Ť La ayuda arbitral y un autogol de Alfredo Murguía salvaron a las Aguilas
A dos minutos del final América le sacó el empate 1-1 a un superior y crecido León
Ť De Zamorano, Hernández, Oviedo y Estay sólo se supo que habían alineado
Leon, Gto., 2 de mayo. El América se sacó la lotería en su primer enfrentamiento con el León. Los esmeraldas fueron infinitamente superiores a los capitalinos esta noche en el Nou Camp, pero a dos minutos del final un autogol de Alfredo Murguía permitió que las Aguilas igualaran a uno, en el partido de ida de cuartos de final de la liguilla del Verano 2001.
Los anfitriones, generosos en la entrega, parecía que vivirían otra noche memorable. En las tribunas no quedó lugar para un alma más, y a los siete minutos ya estaban arriba en el tanteador, al coronar Francisco Uribe un gran pase de Sigifredo Mercado. El primero llegó a tiempo al servicio filtrado de su compañero, esquivó la salida del portero Hugo Pineda y mandó el balón al fondo de la red para el 1-0.
Más de uno llegó a pensar que la vida del América no valdría nada en este León, Guanajuato, sobre todo porque no sólo perdieron en la víspera a su guardameta titular, Adolfo Ríos, sino también la imaginación, la creatividad y el espíritu de lucha.
De Zamorano, Luis Hernández, Oviedo y Estay se sabía únicamente que estaban alineados. No fabricaron ni una sola jugada de peligro para la meta defendida por Islas.
Es más, ni siquiera supieron aprovechar el error del portero esmeralda, cuando en la agonía de la primera parte el árbitro Marco Antonio Rodríguez le señaló retención de balón.
Al León, sin embargo, su santo le dio la espalda. Pudo aumentar su ventaja al minuto 32, de la manera más extraña. Resulta que los de casa cobraron una falta por el sector izquierdo, pero cuando el balón iba en el aire casi todos los jugadores que estaban en el área del América escucharon un silbatazo y se quedaron inmóviles.
Unicamente Mercado fue en busca de la pelota y remató con la cabeza. Pineda, quien también se había quedado parado, sólo agarró el balón porque llegó cerca de él, pero lo hizo después que éste rebasó la línea de gol. Todos esperaban saber qué había marcado el árbitro, pero Rodríguez hizo señas de que continuara el juego y el portero americanista despejó entonces.
La ceguera del silbante y la de uno de sus auxiliares, salvaron a los visitantes.
Para la segunda parte, los americanistas le debían favores hasta a los postes de su marco. León fue un busca de una ventaja que alimentara más sus ilusiones para el compromiso de vuelta del sábado en el Azteca, pero la puntería ya no fue uno de sus aliados.
Y para su mala fortuna, al minuto 88 vino un centro desde el lado derecho directamente a su área; se lanzaron por el balón los americanistas Luna y Mendoza, pero Murguía (en medio de su rivales) fue el que cabeceó finalmente y venció a su portero para el 1-1.
La señora justicia como que quiso componer las cosas, pero un cabezazo de Andrés Silva se estrelló en el travesaño y en la última jugada del partido un centro también pegó en el poste horizontal y al regresar al área José Luis Salgado alcanzó a rematar, pero muy elevado.
Los americanistas tuvieron suerte al no perder, pero deben estar preocupados porque su portero Pineda terminó lastimado de la rodilla derecha.