VIERNES Ť 11 Ť MAYO Ť 2001

Ť Combate enérgico a acciones vandálicas, advierte

Delicada situación económica en Panamá, admite Mireya Moscoso

FERNANDO MARTINEZ CORRESPONSAL

Panama, 10 de mayo. La presidenta panameña Mireya Moscoso reconoció esta noche que el país atraviesa por una delicada situación económica que, dijo, "tiene como efecto directo la reducción de la oferta de empleos, la restricción del consumo y la falta de liquidez", al referirse a los disturbios que siguieron ayer a una multitudinaria protesta convocada bajo la consigna "unidad para vencer el neoliberalismo".

En un mensaje al país, Moscoso negó que su gobierno pretenda privatizar el servicio de agua potable "aunque, indicó, consideramos prudente otorgar ciertos servicios al sector privado mediante concesión" y el sistema de seguridad pública.

Destacó que "existen factores atrasados históricamente que pretenden imponerse sobre la democracia usando el descontento lógico ante una situación económica difícil para desestabilizar un gobierno legítimamente constituido, y hacerse del poder por la vía de la violencia", y advirtió que "será enérgica al enfrentar acciones vandálicas" como las ocurridas la noche de ayer.

Horas antes fracasó un intento por comenzar un diálogo promovido por la Iglesia católica entre representantes del Movimiento Nacional de Defensa de la Soberanía (Monadeso) y el gobierno, luego que las autoridades se negaron a reconsiderar su decisión de incrementar las tarifas del transporte público de 66 por ciento, a 25 centavos de dólar, anunciado la semana pasada.

Saúl Méndez, vocero del Monadseo, indicó que las movilizaciones continuarán a partir de este viernes, y sostuvo que "esta es una conquista que el pueblo debe conseguir en las calles".

Los enfrentamientos de ayer, los más violentos luego de diez días de protestas, se extendieron hasta la medianoche, con saldo de 11 heridos de bala, un número indeterminado de afectados por los gases lacrimógenos y decenas de arrestados. Las autoridades reportaron que un agente de la policía fue herido de bala, cuando se enfrentó a un grupo de personas que en medio de los disturbios asaltaba almacenes en la Avenida Central.

A pesar de la Universidad Nacional y los colegios públicos de esta capital y la ciudad atlántica de Colón permanecieron cerrados, hubo cierres esporádicos de calles y protestas aisladas, que no derivaron en enfrentamientos con la policía.