MIERCOLES Ť 9 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Comparece el canciller en la Cámara de Diputados

Castañeda: no existe acuerdo energético con EU y Canadá

Ť Asegura que la falta de recursos afectó las labores de los consulados en lo que se refiere a la atención de migrantes

ROSA ELVIRA VARGAS Y CIRO PEREZ SILVA

El canciller Jorge G. Castañeda se presentó ayer ante comisiones de la Cámara de Diputados para aclarar sólo aquello que él consideró era de su incumbencia. Dijo que los votos de México ante los organismos internacionales los decide el Poder Ejecutivo, mientras no haya decisión en contrario, y aseguró que no existe negociación, borrador o proyecto hacia un acuerdo energético con Estados Unidos y Canadá. Acerca de la controversia sobre el nombramiento de Mariclaire Acosta como embajadora, señaló que ésta tendría que resolverla la "Corte Suprema".

Y aunque ubicó el tema migratorio como el centro de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, el secretario Castañeda asumió que los consulados en aquel país enfrentan tal carencia presupuestal que se ha afectado la prestación de los servicios de protección, repatriación, atención a detenidos, asistencia a connacionales, protección preventiva, seguro del migrante y, sobre todo, ha impedido la apertura de nuevas oficinas en aquellos lugares donde ha crecido mucho la presencia de mexicanos: "no tenemos los recursos para hacerlo", expuso.

Críticas y desaires

Pero de las críticas a su gestión y a sus declaraciones, expuestas ayer por legisladores del PRD, no hubo, al parecer, nada que lo conmoviera. El funcionario tomó nota, las llamó "aseveraciones personales'' y cerró con un "discrepo de ellas''.

El diputado Sergio Acosta Salazar tampoco esperó para devolver el desaire: "el que calla otorga", declaró a la prensa quien, para recibir a Castañeda, le había dicho que el dilema de aquellos que provienen de fuerzas políticas distintas a las que gobiernan es que para ganar la confianza de sus empleadores, si se trata de agradar a la derecha, se tornan la derecha de la derecha; si el problema es con los mercados internacionales, ellos son los más neoliberales; si el problema es moral, desempolvan su conservadurismo, y si la cuestión es Estados Unidos, ellos pueden transgredir los principios que han caracterizado la política exterior mexicana.

El legislador fue secundado por sus compañeras María de los Angeles Sánchez Lira, quien reprochó al canciller haber desoído la recomendación del Legislativo respecto del voto de México sobre Cuba en Ginebra, y Petra Santos, que lo calificó de protagónico y de propiciar, con su abandono de los principios de la Doctrina Estada, el retorno a la época de los científicos porfiristas.

La actitud del canciller oscilaba entre la risa contenida o de plano la escondía colocando la mano izquierda sobre la boca. Trataba de seguir con atención al orador, pero en muchas ocasiones daba una impresión de fastidio total y movía la cabeza con un gesto de "era previsible". En su turno de respuestas, sólo aludió a lo que consideró de su incumbencia e interés en las interrogantes y el resto las obvió por ser "aseveraciones personales''.

En el tema central de la comparecencia, la precaria situación de los consulados mexicanos en Estados Unidos, Castañeda atribuyó el problema a la disminución presupuestal aprobada por la Cámara de Diputados a la Secretaría de Relaciones Exteriores, que fue 84 millones de pesos inferior a lo solicitado. Este hecho, admitió, ha afectado las labores de repatriación de personas vulnerables; visitas a cárceles y centros de detención, atención telefónica, campaña de seguridad al migrante, protección preventiva, consulados móviles y, en general, la prestación de servicios consulares.

Con esa restricción de ingresos, explicó, durante este año la cancillería padecerá insuficiencia de recursos para cubrir los brazil_mexico_37y gastos de las representaciones mexicanas; se tendrá una situación crítica para cubrir los gastos no fijos de las oficinas en el exterior; se cerrarán los consulados en París, Sevilla, Osaka, Sydney y Guatemala, y no podrán abrirse los de Yuma y Las Vegas ni podrán operar como consulados generales los de Nogales, Laredo y Boston.

Esto no fue todo. Por la astringencia presupuestal se debilitará la labor de Relaciones Exteriores en la protección a migrantes, no podrá pagar a Hacienda los cien millones de pesos que reclama como pago de expedición de pasaportes, y reducirá sus gastos de orden social en 38 por ciento, con impacto en la promoción de su personal.

Acosta Salazar, al tomar el micrófono hizo un glosario de lo que calificó, con la gestión de Castañeda, como el "giro más conservador y pro norteamericano" en política exterior de muchos años, y puntualizó al funcionario que en materia presupuestal no es el Congreso el que decide dónde debe aplicarse y que el recorte para las oficinas consulares se realizó desde el proyecto de egresos enviado por Fox.

Ante esa precisión y al detallar que la cancillería ha hecho transferencias, usado excedentes y realizado economías para encarar su labor, Castañeda apuntó que en los primeros cuatro meses del año las expectativas generadas a los mexicanos que radican en Estados Unidos por la llamada Enmienda a la sección 245 de la Ley de Inmigración incrementó la demanda de diversos servicios consulares, los cuales, por la carencia de recursos materiales, "no estuvimos en condiciones" de atender correctamente.

Señaló que "debimos haber estado más presentes" cuando se discutió el Presupuesto del 2001, y de inmediato justificó que por tratarse de un nuevo gobierno, de una nueva era en el país, "los que llegan no tienen el dominio del tema presupuestal y de partida por partida que tal vez habían tenido los que llegaron hace seis, 12, 18, 24, 30, 36, 42, 48, 54, 60, 66 años''.

En el asunto energético, si bien remitió a los legisladores a consultarlo con Ernesto Martens, titular del ramo, el canciller aseguró que no hay, hasta ahora, ninguna negociación, borrador ni proyecto de ningún tipo para establecer un acuerdo sobre energía con Estados Unidos y Canadá. "No veo además cómo, en un par de meses (desde que se realizó la Conferencia Hemisférica de Ministros de Energía) se podría negociar algo de la complejidad, ambición y amplitud que requieren estos temas... no se pueden negociar y acordar en una esquinita, así en lo oscurito; es bastante más complicado que eso".

Ciertamente, apuntó, México está vendiendo electricidad a California y si en el futuro la crisis energética de Estados Unidos los llevara a buscar un acuerdo con México y Canadá, entonces empezaría a negociarse y una vez concluido se llevaría al Senado para que ese órgano lo aprobara o rechazara, "pero por ahora todo esto es altamente hipotético".

El tema de la embajadora de Derechos Humanos, Mariclarie Acosta, fue tratado por Castañeda con la reiteración de que su consultoría jurídica no considera necesario someter tal nombramiento a la ratificación del Senado. Y para abonar o tratar de terminar con la polémica, dijo que como esto seguirá discutiéndose, tal vez convendría que pueda ser objeto de una controversia constitucional "perfectamente lógica, perfectamente plausible, y que sea la 'Corte Suprema' la que resuelva y nosotros obviamente acataríamos cualquier fallo".

En esta ocasión Jorge G. Castañeda decidió deslindar responsabilidades. Cuando se le preguntó por qué desoyó las recomendaciones del Legislativo sobre Cuba, respondió que es el Poder Ejecutivo el que emite los votos mexicanos en los organismos internacionales. "Y así lo vamos a seguir haciendo: escuchando, atendiendo, discutiendo, consultando, pero la decisión, hasta que se decida lo contrario, en nuestra opinión corresponde al Poder Ejecutivo".

Más adelante aseguró que con Cuba "las relaciones son excelentes". No hay nada particular ni especialmente notable al respecto. Como todas, es una relación con sus altos y bajos, sus momentos de mejor o de peor humor, con sus vicisitudes, "pero se mantiene dentro de una continuidad". De paso, deslizó que este año Fox no visitará la isla como se había dicho. "Tal vez el año entrante haya un encuentro de ellos, ya sea en la ciudad de México o más bien una visita del presidente Fox a La Habana".

Así, lo que se aventuró sería un fuerte encuentro entre legisladores que tenían mucho que saber y decir sobre la actuación del escritor Castañeda, quedó en la tibieza de los más (PRI y PAN) o el desdén del funcionario a los menos (PRD). Y fue a tal grado, que el priísta César Horacio Duarte Jáquez provocó el bochorno y la necesidad de enmienda de su compañera Irma Piñeyro, pues aquél subió a la tribuna y dijo que su grupo parlamentario no juzga a Castañeda por su biografía política o su militancia previa o actual, sino por su comportamiento, y que será éste y su desempeño "lo que realmente aclare su desafío".

Tras esa inusitada intervención, Duarte Jáquez volvió a su curul, y fue hasta que concluyó otro orador cuando la oaxaqueña Piñeyro pidió una moción porque "Duarte no hizo su pregunta" tal y como lo habían acordado los diputados de las comisiones unidas de Relaciones Exteriores y de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios.