DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001
TEATRO
La escalera
Mariana Norandi
DESDE HACE UNOS años, el teatro viene abordando con frecuencia el tema de la homosexualidad en sus montajes. Esto no es especialmente novedoso, pues personajes homosexuales ya existían en obras del siglo XVII, lo relevante radica en el trato que se le viene dando últimamente al tema y al personaje homosexual en el escenario.
EN LA ACTUALIDAD podemos ver obras que abarcan de una forma seria y profunda la cuestión gay, donde los homosexuales no están caricaturizados, tienen vidas complejas e interesantes y donde no están obligados a comportarse de una forma amanerada frente al espectador.
LA HOMOSEXUALIDAD SE ha empezado a tratar con respeto, el actor -gay o no gay- actúa con naturalidad sin tener que someterse a hacer joterías frente al público. Estas han dejado de ser un recurso fácil, que sólo busca la risa del espectador, para convertirse en prácticas totalmente desfasadas.
PERO TODAVIA NO todas las obras han entrado en esta línea, muchas continúan empecinadas en dar una imagen dramática, patética y chistosa del homosexual. Una de ellas es La Escalera, de Charles Dyer, que dirige e interpreta Héctor Bonilla, junto a Damián Alcázar, en el Teatro Lídice.
ESTA PUESTA NARRA la historia de una pareja de peluqueros homosexuales en los albores de la vejez. Ubicada en Guanajuato, describe las dificultades que ha tenido que pasar esta pareja de clóset para vivir su amor en una sociedad intransigente con la diversidad.
EL PLANTEAMIENTO DE la obra es bueno, las intenciones de los actores también lo son, pero el resultado deja mucho que desear y poco aporta a la problemática gay actual.
LA ADAPTACION QUE realiza Héctor Bonilla de la obra de Dyer cae en la superficialidad. Para actualizar esta obra, escrita en 1966, intenta abordar temas como el sida, la adopción de hijos por gays o el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero lo abarca de una forma tan hueca que pierde todo sentido, toda fuerza. El alegato a la tolerancia se minimiza y difumina en estériles diálogos. Esta puesta expone una problemática gay, seguramente innovadora en su momento, pero que hoy ha perdido vigencia.
HÉCTOR BONILLA EXPLICA: "Esta obra es la presentación de dos homosexuales en el umbral de la vejez y no de dos chavos gays". Pero en 1966, la obra ya presentaba a dos homosexuales de edad avanzada, por lo que no es válido ese argumento, ya que tampoco es lo mismo ser gay maduro en la década de los sesenta que en la del dos mil.
PERO SI ESTA obra no es acertada en la adaptación, tampoco lo es en la interpretación. Pocos dudan en este país la capacidad actoral de Héctor Bonilla y de Damián Alcázar, a ambos los respalda una amplia y exitosa carrera que ya los ha consagrado en la historia del teatro y del cine mexicano. Pero esta vez la actuación queda totalmente anticuada. Siguen recurriendo a la gesticulación excesivamente amanerada y a la caricaturización del homosexual. A esas actuaciones les falta imaginación, naturalidad y, sobre todo, meterse más en el papel.
BONILLA NOS COMENTA al respecto: "Tenemos que partir de un simple cliché para que la gente identifique al personaje como homosexual". No se puede subestimar de esa forma la capacidad intelectual del público, además esta puesta no necesita de estereotipos para identificar a los personajes como gays, pues el texto deja claro el carácter homosexual de la pareja.
TANTO LOS ACTORES como las cifras de taquilla indican que esta obra está teniendo mucho éxito, y los aplausos finales lo corroboran. En su mayoría, el público se ríe y la disfruta, pero el éxito a veces se debería medir también en calidad y no tanto en cantidad de aplausos, pues así como no falta el que se levanta a aplaudir, tampoco falta el que ni aplaude.
AFORTUNADAMENTE, COMIENZAN A notarse los síntomas de que la caricaturización de la homosexualidad ya no gusta, pese a que siga existiendo gente tan poco exigente con el humor que ser ríe con gran facilidad al sentarse en la butaca de un teatro.
La Escalera: Teatro Lídice, Periférico Sur 3400. Viernes: 20:30, sábado: 18:00 y 20:30, Domingo: 18:00 Hrs. Entrada: 130 pesos.