LUNES Ť 7 Ť MAYO Ť 2001

Ť Demanda sin precedente del arzobispado ante la Suprema Corte de Justicia

Pretende la mitra que el gobierno la consulte antes de permitir el uso de la imagen de Cristo

Ť Busca evitar que la difusión de actos religiosos confunda al "pueblo creyente", arguye

JESUS ARANDA

La arquidiócesis primada de México in-terpuso un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante el cual pretende obligar a la autoridad a tomar en cuenta su opinión antes de permitir el empleo de la imagen de Jesucristo para actos de culto fuera de los templos que no sean reconocidos por el arzobispado.

En el incidente de revisión 645/2000 interpuesto ante el máximo tribunal del país, la arquidiócesis precisa que "las Iglesias al obtener su registro -como asociación religiosa- entregaron parte de su depósito de fe, el cual es su patrimonio espiritual. Y tratándose de la Iglesia Católica Apostólica Romana, la esencia de este depósito de fe es que Jesús Cristo es la tercera persona de Dios, Hijo de María la Virgen, de acuerdo a sus Evangelios".

El recurso legal argumenta que "cuando se emplee la imagen de Cristo" se debe tomar en cuenta la opinión de la mitra que encabeza el cardenal Norberto Rivera Carrera. "La autoridad debe oír a la Iglesia, (pues ésta) pudiera quedar en confusión" por el otorgamiento de un permiso de este tipo, argumenta.

Según fuentes judiciales consultadas, este incidente de revisión es el primero de su tipo en llegar a la Corte.

El arzobispado precisa que su interés por "tutelar" el uso de la imagen de Cristo es para evitar "cualquier medio donde se induzca a la confusión de las personas físicas o morales", lo cual finalmente iría, según la demanda, en perjuicio del propio arzobispado.

El asunto tuvo su origen cuando la ar-quidiócesis detectó que se publicitaba "profusamente" un evento religioso en el estadio Azteca -en la documentación no se precisa la fecha-, sin que se especificara la asociación o Iglesia convocante. En los anuncios se usaba una imagen de Cristo, "lo que provocó confusión entre el pueblo creyente", el cual podría pensar -según la quejosa- que la convocante al evento era precisamente la arquidiócesis primada de México.

La representante legal de la arquidiócesis, Elizabeth Carmona, fija su postura:

"No pasa por alto para mi representada el ecumenismo (aún por su duro tránsito), ni la buena fe de los organizadores -del evento en el Azteca-, pero habiendo de por medio un registro constitutivo de derechos, el mismo otorga a sus beneficiados derechos que recíprocamente deben respetar todas las Iglesias".

Como parte de estos derechos y obligaciones de las asociaciones religiosas, el documento incluye "no realizar actos que pudieran atender al ámbito de protección, tanto del registro como de las personas".

La documentación va acompañada de un mandato legal que le entregó el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, a "Don Horacio Aguilar Alvarez de Alva", el cual confiere "poder universal para pleitos y cobranza y actos de administración". A éste se integra un escrito que reconoce como representante jurídica a Elizabeth Carmona.

Críticas a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público

El documento presentado por el arzobispado cuestiona la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, así como a los funcionarios encargados de hacerla valer.

Señala que los permisos que entrega la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación para hacer actos de culto público fuera de los templos son "criticables", porque la ley no obliga a la dependencia a especificar el permiso "y a quién se lo dio".

Según el escrito, este hecho no sólo genera confusión entre "el pueblo creyente", sino también permite que "se emplee" la imagen de Cristo sin tomar en cuenta la opinión de la arquidiócesis.

La representación religiosa argumenta que su postura radica en su interés por "salvaguardar" su registro constitutivo, porque al haber la posibilidad de que se "induzca" a la confusión de las personas, ello "va en perjuicio" de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Cabe señalar que en primera instancia fue interpuesto un amparo ante el juez sexto en materia administrativa, el cual fue rechazado, y posteriormente el arzobispado interpuso el recurso de revisión en contra de la decisión del juez federal ante la Corte. Trascendió que el asunto sería turnado de nuevo al juez de la causa para que lo envíe a un tribunal colegiado, el cual continuaría su cauce legal.