Ť Festejos de la UNAM por el 100 aniversario de la diva
Exposición fotográfica y ciclo de cine en homenaje a Dietrich
Ť La radio universitaria ofrecerá mañana un programa especial sobre la vida y trayectoria artística de la cantante berlinesa
MONICA MATEOS-VEGA
El centenario del nacimiento de la diva alemana Marlene Dietrich, que se celebrará el próximo 27 de diciembre, ha hecho que desde comienzo de año renazca la pasión por la enigmática actriz de El ángel azul.
El mes pasado fueron subastadas en Hannover varias cartas
de amor, un diario y un estuche para cigarrillos de la estrella nacida
en 1901 en Berlín. La colección quedó repartida entre
varios fanáticos quienes pagaron unos 23 mil marcos.
La Filmoteca de la UNAM ha iniciado los festejos con
la exposición fotográfica Marlene Dietrich. Una leyenda
en imágenes, que se inauguró el 3 de mayo, y con el ciclo
Jueves de Marlene, ambos actos tienen lugar en San Ildefonso 43,
Centro Histórico.
Además, presentará este lunes un programa de radio especial dedicado a la diva. En Radio UNAM (96.1 de FM), en la emisión MagaCine, la periodista y promotora cultural Cris Muñoz, invitada por Diego López, charlará, a las 18 horas, acerca de la vida y trayectoria artística de Marlene Dietrich.
Aristócrata del canto
Hija de un oficial de la policía de la aristocracia prusiana y descendente de joyeros, la Dietrich fue sometida a una estricta educación y pronto demostró sus magníficas aptitudes para la música y el canto. Empezó estudiando piano, más tarde al violín, del que pensaba seriamente convertirse en una concertista. Su nombre artístico lo formó con las dos últimas sílabas de sus nombres de pila.
Cuando estudiaba arte dramático tuvo la oportunidad de hacer pequeños papeles en obras teatrales y en películas mudas alemanas. Un año más tarde fue seleccionada para un papel en Tragedia de amor, película que marcó sus inicios artísticos. No obstante su gran oportunidad en el cine le llegó con el personaje de Lola-lola de El ángel azul. En este momento se cruza en su vida el director Josef von Sternberg, su eterno enamorado que la convirtió en mito erótico y en mujer fatal.
Con él se le abrieron los caminos del nuevo mundo y entró en el cine americano. En Hollywood la convirtió en estrella con personalidad propia (la hizo adelgazar 15 kilos y le cambió el maquillaje para acentuar la palidez de su rostro). Este director la dirigió en siete películas.
En 1938 le llegó una oferta de Adolfo Hitler, con unas condiciones fabulosas, pero Marlene Dietrich la rechazó por su antinazismo. El ejército alemán nunca le perdonó que cantara a los norteamericanos y después de su muerte su tumba ha sido profanada por fanáticos nazis que dejaron en ella dibujos de cruces gamadas.
Se casó una sola vez (con Rudolf Sieber, quien también trabajaba en el mundo cinematográfico como ayudante de dirección) y de ese matrimonio nació su única hija, María, apodada Heidede, quien escribió un libro en el que asegura que Marlene odiaba el sexo pero lo utilizaba para mantener su corte de amantes; "casada durante unos cincuenta años con el mismo hombre, mantuvo a éste al corriente de sus líos amorosos con otros hombres y mujeres. Lesbiana prácticamente desde su adolescencia, Marlene era la más hábil en humillar, hundir a las personas, pisotearlas y contar mentiras que nadie ponía en duda por ser ella la diva que era. Hasta su muerte practicó su papel de dama aristocrática y pisoteó sin piedad a quien más le quiso: su hija".
A finales de 1939, Marlene conoció en París a Jean Gabin y vivió con él uno de sus más intensos romances, que finalizó después de rodar La bella extranjera. La última película que filmó fue Gigolo, de David Hemmings, en 1978.
De las piezas subastadas en abril en Hannover, suscitaron especial curiosidad las cartas de amor que dirigió la jovencísima Dietrich en 1921 a Willy Michel, un panadero que podría ser la primera gran pasión de la actriz. Los documentos se encontraron en una casa de la familia de Michel en Hannover y muestran a una Marlene totalmente enamorada: "El primer día sin usted ha sido terrible. Soy muy infeliz, puede creerme. Estoy llorando mucho, demasiado", escribió la joven cuando estudiaba música en Weimar.