VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť Cuestiona "bestialidades" de la guerrilla colombiana
Se agotan las razones para seguir creyendo en la paz, advierte Pastrana
AP, AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 3 de mayo. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, admitió hoy por primera vez que "se nos agotan las razones para seguir creyendo en la paz", al poner de manifiesto la "bestialidad" de las masacres de los paramilitares y la destrucción, secuestros y terrorismo de las guerrillas.
Al mismo tiempo, se reportó la fuga del presunto narcotraficante Ever Villafañe, de la cárcel de alta seguridad de Itaguí. Villafañe, quien al parecer escapó vestido de mujer, fue detenido en octubre de 1999 en la Operación Milenio, en la que cayó una treintena de mafiosos, y estaba próximo a ser extraditado a Estados Unidos.
La fuga provocó la destitución de las autoridades penitenciarias y la renovación de la guardia de 80 efectivos.
Durante un acto de apoyo a las fuerzas armadas en la Escuela Superior de Guerra, Pastrana criticó la "demencia" de las acciones armadas de los grupos irregulares y se declaró "absolutamente hastiado y aterrado por los actos absurdos de violencia que sacuden día a día nuestro pueblo".
Cuestionó la legitimidad de las masacres de los paramilitares bajo el pretexto de que las víctimas "colaboran" con las guerrillas, y sobre la insurgencia cuestionó la violencia ejercida contra los poblados, viviendas humildes y cuando siembran terror y amenazas. La violencia, asentó, sólo genera más violencia.
En tanto, la policía anunció la captura del jefe paramilitar que operaba en Bogotá y localidades circunvecinas, Alberto Narváez Careto, junto a un escolta. Previamente habían detenido a otro paramilitar de confianza de Narváez, Héctor Moreno, a quien le incautaron armamento y munición.
En Caracas, el presunto guerrillero del Ejército de Liberación Nacional, José María Ballestas, fue condenado a un año y nueve meses de prisión por portar cédula de identidad falsa. Pero Colombia busca extraditarlo por autoría en un secuestro de avión.
Mientras, en la ciudad sureña de Cali fue asesinado por pistoleros el periodista Yesid Marulanda, con lo que suman ya tres reporteros acribillados en la última semana, en un contexto en el que, además, el gobierno colombiano es acusado de "presionar" a la prensa.