VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť El gasto público se encuentra en el nivel más bajo en dos décadas, dice el organismo
Crecimiento de 3.7% para México en 2001, pronostica la OCDE
Ť Políticas económicas estrechas contendrán el desarrollo de la demanda interna, afirma
Ť El retraso en aprobar la reforma fiscal obligaría a recortar más el gasto, advierte
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) planteó este jueves un panorama optimista para la economía mexicana en este año, pero alertó que un retraso en la aprobación de la reforma fiscal impulsada por el gobierno puede obligar a recortar más el gasto público, que se encuentra ahora en el nivel más bajo en dos décadas.
Al presentar un informe semestral sobre la economía mexicana, la OCDE estimó que el producto interno bruto (PIB) crecerá 3.7 por ciento este año, debido a políticas económicas ''estrechas'' que contendrán el crecimiento de la demanda interna. La proyección dada a conocer por el organismo constituye la cifra más alta de las que han considerado entidades públicas y privadas hasta ahora.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el PIB de México crecería este año 3.5 por ciento, mientras el Banco de México calculó el jueves anterior que el incremento sería de sólo 3 por ciento. En una encuesta elaborada por el banco central entre analistas privados, divulgada hace dos días, la previsión de crecimiento para 2001 fue ubicada en 2.99 por ciento.
El informe de la OCDE sobre México indicó que la economía logrará retomar tasas sólidas de crecimiento en 2002, cuando el PIB aumentará 4.7 por ciento, aunque destacó la necesidad de que la reforma fiscal planteada por el gobierno sea aprobada en el Congreso para reducir la dependencia que tienen las finanzas públicas de los volátiles precios del petróleo.
''Existe alguna incertidumbre relacionada con el proceso de aprobación de la reforma fiscal y los tiempos en que esos eventuales cambios serán introducidos, además de que el presupuesto público se mantiene vulnerable a los cambios en el precio del petróleo'', indicó el reporte. El gobierno federal obtiene un tercio de sus ingresos de la explotación y venta del petróleo.
Según el reporte, una caída de ingresos públicos asociada a una disminución en los precios del petróleo ''requeriría que el gobierno recortara su gasto, como ocurrió en 1998. De hecho -agregó- se requiere la restricción fiscal para disminuir el crecimiento de la demanda interna (es decir, del consumo y la inversión privados) y reducir la carga sobre la política monetaria''.
En 2001, el gasto neto total del gobierno mexicano será de 1.33 billones de pesos, que equivalen a 21.8 por ciento del PIB, el porcentaje más bajo al menos desde 1980, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
''La reforma fiscal es necesaria (para fortalecer los ingresos del gobierno) y nos gustaría que los congresistas lo entendieran'', dijo desde París, Benedicte Larre, directora de estudios económicos de la OCDE para México, durante la videoconferencia de prensa en la que presentó el reporte.
Benedicte Larre confió en que los puntos principales de la propuesta del gobierno mexicano de reforma fiscal, que incluye eliminar la exención en el pago del impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos, medicinas, libros y colegiaturas, ''puedan ser aprobados por el Congreso''.
En la misma videoconferencia, Marcos Bonutri, economista de la OCDE que participó en la elaboración del informe, consideró que la política monetaria instrumentada por el banco central para reducir la inflación ha sido efectiva para contener el crecimiento de los precios.
El organismo estimó que en 2001 la inflación alcanzará 7.8 por ciento (contra una meta del Banco de México de 6.5), y señaló que este indicador tendrá un incremento de 5 por ciento en 2002, cuando el banco espera una variación de 4 por ciento.
Marcos Bonutri señaló que la estimación de la OCDE es congruente con la meta fijada por el Banco de México para 2003 en el sentido que la inflación no supere 3 por ciento anual. ''Los factores favorables que actuaron a favor de la economía en 2000, como una fuerte demanda de exportaciones en Estados Unidos y altos precios del petróleo, han comenzado a actuar en contra de México'', señaló el reporte.
Sin embargo, indicó que no es de esperarse una caída fuerte en la actividad económica del país. ''En el contexto de políticas económicas estrechas, es de esperarse que la demanda interna se desacelere y que por tanto el PIB sólo crezca 3.7 por ciento en el año''.