DOMINGO Ť 6 Ť MAYO Ť 2001
Ť "El gobierno tiene una deuda con ellos que no ha podido saldar", señala un estudio
La primaria, privilegio inalcanzable para más de un milón de niños pobres
Ť Necesario, afirma, capacitar a los profesores y evaluar la calidad de educación ofrecida
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
En México hay más de un millón de niños y niñas de entre 6 y 14 años que no asisten a la escuela, lo que implica que un gran número de mexicanos crecerá sin las herramientas básicas que proporcionan la lectura, la escritura y el manejo de operaciones matemáticas, concluye un informe sobre los derechos y la situación de la niñez.
El balance elaborado por el Colectivo Mexicano de Apoyo a la Niñez (Comexani) refiere además que "las niñas siguen siendo doblemente discriminadas en la sociedad por ser pobres y por ser mujeres, ya que en caso de elegir, son los niños a quienes más se les apoya para seguir estudiando".
En el caso de la secundaria, explica que de cada 100 alumnos que inician este nivel, sólo 67 logran finalizarlo en tres años y sin reprobar asignaturas.
El Comexani, que realizó este informe con la ayuda de organismos no gubernamentales como la Academia Mexicana de Derechos Humanos, el Departamento de Educación y Comunicación de la UAM Xochimilco y el Centro de Investigación para el Exito y la Calidad Educativa, considera que pese a los avances en educación básica, todavía hay grandes rezagos.
"Cursar la educación primaria en México es un derecho que para más de un millón de niños y niñas indígenas, discapacitados, trabajadores y de la calle representa un privilegio inalcanzable, dadas sus condiciones de vida y las escasas opciones de recursos que la sociedad es capaz de ofrecerles para su desarrollo presente y futuro", asegura en el análisis denominado Avances y retrocesos: Balance de una década.
Refiere que en su más reciente informe de labores el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) menciona que un millón 250 mil niños en edad escolar no reciben educación; una parte de esta población no asiste porque vive en comunidades pequeñas y aisladas carentes de escuelas y con dificultades de acceso a las comunidades urbanas.
Deuda sin saldar
Estas cifras, asegura, demuestran que el gobierno todavía tiene una gran deuda con los niños más pobres y que no se ha podido saldar con los llamados programas compensatorios financiados con préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Al analizar los casos de estados con muy alta marginalidad, como Chiapas, Guerrero, Oaxaca e Hidalgo, indica que los resultados de los programas compensatorios son limitados porque sus índices de reprobación y deserción disminuyen muy poco.
Los escasos avances demuestran "la incapacidad" que ha tenido el sistema educativo, a pesar de los recursos promovidos y las deudas adquiridas, para apoyar las trayectorias escolares de miles de alumnos cuya situación de pobreza caracteriza su infancia y determina, en gran medida, su vida futura, afirma el Comexani.
En torno a desigualdad de acceso a una educación de calidad, dice que persiste y crece el fracaso escolar en los alumnos que no poseen ni el capital cultural ni el material que la escuela regular exige.
Para esta organización defensora de los derechos de los niños, los estudiantes pobres no reciben la atención adecuada por la falta de preparación de los profesores para atender zonas marginadas, así como por la desigual distribución de recursos en las escuelas del país.
Ante estos resultados señala que las tareas de este gobierno en materia de educación primaria son elaborar estudios necesarios para decidir el destino de los recursos con base en las necesidades de las localidades; capacitar a los profesores y evaluar la calidad de educación ofrecida por todas las escuelas, sobre todo aquellas con menores recursos económicos.
Sobre la educación preescolar indica que la cobertura ha crecido en una década y representa ahora 77.6 por ciento de la población en edad de cursar este nivel educativo; sin embargo, aclara que subsisten problemas, pues la proporción de niños por maestro sigue siendo alta (llega a ser de 30 a 1).
Además el sistema de supervisión y capacitación de los planteles de preescolar es "débil", los programas de estudios no se adecuan lo suficiente para los estudiantes de áreas rurales e indígenas, y la participación comunitaria sigue siendo muy baja.
En el tema de educación inicial explica que todavía son pocos los niños menores de 4 años que tienen acceso a este tipo de enseñanza (7.3 por ciento de 8.4 millones de infantes).
El otro problema en la educación inicial es que no existen estudios sobre las necesidades de ampliación de la matrícula, la participación de las familias en los programa de educación y el nivel de desarrollo intelectual, social y emocional que alcanzan los niños cuando estudian desde pequeños.
Por otra parte, dice que la educación secundaria "no está cumpliendo con la función más importante que asumió al hacerse obligatoria", que es garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que se consideran mínimos indispensables para enfrentar las demandas del mundo actual.
De acuerdo con estadísticas de 1998, explica que 87 por ciento de los niños que egresaron de primaria fueron inscritos en secundaría, lo que implica que 251 mil 408 menores se quedaron temporal o definitivamente sin oportunidad para proseguir su educación básica.
Y las mujeres son las que se quedan en el camino. Indica que la proporción de hombres inscritos en primer grado de secundaria es mayor que la de las mujeres (52.6 por ciento y 47.4 por ciento, respectivamente). Los estados de Oaxaca, Yucatán, Tabasco y Chiapas muestran las desigualdades más acentuadas entre hombres y mujeres, indica.
El otro aspecto negativo es que los estudiantes de secundaria de escasos recursos obtienen los resultados más bajos. De acuerdo con estadísticas del Centro Nacional de Evaluación, en el periodo 1997-1998 los egresados de secundarias públicas obtuvieron 47.7 por ciento de aciertos en su examen de ingreso a bachillerato, y los de escuelas privadas 58.7 por ciento.
Otros estudios refieren que en la asignatura de español, los alumnos de escuelas urbanas tienen mejores resultados que los de las rurales, por lo que "la función compensatoria de la escolaridad obligatoria queda fuertemente cuestionada".