MIERCOLES Ť 9 Ť MAYO Ť 2001
Ť El CEN priísta lanzó ayer la convocatoria para ocupar la titularidad del cargo
Murillo no contenderá por la secretaría general
Ť César Augusto Santiago, principal aspirante para el proceso que se realizará el 16 de mayo
ROBERTO GARDUÑO
Jesús Murillo Karam, nombrado temporalmente secretario general del Partido Revolucionario Institucional, anunció que no contenderá por el cargo, luego de que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido emitó la convocatoria para elegir "democráticamente", el próximo 16 de mayo, al titular de dicha secretaría.
La decisión del ex gobernador de Hidalgo obedeció a los serios cuestionamientos contra su designación al frente de la secretaría general. Y es que la crisis de los grupos que pretenden controlar al PRI se suscitó hace más de dos semanas, cuando renunció César Camacho Quiroz, quien ocupaba la Secretaría de Operación Política.
El 18 de abril pasado, el ex gobernador del estado de México presentó su carta de renuncia a Dulce María Sauri cuando se enteró de que el entonces secretario general, Sergio García Ramírez, comunicaría a la presidenta del PRI su decisión de abandonar el cargo. Estatutariamente, correspondía a Camacho Quiroz ocupar la secretaría general una vez que García Ramírez la dejara, pero Camacho no tenía el respaldo de la mayoría de los integrantes del Consejo Político Nacional, por lo que optó por retirarse.
El viernes 20 de abril el conflicto se agudizó. A las 15 horas, Sergio García Ramírez le comunicó a Sauri Riancho que presentaría su carta de renuncia el martes 24 del mismo mes. Dos horas después, la presidenta priísta, a través del Comité Ejecutivo Nacional, anunció que Jesús Murillo Karam se encargaría de esa posición.
Para entonces, los grupos de Manuel Bartlett, Roberto Madrazo y César Augusto Santiago protestaron por el nombramiento provisional de Murillo, porque consideraban que éste formaba parte del grupo de personajes afines a Francisco Labastida Ochoa, el candidato presidencial derrotado.
Murillo Karam, quien siendo gobernador de Hidalgo fue considerado en distintos momentos el relevo en la presidencia de su partido, fue impugnado por aquellos priístas que se oponen a que el labastidismo tome las riendas de la dirección nacional del PRI. "No es contra Murillo, sino contra el método", advertía entonces un grupo de legisladores antilabastidistas.
El proceso de descalificación del secretario general encargado fue el argumento propicio para Dulce María Sauri, quien desactivó una grave crisis de su partido, porque Murillo Karam, como secretario general, representaría un obstáculo para su liderazgo.
Por lo tanto, la presidenta del PRI anunció que la elección del nuevo titular del cargo se realizaría durante una sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional por medio del voto secreto. Durante la 41 asamblea ordinaria del citado consejo, el PRI determinó que sus afanes democráticos llegarían hasta la base de ese partido, porque 33 por ciento de los participantes en su próxima asamblea nacional, en noviembre, provendrán de su militancia.
Una vez desactivado el conflicto político entre priístas, y que Jesús Murillo Karam se descartó de la lucha por la secretaría general, el Comité Ejecutivo Nacional emitió la convocatoria para el proceso, que se celebrará el 16 de mayo a las 18 horas, y donde los aspirantes deberán cumplir con tres requisitos fundamentales: contar con un mínimo de cinco años de militancia; tener "la firma de validación" de 35 de los consejeros políticos nacionales, es decir, 10 por ciento del total, y formar parte de los 354 consejeros nacionales.
Los que la buscan...
A pesar de que el registro de los candidatos se cerrará el 13 de mayo, ayer en el PRI nacional ya se hablaba de que César Augusto Santiago es el principal contendiente por la secretaría general. Este hombre, con un largo historial en el PRI como asambleísta, diputado federal, aspirante eterno a la candidatura por el gobierno de Chiapas y "operador" electoral, es señalado porque, se dice, conoce "perfectamente" la estructura del Revolucionario Institucional y forma parte de la llamada Corriente Alternativa.
Detrás de César Augusto Santiago se encuentran Rodolfo Echeverría, quien pertenece a la Corriente Renovadora, y Heriberto Galindo, a quien no se le ubica en un grupo específico, porque era un hombre cercano a José Francisco Ruiz Massieu, y a la muerte de éste se colocó al lado de María de los Angeles Moreno.
También Miguel González Avelar, quien asociado con Miguel de la Madrid y Francisco Labastida pretende ocupar el segundo cargo de importancia en su partido. A Miguel González Avelar lo incluyeron en el Consejo Político Nacional durante la última sesión de éste; su participación en ese órgano se dio a pesar de que en la asamblea celebrada en Ixtapan de la Sal se aprobó un acuerdo para no incluir consejeros distinguidos en ese grupo de conducción política. A pesar de esa restricción, González Avelar fue unido al grupo de 354 consejeros.
Incluso, se registrará José Castelazo, director de la revista Examen, del PRI. También lo harán Lorena Beauregard, mujer cercana a Arturo Núñez, y a quien los madracistas acusan de haber rechazado a Manuel Andrade como candidato priísta a la gubernatura de Tabasco. En los próximos días se esperan más registros, sobre todo porque para muchos de los que se inscriban, ese solo hecho les facilitará ubicarse en el PRI una vez que Dulce María Sauri dé a conocer la restructuración del Comité Ejecutivo Nacional, después del 16 de mayo.
Aquellos aspirantes que son considerados como los más viables sucesores de Sergio García Ramírez son César Augusto Santiago, Rodolfo Echeverría y Miguel González Avelar.
A César Augusto ya se le atribuye el apoyo de, por lo menos, 100 consejeros, y a Miguel González Avelar otra cifra que rondaría por los 80 votos. De Rodolfo Echeverría se dice que recibirá el respaldo de más de 50.
Sobre el particular, Dulce María Sauri explicó que el 16 de mayo los priístas "queremos un proceso libre y democrático, a través de una votación secreta". Y descartó que ella sienta temor por este proceso de elección a través de las urnas, porque el PRI, dijo, se ha adaptado a los cambios que se han suscitado en el país.