DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Jenaro Villamil Rodríguez

Tv Azteca, ética y comercialización

En el marco de la reestructuración que los dos principales consorcios televisivos privados del país realizan para fortalecer sus estrategias comerciales, el presidente de Tv Azteca, Ricardo Salinas Pliego, confirmó esta semana que a partir de mayo se integrará al Consejo de Administración de esta empresa el ex presidente de CBS Broadcasting Group, Gene Jankosky, con el objetivo de fortalecer las iniciativas de mejores prácticas corporativas y explotar otros nichos del mercado televisivo.

La incorporación de este personaje vendrá a reforzar la estrategia financiera y comercial de la televisora, a cargo del jefe de finanzas Luis Echarte. En la revista Expansión, un amplio reportaje sobre Tv Azteca y el "polémico estilo de hacer negocios" de Ricardo Salinas Pliego, confirma que la prioridad en el área televisiva es aumentar los ingresos por la vía publicitaria y diversificar sus inversiones en las áreas de telefonía, rescatando lo que quede de Unefón, que está en busca de 200 millones de dólares de financiamiento, según The Wall Street Journal. Para este año, tanto Tv Azteca como Televisa incrementaron los precios de su publicidad de 40 por ciento a 65 por ciento. La empresa del Ajusco pretende por lo menos igualar sus ventas netas del año pasado que ascendieron a 5,425 millones de pesos y que representaron un crecimiento del 21 por ciento.

En todos los esquemas de modernización que se anuncian para Tv Azteca, la prioridad es financiera y comercial. No se ha planteado la revisión a fondo de los contenidos y el mejoramiento de la oferta televisiva con productos dignos -aun cuando José Ramón Fernández ha anunciado que se le restará espacio a los programas de corte "amarillista" o sensacionalista-. En el tintero de la modernización quedan ciertos programas que le han generado más de un problema a Tv Azteca por su baja calidad, su absoluta falta de ética, aunque representen millones de pesos en publicidad y un elevado rating.

Y esta semana se dio un ejemplo más del conflicto entre el derecho a la libertad de expresión, en el cual se escudan programas como Ventaneando para hacer y deshacer a cuanto personaje de la farándula se le ponga enfrente, y el derecho al honor, entendido como un derecho fundamental que tiene por objeto proteger la dignidad de la persona reflejada en la imagen que se proyecta a los demás y en la consideración que sobre sí mismo tiene la propia persona.

Tal parece que para Tv Azteca su ética comercial no pasa por el reconocimiento al derecho al honor de otras personas ni por el genuino ejercicio del derecho a la información. La madre de la cantante Lucerito, Lucero María León Sauvinet, demandó por esta razón al conductor del programa Ventaneando, Daniel Bisogno, quien en la emisión del lunes 29 de enero la amenazó con "mandar a unos seis, siete porros que le pongan un arrimón" (a la mamá de la cantante). La respuesta de la productora y principal comentarista de este programa, Pati Chapoy, no pudo ser más digna: para ella, la denunciante "hace todo este relajo para estar vigente. Es pura publicidad". Y con ello, trató de atajar cualquier crítica, cualquier posibilidad de pedir disculpas públicas en su programa, escudándose ella y Bisogno en el hecho de que Ventaneando es "pura broma" y trata de rescatar lo que sucede en el mundo de los espectáculos.

Argumentos similares se han utilizado para desacreditar las críticas a los talks shows y a otros programas y enfoques informativos que se solazan en presentar la indignidad de los participantes, que se exceden en los juicios y "chistes" contra quienes no son del agrado de Tv Azteca sin asumir ni una sola responsabilidad ética.

Desgraciadamente, en la legislación mexicana el derecho al honor de las personas públicas o de quienes tienen un papel social relevante (como los actores, los comentaristas, los cantantes etc.) está reducido a su mínima expresión. Este derecho está tutelado en el Código Penal en lo relativo a los delitos de difamación y calumnia, pero no constituye un límite expreso a las libertades de expresión e información protegidas por los artículo 6Ɔ y 7Ɔ constitucionales.

El problema es cuando estas garantías constitucionales sirven de escudo para eludir cualquier responsabilidad ética en el contenido de los programas de televisión

En México aún no llegamos a los excesos de las estaciones y los noticieros de EU, recientemente documentadas en la película Quince Minutos, que acaba de ser estrenada en la cartelera mexicana, pero no estamos muy lejos de caer en los peores vicios expresados en la cinta.

De acuerdo con el argumento de la película, no importa que dos migrantes hayan asesinado y cometido delitos contra otros ciudadanos, lo importante es que sus fechorías fueron grabadas y tienen como "personaje-víctima" principal a una estrella de los noticieros sensacionalistas: Robert De Niro en el papel de un detective tele-carismático asesinado por un delincuente de origen checo. Peor aún: el propio sistema judicial norteamericano los protege si aluden estar locos. En el fondo, está un jugoso negocio por la venta de estas imágenes valuadas en 1 millón de dólares.

Es decir, lo importante es vender las imágenes y ganar rating. En el caso de Tv Azteca, Ƒtambién esas serán las prioridades únicamente?