MIERCOLES Ť 9 Ť MAYO Ť 2001
Ť Extraoficialmente se calcula que serían entre 17 mil y 20 mil millones de dólares
México no lo necesita, pero acepta el crédito contingente del FMI
Ť No se usarán los recursos porque ''no estamos en crisis''; es un financiamiento con carácter preventivo, insiste Hacienda Ť Tenemos reservas internacionales de sobra, asegura Gil Díaz
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno del presidente Vicente Fox anunció que aceptará una línea de crédito contingente (LCC) que pone a su disposición el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero aclaró que en este momento no requiere emplear esos recursos cuyo monto extraoficialmente será de entre 17 mil y 20 mil millones de dólares.
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, declaró este martes que la LCC puesta a disposición del gobierno mexicano por el FMI no constituye un financiamiento como los que el país ha recibido del organismo en los últimos 20 años. ''Es una línea de crédito abierta y es algo que México puede utilizar, si lo quiere utilizar, así nos lo ha ofrecido el Fondo'', indicó el funcionario antes de participar en un foro sobre la reforma fiscal organizado por el diario Excélsior.
Gil Díaz señaló que la administración del presidente Fox, que se dispone a anunciar esta semana un plan de contingencia para reactivar el crecimiento de la economía, está estudiando ''si conviene'' utilizar los recursos del FMI, los cuales, aseguró, ''no son una línea de crédito que nos esté condicionando para resolver ninguna emergencia''.
Al contrario, afirmó, los recursos ofrecidos por el Fondo Monetario Internacional a México son una línea de crédito con carácter preventivo. ''El FMI ha considerado que México, por su buen desempeño, es uno de los pocos países que podrían solicitarla y otorgársele''.
Ayer por la tarde, voceros de la Secretaría de Hacienda confirmaron que México aceptará la LCC que ofrece el Fondo. Sin embargo, precisaron que esta aceptación no implica que comenzarán a ser usados los recursos, ''porque no estamos en crisis'', sino que simplemente el gobierno mexicano los tendría disponibles para el caso que decidiera emplearlos.
De acuerdo con las prácticas del Fondo, los recursos que preste sólo pueden ser utilizados para resolver desequilibrios de la balanza de pago de los países y no para programas concretos de desarrollo o combate a la pobreza, que son financiados por el Banco Mundial.
Gil Díaz precisó que México no necesita los recursos que ofrece el FMI. ''Tenemos reservas internacionales de sobra (unos 39 mil millones de dólares, las más altas de la historia). Se trata de una línea preventiva y no para resolver ninguna crisis''.
Hace dos días, el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens, dijo en Estados Unidos que la línea de crédito contingente que pondrá el FMI a disposición del gobierno mexicano podría ser de entre 17 mil y 20 mil millones de dólares. En 2000, el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo liquidó todos los créditos con el Fondo, obtenidos durante la crisis financiera de 1995, por lo que quedó cancelado el programa de México con el organismo.
Aun con la ambigüedad con la que se manejó ayer Hacienda, en medios financieros se dio por un hecho que México aceptará la LCC ofrecida por el FMI.
''El favorable desempeño de los mercados de dinero y cambios están asociados a las expectativas de que en el transcurso de esta semana, y muy posiblemente este miércoles, se anuncie el acuerdo entre el gobierno mexicano y el FMI para el otorgamiento de una LCC, por un monto de entre 17 mil y 20 mil millones de dólares, para ser utilizada en cualquier momento de contingencia'', reportó la Casa de Bolsa Vector.
Vector sostuvo que las implicaciones económicas del acuerdo con el Fondo ''son muy importantes'', pues serían ''en gran medida equivalentes a la obtención de un grado de inversión por parte de cualquiera de las calificadoras más importantes del mundo''.
No hay nada que hacer: Gil Díaz
En el foro Implicaciones socioeconómicas de la nueva hacienda pública, organizado por el diario Excélsior, Gil Díaz informó que el gobierno federal aún no ha decidido las áreas de la administración pública que serán afectadas por la disminución en el gasto público, que fue anunciado el lunes pasado por la dependencia que encabeza.
Insistió en que México no está inmerso en ''ninguna crisis'', sino que el país está ''simplemente experimentando la desaceleración de la economía mundial. Esa no es ninguna crisis, es un efecto natural. No hay manera de escaparse de eso''.
El funcionario sostuvo que la desaceleración de la economía nacional ha provocado el cierre de algunas plantas productivas, menor actividad y la pérdida de empleos. Estimó que de noviembre pasado a la fecha se han perdido 200 mil empleos en el sector formal.
Mencionó que todavía no hay certeza de que la pérdida de fuentes de trabajo se haya contenido. ''No sabemos si en materia de desempleo ya pegamos fondo o si va a continuar, pero es un hecho que la economía está cayendo, que en todas partes del mundo está sucediendo lo mismo''.