VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť Cometen errores en documento sobre los resolutivos del sexto Congreso Nacional
Destaca el PRD mandato para impulsar el diálogo con el gobierno de Fox Quesada
Ť Omiten señalar que se ordenó a la dirigencia partidista no establecer pactos de largo plazo con la administración foxista Ť Pospone el CEN conferencia de prensa
MIREYA CUELLAR
Al hacer un recuento de los resultados alcanzados en su sexto Congreso Nacional, realizado del 24 al 28 de abril en Zacatecas, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido de la Revolución Democrática destacó el mandato para impulsar el diálogo con el gobierno de Vicente Fox Quesada y los cambios en la estructura partidista -la creación de comités de base- para conjurar los riesgos del corporativismo que han permeado al PRD, sin reparar en que también se ordenó a la dirigencia nacional no establecer pactos de largo plazo con Fox.
En el documento, preparado para ser dado a conocer en una conferencia de prensa que finalmente se pospuso, se advierte un error que por la falta de una palabra presenta un resolutivo exactamente opuesto al que aprobaron los congresistas en Zacatecas.
La discusión más enconada se dio en relación con la línea política que debe asumir el PRD en la nueva situación que se generó luego de la derrota del PRI, que significó en los hechos el fin del régimen de partido de Estado.
Las corrientes de los chuchos -que encabezan Jesús Ortega y Jesús Zambrano- y los amalios -de la dirigente Amalia García- que ahora dominan la dirigencia nacional del partido, defendieron la línea de impulsar el diálogo con el gobierno de Vicente Fox para alcanzar todos los acuerdos posibles en la perspectiva democrática.
En oposición a este punto estuvo la corriente cardenista -de Cuauhtémoc Cárdenas-, que defendió la línea de mantener el carácter opositor del partido, en razón de las diferencias de doctrina y principios que existen entre el PRD y el actual gobierno.
A fin de cuentas, se aprobó una postura intermedia que permite el diálogo con el gobierno para lograr acuerdos específicos sobre temas concretos, pero plantea la imposibilidad de una alianza o pacto de largo plazo con el actual gobierno.
Sólo faltaba un "no"
Sin embargo, en el documento preparado sobre los resultados del sexto congreso -elaborado con el fin de difundirlo entre la opinión pública a través de los medios de comunicación- se señala que "es posible plantearse una alianza o pacto de largo plazo con el actual gobierno".
Cuando se preguntó en la dirigencia del PRD si hubo un cambio de última hora en el resolutivo aprobado, se aclaró que la confusión se había originado por un error, ya que faltó incluir la palabra "no" para recalcar que el congreso considera que no es posible plantearse una alianza o pacto de largo plazo con el actual gobierno.
La postura expresada en el texto en relación con el actual gobierno establece que "la línea política del PRD acusa en el Estado mexicano la persistencia de un fuerte autoritarismo y presidencialismo, además de que el gobierno de Vicente Fox, si bien goza de una alta legitimidad obtenida por el voto ciudadano y puede llegar a tener algunas coincidencias con el PRD en el ámbito de la ampliación de la democracia, continúa comprometido con la instrumentación de un modelo económico neoliberal, concentrador del ingreso, limitador de los derechos sociales y riesgoso para la soberanía nacional".
En el ámbito de la estructura interna, el cambio fundamental, señala el documento, es el gran aliento que se da a los comités de base que se convertirán ahora en los espacios iniciales para el ejercicio de derechos y cumplimiento de obligaciones de los militantes perredistas, como es el de votar y ser votado.
Con las reformas a los estatutos, los militantes del PRD deberán acudir a sus comités de base para discutir, elegir y pagar sus cuotas. Los comités tendrán carácter territorial, con lo que se conjuran los riesgos del corporativismo que han permeado en el PRD.
Se destaca también la eliminación de las planillas nacionales para consejeros porque, con estos cambios, cada aspirante al máximo órgano de conducción política tendrá que ser electo en su estado de residencia, lo que obliga a realizar un trabajo constante en la esfera local y las corrientes dejarán de ser grupos de presión para fines electorales internos y podrán constituirse en verdaderas corrientes de opinión.
Además, se estableció un solo día a nivel nacional para las elecciones internas de dirigentes, que se realizarán en marzo de cada tres años.
En relación con el programa del partido, el documento sobre los resultados del congreso destaca que los perredistas optaron mayoritariamente por la instauración de un régimen parlamentario que sustituya al presidencialista autoritario que por mucho tiempo funcionó en México.
El PRD refrenda también su definición como partido democrático de izquierda, cuyos propósitos y acciones quedaron definidos en su nueva declaración de principios, su nuevo programa y su nueva línea política, que acota a la dirección nacional del partido, independientemente de las posturas y definiciones personales o de grupo.
Entre los cambios relevantes destaca la creación de la comisión política consultiva, que será nombrada por el Consejo Nacional. Su composición máxima será de 45 miembros y se eliminaron las planillas nacionales para consejeros: "Ahora cada aspirante al máximo órgano de conducción política del partido tendrá que ser electo en su estado de residencia. Ello implica un trabajo constante en la esfera local. De esta manera las corrientes que se configuren serán verdaderamente de opinión y no grupos para fines electorales internos".
El resumen del Comité Ejecutivo Nacional del PRD también confiere suma importancia a la modificación de los esquemas de financiamiento, con lo cual los comités locales tendrán mayor injerencia para desplegar su acción política, debido a que 40 por ciento de las prerrogativas nacionales serán destinadas a estados y municipios.