DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001

Carlos Bonfil

Raymond Depardon

La presencia en México del fotógrafo francés y realizador de cine Raymond Depardon será ocasión a partir de mañana de tres estupendas actividades culturales organizadas por la embajada de Francia, Cineteca Nacional y Canal 22. Primeramente, una programación especial de este canal dedicará diariamente su tema semanal a la trayectoria del cineasta con la exhibición de seis largometrajes, un medio, y cuatro cortos, material casi todo inédito en nuestro país. La Cineteca, por su parte, presentará a partir del próximo jueves una selección de dicho material. Por último, la Casa de Francia albergará durante todo mayo la exposición de fotos Travesías, memoria visual de los múltiples recorridos que Depardon, fundador de la agencia Gamma, ha realizado por África, Medio Oriente, Asia y América Latina. Su trayectoria de fotógrafo nómada, atento al registro puntual de acontecimientos políticos, desde el golpe militar en Chile hasta la situación en Chad, donde es encarcelado en 1971, le ha valido la medalla Robert Capa y en 1977 el premio Pulitzer.

Precisamente ese mismo año Depardon realiza su primer documental con distribución comercial, Numéro zéro, desafortunadamente ausente en esta programación, sobre el nacimiento de un diario parisino, Le Matin, con tomas de la actividad nocturna en las máquinas de imprenta, la faena de los obreros y los preparativos para la edición matutina. Un trabajo sencillo, impecable, que revitalizaba la tradición del documental francés con su novedosa radiografía de la realidad urbana. Eso era sólo el inicio. Lo que siguió, y que sí destaca en la selección, fue un documental a colores y en 16 mm, Reporteros (1980-81), en el que se describen treinta días en la agencia Gamma, el trabajo cotidiano del reportero gráfico, las tensiones y rivalidades en el oficio, las asperezas en el trato con estrellas y hombres políticos, y de modo particular, el papel de los medios en la sociedad. La cinta obtuvo el César francés al mejor documental y una nominación al Oscar.

En Los años clic (1984) Depardon adopta un tono mucho más personal y registra 20 años de su propia carrera. Empty quarter (Una mujer en Africa, 1985), señala un cambio de tono; el diario íntimo recoge la experiencia casi autobiográfica de un hombre, cuyo rostro jamás vemos, que observa amorosamente a una mujer extraviada en Djibouti. Con ella emprende la aventura de descubrir Egipto, sólo para concluir en un estado de naufragio afectivo. Este interludio de arrebato estético fue poco comprendido, y dos años después el cineasta retomó sus preocupaciones originales, su mejor estilo, su mayor rigor, en Urgencias, de 1987. Este documental sobre el servicio psiquiátrico del Hotel Dieu en París es un estudio notable del comportamiento de los pacientes y su relación con médicos y enfermeras. Esta cinta forma con Faits divers (Nota roja, 1983) y Delitos flagrantes (1994), una curiosa trilogía de la observación. Depardon revela un talento excepcional para capturar, a través de detalles, miradas, gestos de pacientes y litigantes, la actividad institucional en Francia, en tribunales de justicia, comisarías y hospitales. El cineasta y fotógrafo a menudo asociado con el nomadismo tercermundista es, con pareja intensidad, cronista de la vida parisina, de sus ocios y sus oficios, y también de sus generosidades y megalomanías.

Habrá que celebrar esta oportunidad de descubrir su trayectoria, y lamentar al mismo tiempo ausencias fundamentales como las dos últimas cintas arriba mencionadas, y la de un documental más ambicioso aun, exhibido ya aquí por televisión, Afriques: comment ca va avec la douleur (1996). Tendremos sin embargo la suerte de descubrir por canal 22, París, de 1997, el nacimiento de una historia, tal vez sentimental, posiblemente trágica, a partir de un rostro de mujer que se destaca entre la multitud de una estación ferroviaria a las ocho de la mañana. Una extravagancia de documentalista y de poeta, una revelación más del mejor reportero francés con trabajo en 35 milimetros.