Ť Pide Juan Pablo II avanzar en el diálogo con el Islam
Histórica visita del Papa a una mezquita en Damasco
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Damasco, 6 de mayo. Bajo los aplausos de una multitud, Juan Pablo II se convirtió hoy en el primer Papa católico que pisa una mezquita en los mil 400 años de historia del islamismo, al visitar este domingo el templo de los Omeyas, en la parte antigua de la capital siria.
"Espero sinceramente que nuestro encuentro de hoy en la mezquita muestre nuestra determinación de avanzar en el diálogo entre la Iglesia católica y el Islam", dijo Juan Pablo II.
El organizador del viaje papal, cardenal Roberto Tucci, dijo que los anfitriones sirios del Papa insistieron en que ninguna visita a Damasco estaría completa sin una escala en una mezquita. "Los musulmanes nunca habían invitado a un Papa a una mezquita", explicó.
Acompañado por el mufti de la República Siria, jeque Ahmed Kaftaro, el jefe de la Iglesia católica entró esta tarde en la mezquita de los Omeyas, una de las más veneradas del Islam. El octogenario pontífice, quien en su segundo día de visita a Siria se veía claramente agotado, avanzó con dificultad ayudado por su bastón hacia una sala cerca del pórtico de entrada, donde se sentó algunos instantes.
Los dos líderes religiosos se dirigieron entonces a la sala de oración, donde se encuentra la tumba de San Juan Bautista, uno de los discípulos de Jesús, y también venerado por los musulmanes.
Allí, el Papa rezó por unos minutos, aunque sin santiguarse, para luego dirigirse al patio de la mequita, donde leyó un discurso ante la presencia de los patriarcas de las comunidades católicas y ortodoxas de la región.
"Deseo con ardor que los responsables religiosos musulmanes y cristianos presenten a nuestras dos importantes comunidades religiosas como comunidades comprometidas en un diálogo respetuoso y nunca más como comunidades en conflicto", dijo.
Añadió que "por todas las veces en las que católicos y musulmanes se ofendieron mutuamente, debemos intentar pedir perdón al Todopoderoso y ofrecernos mutuamente disculpas".
El jeque Kuftaro, por su lado, se refirió al conflicto de la región, al asegurar que desde el establecimiento del Estado de Israel, "los agresores practicaron la injusticia contra musulmanes y cristianos en Palestina".
La oración conjunta de musulmanes y cristianos planeada para realizarse en el interior de la mezquita fue cancelada, aparentemente debido al temor de herir la sensibilidad musulmana. Pero muchos musulmanes vieron con beneplácito la visita. "Representa la paz entre cristianos y msulmanes", afirmó Maruane Babayli, dueño de un comercio cercano a la mezquita.
Antes de su histórica visita a la mezquita de los Omeyas, el Papa polaco ofició una gran misa en el estadio de los Abassíes
A la misa al aire libre, para la cual los organizadores esperaban medio millón de fieles, asistieron solamente unas decenas de miles de personas, entre ellas los patriarcas de todas las Iglesias orientales, algunos de ellos procedentes de Líbano, Irak, Egipto y Jersualén, con excepción del patriarca maronita libanés, el cardenal Nasralá Sfeir, que mantiene tensas relaciones con las autoriades sirias, cuya presencia militar en Líbano critica.
El peregrinaje de Karol Wojtyla tras los pasos de San Pablo, un judío que se convirtió al cristianismo en el camino a Damasco, tuvo un matiz claramente político durante su etapa siria, con un virulento ataque contra Israel del presidente sirio, Bachar el Assad, quien djio que ese país busca "asesinar los principios de todas las religiones".