceso electivo interno del 2002 lo conduzca un órgano no permanente, el cual únicamente se instalará cada tres años.
Carlos Navarrete, vocero del PRD e integrante de la corriente de los chuchos, sostuvo que la comisión política consultiva es "un consejo de notables que se incorporará a la toma de decisiones del CEN. Es preferible una consulta institucional a una bilateral, vamos a institucionalizar la relación del CEN con las figuras políticas del partido".
Dicha comisión determinará, luego de que la reforma sea aprobada por el Instituto Federal Electoral y publicada en el Diario Oficial de la Federación, las secretarías del CEN que serán eliminadas.
En cambio, al defender ante los delegados del sexto congreso la propuesta consensuada entre las corrientes, el dirigente del PRD capitalino, Carlos Imaz Gispert, dijo que a dicha comisión política se le quitaron las facultades que la convertían prácticamente en un "consejo de notables" para evitar que tenga un rango de autoridad; ahora funcionará como espacio de reflexión y análisis que coadyuve en las decisiones del partido.
Sin embargo, la consejera Mónica Soto cuestionó que esa instancia concentre el poder político del partido. "Una vez más no se consulta a los militantes y se nos viene a presentar una propuesta matizada en la que no se van a dar los debates de fondo que oficializan la reducción a la mitad de las facultades del CEN."
Por la mañana, en medio de los reclamos de algunos delegados de que el PRD debe abrirse realmente a todos los sectores sociales y dejar de consumirse "con su canibalismo interno", la mayoría de los participantes aprobó en lo general y en lo particular el programa del partido, cuyo objetivo es "construir un Estado democrático, una sociedad más justa y una economía en desarrollo permanente".
Los delegados aceptaron la propuesta de Raymundo Cárdenas -del comité organizador del congreso- de posponer la discusión del proyecto de estatutos y abordar la del programa; el argumento fue que no había llegado el suficiente número de representantes estatales para empezar el debate referente a la constitución de un comité político, suspendido la noche del viernes.
El programa
Con cuatro modificaciones, los delegados aceptaron el nuevo programa, que a decir de Jesús Ortega Martínez -líder de la corriente Nueva Izquierda- no tiene cambios profundos en comparación con el anterior. Sin embargo, Pablo Gómez aseguró que el nuevo documento "supera al que ya tenemos, sintetiza nuestra práctica política, experiencia y expresión de acontecimientos de lucha". Pugnará por un gobierno parlamentario en lugar de un sistema presidencialista.
Jorge Calderón y Gerardo Unzueta consideraron que el programa propuesto es limitado, suprime los métodos de lucha, anula a la sociedad y la sujeta al Estado. "No cumple con las condiciones expresadas por los perredistas; por ello tiene que ser sometido a consideración durante los próximos meses y al final del año elaborar un programa más equilibrado." Ifigenia Martínez también pidió que la propuesta fuera "aprobada condicionadamente".
En la defensa -en lo general- del documento, Pablo Gómez negó que se elevara al Estado "a una idolatría; por el contrario, lo convertimos en un instrumento. Lo que planteamos hoy es nuevo, nunca habíamos expresado con esta claridad y sencillez que este partido tiene como objetivo fundamental la democracia e igualdad social".
Al Estado democrático -aclaró a los delegados- hay que construirlo; ahora hay una alternancia en el poder pero sin cambios, no hay un nuevo sistema de partidos ni de nación, no hay nuevas instituciones. "Eso de no tener programa permite que los militantes del partido digan hoy, hoy. ƑCuál es la propuesta programática?"
Regaño por cuestiones de género
En su calidad de invitado del Sindicato Mexicano de Electricistas, Francisco Carrillo, lamentó que no se hubiera dado un lugar privilegiado en la agenda a la cuestión del programa y aprovechó para lamentar "el atraso ideológico" de los delegados que votaron en contra de la equidad de género en la participación política interna y en las candidaturas del partido. "Ojalá hubiéramos puesto la discusión del tema de las mujeres como una prioridad, y no limitarnos a establecer las diferencias en términos de redacción de los y las. Se olvida que si la mujer no logra el desarrollo, la sociedad queda en el atraso; los perredistas evidenciaron que no tienen una visión de sociedad ni de familia, no tomaron en cuenta que 40 por ciento de las familias mexicanas son encabezadas por las mujeres."
Carrillo exigió mayor apertura y acercamiento del PRD a la sociedad para elaborar un programa "verdaderamente participativo" y que no sea producto únicamente de una comisión. "Será en la búsqueda de esa participación social, en la lucha al lado de los ciudadanos como se depurará el partido, no en el canibalismo interno", acotó.
Entre las enmiendas aprobadas están: "el compromiso del PRD de luchar por un nuevo pacto social, económico y político; por una nueva constitucionalidad en la que se establezca un Estado federal representativo, participativo, pluriétnico, multilingüe y pluricultural". También impulsar la modernización de la estructura orgánica y legislativa de las fuerzas armadas, e insistir en que los integrantes de éstas no se involucren en la lucha contra el narcotráfico y en la seguridad pública, por ejemplo.
Otra propuesta integrada al estatuto es crear un órgano de fiscalización nacional -cuyo titular será designado en el próximo congreso-, que revisará sistemáticamente los ingresos y gastos del partido en los ámbitos nacional, estatal y municipal; realizará las auditorías que considere necesarias y las que sean solicitadas formalmente por los consejeros estatales y municipales.
También se aprobó la constitución del Servicio Electoral del partido, que sustituye a la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia, la cual se encargaba de dirimir las controversias relativas a las elecciones internas; en cada estado había un organismo similar.