MIERCOLES Ť 9 Ť MAYO Ť 2001

Ť Los Bizkit, hoy otra vez

Alarido, en el primer concierto

JORGE CABALLERO

Con un Fred Durts interpelando en todo momento y más amable que en la conferencia de prensa ofrecida ayer, y ante un público que desbordó el Palacio de los Deportes, la banda Limp Bizkit tuvo una actuación de alarido.

Una audiencia infestada por adolescentes y padres que acompañaban a sus rudos querubines, Limp Bizkit, reforzado con un buen juego de luces y un potente sonido, apabulló con una docena de canciones a los chamacos que sucumbieron ante la figura del líder de los de Jacksonville. Le festejaron absolutamente todo y lo acompañaron con saltos, señas obscenas y palabras procaces; el rap core del grupo hipnotizó a la muchedumbre, que saltó acorde a los movimientos característicos del emblema Limp Bizkit.

En varios momentos del concierto, Fred se dirigió complaciente a sus fans y les espetó: "Recuerden que están bien pinches locos". Luego del sonoro alarido y por la reacción de los rude kids, el tatuador y cantante agregó: "Yo también estoy bien pinche loco".

Por cierto que no hubo grupo abridor, pero se dijo que hoy sí actuaría la banda mexicana Resorte.

Después de la rolas Hot dog, 1999 y My way, llegó la primera explosión de juegos pirotécnicos para dar entrada al nuevo hit de la banda, My generation. Posteriormente, subieron a una chiquita del público para que presentara la canción cover de George Michael, Faith; la afortunada chavita extasiada dijo: "Está dedicada para todas las niñas". El público le respondió con una lluvia luminosa de encendedores.

Los jóvenes se postraron ante la potencia de la banda, sacrificando el slam dance, sólo se vieron pequeños brotes de baile tribal en la parte trasera de la planta baja, en donde por cierto se escuchaba mejor que en la parte de enfrente.

Durts también fue afectado por el fervor mostrado por sus seguidores mexicanos, cuando tocaron Full Nelson, The one y Nokkie; luego se dirigió al público haciendo reverencias. Se despidieron pero todavía faltaba el corte grueso del encore: I would for you, tema de Misión imposible y Rollin. El Palacio de los Deportes se convirtió en un verdadero infierno.