JUEVES Ť 3 Ť MAYO Ť 2001
Ť Descarta que la muerte del policía se deba a mala calidad del equipo
Cumplen chalecos norma internacional: Godoy
Ť Peritaje revela que las balas que le quitaron la vida atravesaron la parte no blindada
Las balas que el pasado martes acabaron con la vida del policía preventivo Erick Enríquez Ortiz no atravesaron la parte blindada de su chaleco, sino que penetraron entre las costuras, en la parte de los costado, y por el cuello.
Así lo confirman las pruebas periciales realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en cuyo reporte se explica que el chaleco presentaba dos disparos que lo atravesaron por las partes no blindadas. En tanto, otros dos disparos encontraron blanco en el brazo del policía y en uno de sus costados no protegidos por el equipo.
El Servicio Médico Forense precisó que las balas lesionaron órganos vitales pues las que penetraron por el tórax del lado izquierdo y cerca de la región clavicular lesionaron el pulmón derecho, el hígado, los músculos del cuello y del tórax, entre otros órganos vitales, y fracturaron una costilla.
Basado en el dictamen de la procuraduría capitalina, el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy Rangel, aseguró que "para mala fortuna de nuestro policía el chaleco fue perforado en las partes de las orillas, donde sólo hay tela".
Asimismo, descartó que la muerte de Enríquez Ortiz se haya debido a la mala calidad del equipo de protección ya que, subrayó, los chalecos utilizados por los policías preventivos cumplen con especificaciones internacionales, pero que siempre tendrán una zona no blindada.
No puede ser de otra manera, remarcó el secretario de Seguridad Pública, porque entonces los efectivos "tendrían que andar como en la época medieval. La cuestión es que así son los chalecos y los policías finalmente traen piernas, cara, traen brazos y otras partes del cuerpo siempre expuestas que los chalecos no pueden proteger. El policía siempre corre riesgos y más si está decidido a enfrentar la delincuencia".
El análisis pericial realizado al chaleco del policía fallecido, que fue fabricado en enero de 1997, precisa que la prenda presenta dos orificios en su parte frontal: uno por la parte interna del lado izquierdo, abajo del borde del cuello, y el otro en el costado derecho, ambos "compatibles a los producidos por la entrada de proyectil de arma de fuego, con sus respectivas salidas en su cara inmediata posterior".
Sin embargo, el material de resistencia integrado por una placa de unicel comprimido, una mica de plástico y el blindaje llamado Kevlar "no presentan alteraciones por proyectil de armas de fuego", mientras que los orificios detectados se encuentran "a nivel de los bordes".
Las exequias
Luego de haber sido velado en la casa donde vivía con su familia en la colonia Pavón, del municipio mexiquense de Ciudad Nezahualcóyotl, el cuerpo de Erick Enríquez Ortiz recibió ayer por la mañana un homenaje de cuerpo presente en las instalaciones del Sector 35-Universidad por parte de sus parientes, amigos, compañeros de trabajo y autoridades de la SSP.
Sus hermanas Julisa y Miriam Enríquez manifestaron que el cuerpo del policía --de 27 años de edad, principal sostén de su familia y quien en agosto cumpliría nueve años de servicio-- sería trasladado este día al poblado La Providencia, en el municipio de Jocotitlán, estado de México, para ser sepultado en el panteón local al lado de la tumba de su padre, quien falleció hace dos años.
"Mi hermano mostró una vocación muy grande por su trabajo y siempre nos decía que prefería morir en servicio", manifestó Julisa, quien junto con otros familiares, como su cuñado Agustín Gutiérrez Saldívar, expresó sus dudas sobre la calidad del chaleco antibalas al solicitar que se investigara su vigencia.
Godoy Rangel, quien realizó una guardia de honor junto al féretro del joven policía, mencionó que a los familiares del uniformado muerto se les entregarán más de 600 mil pesos como apoyo, integrado por 200 mil pesos por el seguro de vida institucional, otros 80 mil que tienen por la muerte en cumplimiento del deber, más otra cantidad similar entregada por el jefe de Gobierno.
Por otra parte, la procuraduría identificó al delincuente que murió en el asalto como Rogelio Romero Rodríguez, de 25 años, quien recibió tres disparos: uno en el tórax, otro en el cuello y el tercero en el brazo derecho. Mientras, la situación jurídica de su compinche, Héctor Guzmán Lizama será resuelta al mediodía de hoy. (SUSANA GONZALEZ, ANGEL BOLAÑOS, RAUL LLANOS Y RENÉ RAMON ALVARADO, CORRESPONSAL)