VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť Con amenazas de muerte, y apoyados por los autoridades, pretenden venderlas
Caciques invaden 600 hectáreas de mixtecos en Oaxaca
VICTOR BALLINAS
Los mixtecos Ildefonso Santiago, agente municipal de San Juan Maninaltepec, Choapam, Oaxaca, y Jorge Martínez, representante de bienes comunales, denunciaron ayer en conferencia de prensa que la familia Díaz Grijalva invadió 600 hectáreas de los indígenas, y "con amenazas de muerte, golpes, lesiones, detenciones ilegales" y la complicidad de la presidencia municipal, quieren apropiarse de esas tierras para venderlas.
Los integrantes de la familia Díaz Grijalva están identificados por indígenas y autoridades municipales y estatales como caciques del lugar, señalaron junto con sus abogados, Claudia Martínez y Anastasio Ortega. Recordaron que en 1986, la comunidad de Maninaltepec denunció ante el Ministerio Público que "descubrimos que en nuestras tierras sembraron mariguana". Las investigaciones del Ministerio Público llevaron hasta la propiedad de la familia "Díaz Grijalva, en la que se encontró mariguana encostalada y sembrada en sus tierras".
Sin embargo, "esa familia no fue detenida. Por ser caciques que expulsan a indígenas, que los amenazan con complicidad de las autoridades, pudieron evadir la justicia y se fueron de la comunidad hasta 1999, cuando regresaron a la comunidad, invadieron las tierras y amenazaron de muerte a las familias".
Martínez y Santiago expusieron ayer: "el 13 de abril pasado la familia Díaz Grijalva y la comunidad se enfrentaron, ya que junto con sus pistoleros se presentaron a golpear a los habitantes, y a tiros y golpes quisieron sacar a los 200 habitantes de ese lugar".
Añadieron que la comunidad se defendió "como pudo, y ellos se retiraron, pero amenazaron con volver. Quieren esas tierras que nos les pertenecen, y las autoridades municipales y estatales los solapan".
Muestra de ello, dijeron, fue que "el agente municipal, Ildefonso Santiago, fue herido en ese enfrentamiento; lo recogieron casi muerto, quedó inconsciente seis horas y conserva una cicatriz de la golpiza recibida por parte de la familia Díaz Grijalva, y el Ministerio Público no quiso recibir la denuncia".
Abundó Martínez: "en la misma agencia municipal nos dicen que los indígenas no tenemos derechos. Que mejor vengamos cuando los pistoleros o la familia Díaz Grijalva maten a alguien de nosotros, o los indígenas matemos a algunos de ellos, para que el Ministerio Público dé fe, pero que no pueden hacer nada".
Y en las oficinas del gobernador, su secretario particular "nos dice que negociemos con los Díaz Grijalva. Que les demos la mitad de la tierra, 300 de las 600 hectáreas, y así arreglemos nuestros problemas".
Informaron que "desde el 20 de abril enviaron escrito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en el que refieren que solicitaron a la comisión estatal del ramo medidas precautorias, pero ésta se las negó, y el 13 de abril ocurrió el enfrentamiento". En el escrito piden que la CNDH investigue y proteja a esa comunidad.