VIERNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť "No se puede mantener en el olvido a los afectados"
Frustración e incredulidad en el sistema de justicia: Soberanes
Ť Convenio CNDH-SSP para atender a víctimas del delito
VICTOR BALLINAS
Durante la firma del convenio de colaboración en materia de atención a víctimas del delito, entre la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el ombudsman José Luis Soberanes hizo una severa crítica al funcionamiento del sistema de procuración de justicia del país, pues "sigue siendo causa de incredulidad y frustración ciudadana".
Soberanes agregó, ante el titular de la SSP, Alejandro Gertz Manero: "de manera recurrente nos enteramos por diversos medios de delitos cometidos por la delincuencia común y organizada, y lo que es aún más grave, de la participación en algunos de esos ilícitos de servidores públicos tanto federales como locales y municipales, quienes lejos de salvaguardar la integridad y bienes de las personas, atentan en contra de ellos".
Magros resultados
Recordó al titular de la Secretaría de Seguridad Púiblica que el incremento de la inseguridad pública y de la incidencia delictiva, así como los magros resultados obtenido en el esclarecimiento y castigo de un significativo porcentaje de los delitos cometidos, al igual que la enorme dificultad que representa para las víctimas conseguir la reparación de los daños en aquellos casos en que proceda, "ha generado entre la ciudadanía frustración e incredulidad en las instituciones de seguridad pública, de derechos humanos y en el sistema de justicia".
Esta situación, resaltó José Luis Soberanes, explica el hecho de que en muchas ocasiones los afectados por algún delito prefieran callar y no denunciar los hechos, "pues cuando deciden hacerlo resultan también víctimas del sistema penal, ya que tienen que recorrer un largo camino lleno de asperezas, pérdida de tiempo y dinero, además de incomprensiones de las autoridades".
El titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos apuntó que las medidas que el Estado mexicano ha tomado, y las que se adopten en el futuro inmediato", seguirán resultando incompletas si continúan ocupándose sólo de la prevención del delito y del enjuiciamiento y reinserción social del delincuente, pues no se puede seguir manteniendo en el olvido a la otra parte de la seguridad pública, y del drama penal; es decir, "las personas que sufren algún daño ocasionado por los delincuentes".