LETRA S
Mayo 3 de 2001
Gravar medicamentos afectaría planes de dotación gratuita
 Entrevista con Asa Cristina Laurel, secretaria de Salud del DF
 

ls-rostro2ALEJANDRO BRITO

 

E l incremento del 15 por ciento de IVA a los precios de medicamentos, propuesta por el gobierno del presidente Vicente Fox, tendría un impacto muy negativo en los programas de dotación gratuita de medicamentos y alimentos a las poblaciones más necesitadas que impulsa el gobierno del Distrito Federal, afirma en entrevista para Letra S Asa Cristina Laurell, secretaria de Salud del DF. Y añade que el gobierno capitalino estudiará la posibilidad de adquirir medicamentos genéricos para tratar el sida, ya que eso permitiría abatir costos y cubrir al cuádruple de pacientes con el mismo presupuesto designado, como lo hace el gobierno de Brasil.

Identificada como una de las especialistas más críticas al proyecto de reforma (o contrarreforma como le llama) del sector Salud encabezado por el doctor Julio Frenk, la doctora Laurell explica que son tres los programas de medicamentos gratuitos puestos en marcha por su administración: el primero está dirigido a la población adulta mayor, ligado al programa de tarjetas para la dotación de alimentos gratuitos. Se trata de un grupo que utiliza medicamentos múltiples, porque generalmente presentan varias enfermedades, explica, y añade que este nuevo programa incluye además el servicio de consulta gratuito; otro de los programas es el de la ampliación de la cobertura de medicamentos contra el VIH/sida, que como se sabe tienen un costo muy elevado; el tercer programa, que comenzará en junio, será el de medicamentos y servicios gratuitos en los centros de Salud del DF para la población no asegurada, que beneficiará a cerca de 3 millones de personas. En ese contexto, "un 15 por ciento de incremento a las medicinas y los alimentos va a hacer muy difícil llevar adelante esos programas", advierte. Para llevarlos a cabo, la secretaría de Salud capitalina cuenta con 470 millones de pesos, y un incremento del 15 por ciento significaría una derogación más de por lo menos 60 millones. Según la funcionaria, en el mercado farmacéutico, el sector público representa 50 por ciento de la demanda, los grandes compradores son el IMSS y el ISSSTE, el pago del IVA en la compra de medicamentos significaría una transferencia de 3 mil millones de pesos a la Secretaría de Hacienda, es decir que en los centros de salud de esas instituciones se contaría con menores recursos para abastecer sus requerimientos de farmacia.

Para compensar el gasto adicional del IVA, la federación tendría que aumentar la transferencia de recursos para la salud a los estados, que cuentan con un presupuesto ya de sí muy castigado por los gastos de operación. Para que tengan una idea de la dificultad en la que nos encontramos, ilustra la doctora Laurell, "los recursos que nos transfiere la federación suman 1,400 millones de pesos, 90 por ciento se va a pago de nómina. De tal manera que los centros de Salud que nos transfirieron por la descentralización no podrían funcionar si no fuera por los recursos destinados del presupuesto local que suman 4 mil millones de pesos, es decir, lo transferido por la federación es apenas 20 o 25 por ciento de nuestro presupuesto de Salud. Aquí sí tenemos voluntad política para invertir en salud", señala.

 

El gobierno federal ha prometido aumentar el gasto en Salud si se aprueba su reforma fiscal
Sí, pero no ha dicho cuánto, mínimamente tendría que hacerlo explícito, porque el presupuesto que se tiene para el Sector Salud es absolutamente insuficiente. En distintos estados hay nuevos centros de Salud terminados y sin funcionar por falta de personal. La situación es verdaderamente muy dramática y creo que es una obligación decir cuánto se destinará a la Salud si pasa lo del IVA.

 

¿Qué otras partes de la reforma hacendaria son cuestionables?
Un tema poco discutido es el de la deducibilidad de gastos médicos en el pago de impuestos. Es un subsidio o sacrificio fiscal, como le llaman, que va a desaparecer, no se sabe bien a bien la cantidad que representa, pero se habla del orden de 16 mil millones de pesos que ingresarían a Hacienda. Sin embargo, quitan la deducibilidad de los gastos médicos directos en el pago de impuestos pero introducen la deducibilidad de seguros médicos. Es decir, solamente podrán deducir los gastos médicos directos quienes cuenten con seguro médico. Eso significa una promoción directa de los seguros médicos privados, a los que se terminaría subsidiando. Los seguros privados, como sabemos, tienen distintas coberturas y aquí vale la pena mencionar que prácticamente ninguno cubre enfermedades que tienen un costo muy alto, como el VIH/sida, por ejemplo.

 

Según el doctor Julio Frenk, otro de los beneficios de gravar con el IVA las medicinas sería el de promover un consumo más racional de los medicamentos, de acabar con la automedicación.
Eso es francamente una suposición muy difícil de comprobar. Dice que con el IVA no habrá automedicación, pues yo diría que no habrá medicación. Si ese es el problema, debería aplicarse la Ley General de Salud, ahí está claramente estipulado que los medicamentos sólo pueden venderse con receta médica. Hay una falta de comprensión de como suceden las cosas en la realidad. Las familias no discuten si compran o no un medicamento porque cuesta un 15 por ciento más, cuando uno de sus miembros enferma, lo que hacen es comprarlo aunque después ya no puedan adquirir otras cosas. Comprar un antibiótico de tercera generación resulta un gasto catastrófico para una familia con salario mínimo.

 

También se ha dicho que medicamentos como los utilizados para tratar el sida estarían exentos.
La política del gobierno federal al respecto es muy poco clara. México debería adoptar una política semejante a la de Brasil, que produce sus propios medicamentos genéricos a un costo muchísimo menor, y aunque eso significa un problema en términos de leyes de patentes, yo creo que cuando se trata de asuntos de vida y muerte es válido pasar por encima de las patentes, que además significan en realidad un monopolio. El costo de producción de los medicamentos antirretrovirales seguramente es como de 5 a 10 por ciento de su costo de venta.

 

¿El gobierno del Distrito Federal estaría en posibilidad de hacerlo?
Estamos buscando la posibilidad de utilizar medicamentos genéricos contra el VIH/sida. Para ello, estamos evaluando la experiencia de Brasil, Sudáfrica y Cuba que los están produciendo. Los genéricos darían un impulso muy importante al programa contra el VIH/sida, porque cuestan una cuarta parte de lo que cuestan los de marca, entonces podríamos dar cuatro veces más tratamientos, lo que sería un incremento muy sustancial. Vamos en esa dirección, aunque de nuevo tenemos limitaciones como gobierno local porque todo lo relativo a importaciones y está regulado por la federación, pero como Secretaría de Salud estaríamos buscando la posibilidad de utilizar genéricos. Nuestro compromiso es dar una cobertura lo más amplia posible a la población. De hecho tenemos el compromiso de incrementar el número de tratamientos para el VIH/sida y si lo podemos cumplir con creces pues tanto mejor.

En el gobierno del Distrito Federal existe un compromiso muy claro con el derecho a la salud. Nosotros pensamos que no debe existir ningún obstáculo económico para que la gente tenga acceso al tipo de servicios que requiere. Dar cobertura en salud a toda la población no asegurada del Distrito Federal es la meta fijada para los seis años de esta administración.

 
 
 
 

 
¿Qién debe pagar?

 

SANTIAGO LEVY

"El caso del sida para el Seguro Social representa un esfuerzo financiero de suma importancia que se puede señalar de la siguiente manera: 13 mil casos de sida que actualmente atiende el IMSS sobre una población derechohabiente de 46 millones. 13 mil sobre 46 millones de derechohabientes ocupan hoy en día alrededor de 10 por ciento de nuestro presupuesto de medicamentos.

"¿Qué hacemos? ¿cómo consideramos al sida? ¿Lo tomamos como una responsabilidad de todos los derechohabientes y en su caso ajustamos las primas de los seguros?, y si es así ¿cuáles ajustamos?, la de los patrones, la de los trabajadores o la del gobierno. O si no ajustamos las primas y consideramos este tema como un problema de salud pública, como de hecho lo hacen algunos países de la OCD, en cuyo caso su financiamiento no tendría que cargarse a las cuotas obrero-patronales del sistema de seguro social sino más bien a los recursos fiscales, claramente identificado para ese propósito. Yo no sé cuál es la respuesta a esa pregunta. No estoy seguro de haber planteado bien la pregunta, pero creo que es un tema que tenemos que conversar, y médicos y economistas tenemos que aportar elementos de juicio y considerar las dimensiones éticas, políticas y económicas de este problema."

Director general del Instituto Mexicano del Seguro Social en su intervención en el Simposio "La Reforma de la Salud en México", organizado por la Academia Nacional de Medicina. Abril 18 de 2001.