DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Propone crear cooperativas para la comercialización

Política agraria, obstáculo para el desarrollo, dice el Imeder

Ť Se ha convertido al campo en ancla para el bienestar: Urbina

Ť Debe educarse a los labriegos para arraigarlos a la tierra

CAROLINA GOMEZ MENA

Debido a que durante décadas se han aplicado políticas agropecuarias inadecuadas, que en lugar de propiciar la inversión en desarrollo repartieron "caridad", a través de apoyos para comercialización y adquisición de insumos, lo que impidió al campesino desarrollarse como productor integral, hoy el agro es una de las principales "anclas" que impiden a México avanzar hacia el bienestar económico, señaló Alfonso Urbina Jiménez, directivo del Instituto Mexicano de Educación para el Desarrollo Rural (Imeder).

Manifestó que una de las estrategias más acertadas para generar desarrollo en el agro es, en primera instancia, educar a la población campesina mediante esquemas que la arraiguen a la tierra y la conviertan en un productor integral.

Por lo tanto, el Imeder propone que en México se instaure el modelo de cooperativas, pero no como las concebidas antaño, que fracasaron porque se establecían desde la etapa de producción. Agregó que la evidencia empírica mundial muestra que su uso en la comercialización da estabilidad y prosperidad al sector agropecuario, y por esta razón, en naciones europeas como Dinamarca, Alemania y Suecia están integrados a esta estrategia más de 70 por ciento de los campesinos.

Explicó que algunos beneficios que traería al campo nacional este modelo son permitir a las familias rurales acceder con mayor facilidad a la adquisición de créditos bancarios, a la compra de insumos y de tecnología. Consideró que la precariedad económica de los núcleos campesinos impide a la familia prosperar de manera individual, y que la unión de varios de éstos les permitiría producir más y con mejor calidad, y dar valor agregado a sus mercancías, al transformarlas en productos intermedios, por ejemplo, la leche convertida en queso.

Indicó que para masificar este esquema se requiere adecuar la legislación para que las reglas de operación queden claras y se impidan abusos entre los cooperativistas o los administradores que eventualmente contratarían los campesinos para dirigir su microempresa. Agregó que un aspecto primordial para evitar rupturas o rencillas es distribuir proporcionalmente las ganancias, según los aportes en producto y económicos que haya hecho cada agricultor.

Para lograr lo descrito se requiere también educar, pero según Urbina ello no se lograría con la impartición de modelos educativos tradicionales, sino adaptados a la realidad y necesidades del campo.

La propuesta del Imeder, aunque no es totalmente idéntica a la del gobierno, tiene fines similares a la de la Secretaría de Agricultura, es decir, hacer de cada campesino un empresario competente y eficiente.

Respecto a la entrega de apoyos, Urbina Jiménez recalcó que no deben suspenderse, esto pese a que han sido el principal factor que ha impedido al campesino ser productor y comercializador eficiente.