Lunes en la Ciencia, 7 de mayo del 2001
Rogelio Rodríguez Talavera Nuevos materiales a la medida de los sueños "Usted decida qué tipo de material necesita y nosotros lo hacemos". Puede ser vidrio que no se rompa, un plástico que parece madera, materiales compatibles con el cuerpo humano, recubrimientos anticorrosivos y antiabrasivos, recubrimientos para plata, en fin, cualquier estructura modificable que con conocimientos de física, química, biología, matemáticas y "mucha creatividad e imaginación" puedan ser útiles a la industria y a la sociedad, explica entusiasmado Rogelio Rodríguez Talavera (Puebla, Pue. 1949), investigador del Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (FATA) del Instituto de Física de la UNAM, campus Juriquilla, Querétaro. Aunque Rodríguez Talavera, doctor en física por la Universidad de Nueva York e investigador fundador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), inició su carrera en el área de física teórica, particularmente en mecánica cuántica, bajo la dirección del doctor Marcos Moshinsky, y trabajó por un periodo en la investigación básica, desde hace más de 10 años dedica su conocimiento a establecer la interacción con otras disciplinas para la producción de nuevos materiales. "Generalmente se necesita demasiado equipo de investigación, el cual es muy costoso, sin embargo, nuestra propuesta de trabajo requiere de una escasa inversión y reditúa en una gran diversidad de aplicaciones en cortos periodos de tiempo. No tenemos el mejor equipo, pero tenemos un conocimiento básico muy profundo y hemos tenido un éxito sorprendente en cuanto a colaboración con la industria", explica el especialista. Sin saber por dónde empezar, debido a la cantidad de ejemplos que desea enumerar, el investigador habla de algunos proyectos que ha concretado con su grupo de trabajo. Tal es el caso de la colaboración que tienen con el grupo industrial Vitro, que produce vidrio. Este mercado -refiere Rodríguez- se ha visto afectado por la aparición del envase de plástico, que es más ligero, no se rompe, requiere menor temperatura de procesado y también es transparente. No obstante, uno de los problemas del plástico -sostiene el investigador-, es que se raya fácilmente, y el vidrio no. Por tanto, la propuesta fue lograr el diseño de un material que sea casi en su totalidad vidrio, pero que no se rompa. Para ello se estudiaron las propiedades de la sílice, de un polímero que funcionara como aglutinante y de un agente de adhesión para unir ambas estructuras y lograr las propiedades deseadas, tales como la alta resistencia al impacto. Otro caso en el que se requirió la intervención de los investigadores de este departamento, cuenta el doctor Rodríguez Talavera, fue en una compañía peruana (Industrias Fibraforte) productora de láminas acanaladas hechas de polipropileno con altos porcentajes de madera de eucalipto molido. "Su problema era que las láminas tenían poca resistencia al impacto, ya que la madera y el plástico no son compatibles, por lo que con el tiempo la madera se empieza a separar del plástico. ƑQué hicimos? Demostramos que se estaba separando la madera del polímero y entonces, diseñamos un agente acoplante, es decir, una molécula que estuviera unida químicamente a la madera y que fuera compatible con el polímero". El resultado fue un material 400 por ciento más resistente al impacto, el cual aceptaba un porcentaje mayor de madera (hasta 55 por ciento), que proveía una mejor apariencia y que aseguraba que los materiales no se desprendieran con el paso del tiempo. Otra área en la que se aplica esta nueva ciencia de materiales es la música. Sí, la única escuela de laudería en América Latina se encuentra en Querétaro y el doctor Rogelio Rodríguez analiza diferentes estructuras de la madera, la cual es un material celular (formado por celdas) y cómo esta estructura modifica las ondas sonoras. "De acuerdo con el tamaño de la celda, la porosidad, la proporción de celulosa y lignina en la madera y al tipo de barniz usado, es la calidad en el sonido del violín. Por tanto, queremos saber qué hace la diferencia entre los buenos violines y los que no lo son". Finalmente, el doctor Rodríguez enfatiza que una de las metas es entender el comportamiento de materiales híbridos (por ejemplo cerámica-polímero) y cómo aplicarlos para resolver problemas de la industria mexicana. "Hemos resuelto varios problemas con éxito extraordinario, a nivel de entregar el prototipo a escala industrial. Estamos viviendo una era sorprendente en el desarrollo de nuevos materiales. Toda la electrónica y comunicaciones se desarrollan a partir de nuevos materiales. Nuestra aportación es el diseño y la producción en México, con materiales y tecnología propia". (Mirna Servín) (Fotos: Carlos Cisneros) |