VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť Persigue a los medios, aseguran reporteros rusos
Incluyen en NY a Putin en la lista de los "enemigos de la prensa"
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 3 de mayo. En ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado este jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mereció el penoso estigma de ser in-cluido, por primera vez desde que despacha en el Kremlin, en la lista de los "enemigos de la prensa" que elabora cada año el Comité de Protección de los Periodistas, organización no gubernamental con sede en Nueva York.
La noticia sacó del letargo a los rusos, quienes disfrutan del quinto día feriado del tradicional megapuente que une aquí la celebración del Día Internacional del Trabajo con el Día de la Victoria, lo que paraliza prácticamente toda actividad política hasta el 10 de mayo.
El tirón de orejas al inquilino del Kremlin se suma a la dura crítica a Putin por razones similares, contenida en el informe anual de la organización civil Reporteros sin Fronteras sobre la libertad de prensa en el 2001 en 146 países, dada a conocer ayer (La Jornada, 03/05/01).
Los motivos del Comité de Protección de los Periodistas para incorporar al mandatario de Rusia al selecto grupo de jefes de Estado de la clasificación condenatoria, según puede leerse en su página en Internet (http://www.cjp.org/enemies/enemigos_01.html), vienen resumidos en algunas pocas líneas.
"Desde que asumió la presidencia el año pasado, Vladimir Putin ha dirigido un alarmante asalto contra la libertad de prensa en Rusia. El Kremlin impuso la censura en Chechenia, orquestó el hostigamiento ju-dicial de empresarios locales de medios de comunicación y confirió amplios poderes de vigilancia a los servicios de seguridad", señala el documento.
Y agrega: "En una medida que no presagia nada bueno, en abril la corporación es-tatal Gazprom adquirió NTV, el único ca-nal de televisión independiente del país".
La reprobación del mandatario ruso por parte de dos organizaciones internacionales de prestigio encontró eco en la radio y televisión; la noticia fue recogida incluso por los medios electrónicos oficialistas, aunque trataron de minimizarla.
Las opiniones sobre el tema de los ex-pertos rusos se dividieron. Representativo de los extremos sería lo dicho este jueves por Aleksei Kopeika, secretario de la Unión de Periodistas de Rusia, y por Yuri Poliakov, director del semanario Literaturnaya Gazeta.
Para Kopeika, "el presidente Putin persigue a la prensa. Al comienzo del año, ese dudoso honor recaía en el ministro de Información y Prensa, Mijail Lesin, pero después de la toma del canal de televisión NTV y de los otros medios del grupo Me-dia-Most (de Vladimir Gusinski), Putin parece haber desplazado a Lesin".
En cambio, Poliakov, afirma que "este tipo de evaluaciones y ratings son parte de un gran juego político. En relación con Rusia siempre se aplica una política de do-ble rasero. Cuando Estados Unidos bombardea Yugoslavia, se considera normal y ningún periodista estadunidense se permite poner en duda la decisión de su gobierno. Cuando el gobierno de Rusia exige que los medios no ridiculicen a nuestros mu-chachos que combaten en Chechenia, de inmediato es acusado de restringir la libertad de expresión".
Desde una perspectiva que pretende ser más equilibrada, el presidente del Centro de Estudios Políticos Aplicados, Gueorgui Satarov, dice que la descalificación de Pu-tin es "algo exagerada" porque el problema no se refiere sólo a él y tampoco empezó con su llegada al Kremlin.
Aunque reconoce que desde hace tiempo la prensa sufre embates de autoridades de distinto rango, Satarov no cree que Rusia figure entre los 10 países que más limitan la libertad de prensa.