JUEVES Ť 3 Ť MAYO Ť 2001
Ť Parece misión imposible ya para los dirigidos de Benito Floro

Pachuca pulverizó 4-0 al Monterrey en el de ida
 
Ť Victorino, Vidrio (2) y Morales coronaron las facilidades que procuraron los regiomontanos

Pachuca, Hgo., 2 de mayo. Todo parece indicar que el Monterrey ya no podrá contarse entre los vivos en esta liguilla. El Pachuca lo pulverizó hoy en el estadio Hidalgo con un 4-0, por lo que la Pandilla quedó obligada a cuando menos repetir la dosis o un marcador de cuatro goles de diferencia en el partido de vuelta, para no despedirse definitivamente del torneo.

Los Tuzos bien pudieron alcanzar un marcador más abultado, porque esta noche los regiomontanos decidieron ahorrar energías y esconder las virtudes que los llevaron a encabezar por más tiempo el torneo regular.

Dieron todo tipo de facilidades de principio a fin, y aunque los anfitriones tuvieron un mejor desempeño en el primer tiempo, apenas lograron inaugurar el marcador antes de irse al descanso.

El 1-0 fue obra de Cesáreo Victorino al minuto 33, cuando llegó por el sector izquierdo y terminó con un disparo que venció al portero Ricardo Martínez.

Para el complemento, Monterrey no logró enderezar el camino; se agudizó su falta de concentración, al grado que en un momento Carlos González le regresó innecesariamente el balón con el pie a su portero dentro del área (estaba controlada la situación), y Martínez lo tomó ilegalmente con las manos.

El cobro de la falta no trajo consecuencias, afortunadamente para ellos, pero no estaban del todo a salvo con su criticable actuación.

Pachuca no agobiaba a su rival; su desempeño no era como el de la primera parte, pero empezó a tener contundencia. Al minuto 65 cobró una falta por el lado izquierdo.

Los defensores del Monterrey jugaron al fuera de lugar, pero fallaron y aparecieron cuatro jugadores locales con posibilidades de fusilar al portero Martínez. Pero Manuel Vidrio fue el que conectó el balón con la cabeza y estableció el 2-0.

Ni así reaccionaron los visitantes. Cuatro minutos después vino una falta en los linderos del área regiomontana, por la esquina derecha, y Pedro Pineda hizo el clásico madruguete; cedió la pelota a Vidrio y el derechazo del zaguero se incrustó por abajo, a la derecha del arquero Martínez.

El 3-0 ya era lapidario para la Pandilla y daba la impresión que los Tuzos estaban satisfechos con llegar así al partido del sábado en el Tecnológico de Monterrey. Cuando faltaban dos minutos para el final el técnico Javier Aguirre mandó a la cancha al joven Isaac Morales.

Los 90 minutos del trámite se habían cumplido y se estaba en tiempo de compensación, cuando Morales apareció por la izquierda; se fue abriendo paso y como veía que los regiomontanos casi lo invitaban a tirar se decidió y con un certero derechazo marcó el 4-0.

Esta no fue sólo la sorpresa de los juegos de ida de cuartos de final, sino que parece ya el funeral de la Pandilla. Tiene tintes de una misión imposible para el conjunto de Benito Floro, aunque en este irregular torneo del futbol mexicano todo puede pasar.