LUNES Ť 7 Ť MAYO Ť 2001
Ť Cespedes: alternativa frente al proyecto de IVA
Proponen al gobierno que establezca impuesto ecológico a combustibles
ANGELICA ENCISO L.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable (Cespedes) propone al gobierno establecer impuestos ecológicos al consumo de combustibles y a los generadores de contaminantes atmosféricos, lo que le aportaría recursos equivalentes al 22 por ciento de lo que obtiene actualmente por el impuesto sobre la renta (ISR), en lugar de gravar con IVA alimentos y medicinas.
Los impuestos ecológicos no afectarían a los sectores más desprotegidos, pero sí ayudarían a la conservación del medio ambiente, porque además inducen cambios favorables en los patrones de consumo y en las tecnologías de producción, se aplican a sectores particulares, son transparentes y no son inflacionarios, indica en el documento Contexto para el diseño de impuestos ecológicos en México.
Detalla que pueden aplicarse en gasolinas y otros combustibles, en emisiones de carbono, aguas residuales y manejo de residuos. Ya operan en países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, sobre todo en la Unión Europea.
Esas naciones cobran los impuestos ecológicos en rubros como el vehicular, en el consumo de insumos agrícolas como pesticidas y fertilizantes, en la silvicultura, en la adquisición de bolsas de plástico, en los envases desechables, en artículos que despiden cloroflurocarbonos, en el consumo de agua, en el drenaje, en el tratamiento de residuos sólidos municipales y en los peligrosos.
El Cespedes, organismo del Consejo Coordinador Empresarial, refiere que entre las desventajas de estos instrumentos económicos frente a la opinión pública está el hecho de que quedan inscritos en un conjunto de decisiones o acciones cuyo resultado distributivo y económico es poco claro. Respecto a los impuestos ambientales, lo que se puede dar a lo largo del tiempo es que se eliminan las actividades y conductas perniciosas ecológicamente, con lo que disminuye la base gravable, pero el beneficio ambiental es indiscutible.
El documento indica que actualmente el gobierno obtiene por ISR e IVA 35 por ciento del total de lo que recauda por impuestos, lo cual equivale a 480 mil 203 millones de pesos. En caso de aplicarse un gravamen de 20 por ciento al consumo de combustibles, que al año es de alrededor 306 mil millones de pesos, se obtendrían 61 mil millones de pesos, lo cual significaría 20 por ciento de lo que el gobierno percibe por ISR. Indica que no se daría un gran cambio en la demanda de combustibles, la cual a corto plazo tendría un ligero impacto negativo.
Otro impuesto ecológico se podría instrumentar sobre la emisión de contaminantes a la atmósfera, como es el caso del bióxido de carbono -gas con efecto invernadero-, los óxidos de nitrógeno -precursores de ozono-, el azufre y las partículas suspendidas.
El volumen anual de contaminantes es en promedio de 444 mil toneladas, entre lo que aporta la industria -208 mil toneladas-, el transporte -95 mil toneladas- y el sector agrícola -141 mil toneladas. Estas emisiones se pueden gravar con tarifas que podrían ser de entre 10 y 100 pesos por tonelada, dependiendo del contaminante. Según la tarifa que se aplicara, se podría recaudar entre 1.6 y 16.3 por ciento del ISR considerado para este año.
En este momento, estos dos rubros serían los más viables para que a corto plazo se aplicaran impuestos ecológicos, con lo que se podría lograr una proporción importante de la actual recaudación fiscal, concluye el análisis.