DOMINGO Ť 13 Ť MAYO Ť 2001
Jenaro Villamil Rodríguez
Televisa, los efectos de la recesión
Confirmados oficialmente los efectos de la desaceleración económica en los primeros cuatro meses de este año, que incluyen la pérdida de casi 100 mil empleos y la posible reducción de 10 por ciento de las plazas de la burocracia federal, el consorcio mediático más grande del país se prepara para lo que constituirá su tercer gran recorte de personal desde que asumió Emilio Azcárraga Jean la conducción de Televisa y quizá su peor crisis financiera desde 1982.
Cálculos extraoficiales indican que desde 1998 a la fecha, más de 5 mil personas, entre ejecutivos, técnicos, periodistas y actores, han sido despedidas del consorcio. A esta cifra hay que agregar los que se sumen con el "Programa de Reducción de Costos" que tiene como objetivo ahorrar 570 millones de pesos durante el 2001 a través de medidas como la supresión de 750 plazas laborales, la desaparición de dos foros de televisión, el cierre de ECO, la sustitución de programas de nueva producción por material de videoteca y la disminución de inversiones en las áreas editorial y discográfica.
El hecho singular es que, por primera vez, Televisa ha reconocido oficialmente, a través de un boletín que circuló desde el 25 de abril, la reducción de sus ventas y los "errores" de las estrategias financieras y empresariales impulsadas desde la llegada de Azcárraga Jean, que incluyen, entre otros puntos negros, el veto a sus proyectos de expansión y megafusión con el grupo ACIR, y el incremento del costo de las llamadas "partidas especiales", que fue de mil 349 millones 938 mil pesos.
"Las ventas netas del Grupo Televisa -subraya el comunicado- disminuyeron en 3.1 por ciento llegando a 4 mil 560 millones 438 mil pesos en el primer trimestre de 2001, en comparación con los 4 mil 650 millones 115 mil pesos del mismo periodo de 2000". A estas cifras que confirman la desaceleración actual hay que agregar otros datos importantes:
a) La pérdida neta anual del 2000 ascendió a 790 millones 407 mil pesos, 168.2 por ciento menos que las utilidades netas obtenidas en 1999: mil 159 millones 415 pesos.
b) De acuerdo con estas cifras, el volumen total de ventas de Televisa en el año 2000 fue de 20 mil 802 millones de pesos, una cifra considerable, cuatro veces mayor a las ventas totales de su competencia, Tv Azteca, que en el mismo periodo registró un total de ventas por 5 mil 425 millones de pesos, según sus propios informes.
c) La diversificación de Televisa no se ha logrado. El 60.4 por ciento de estas ventas siguen dependiendo de la televisión abierta, mientras que el área de radio representó sólo 1.6 por ciento, paradójico para un emporio que inició su fuerza en la radio. Las ventas por programación para la televisión restringida representan apenas 2.3 por ciento y la tv por cable alcanza una proporción mínima de 4.2 por ciento.
d) Las áreas que registraron una disminución en sus ventas fueron las editoriales (3.5 por ciento menos en el 2000 en relación con 1999); y la discográfica (11.6 por ciento), lo cual habla del fracaso de la industria del entretenimiento que le da soporte a sus programas y productos televisivos de espectáculos.
e) El "Programa de Reducción de Costos" planea disminuir 187 millones en televisión abierta, incluyendo en este rubro la reciente conversión del Canal 4 en una estación metropolitana; 117 millones en Internet, siendo el más afectado el portal Esmas.com, considerado en su momento el "proyecto punta" de los herederos del imperio. El cierre de la Empresa de Comunicaciones Orbitales (ECO), el ambicioso sistema de noticias que visualizó Azcárraga Milmo, representará una reducción de 110 millones de pesos. El área de Fonovisa tendrá un recorte de 56 millones de pesos.
La recesión en Televisa no es un simple estornudo. Puede representar el síntoma de una enfermedad mayor que comparten otros grandes consorcios mexicanos (ICA también anunció ya el recorte de 5 mil empleados) que le han apostado a la globalización, a la interdependencia con Estados Unidos. Es también el efecto de un gigantismo mediático que le apostó durante muchos años a la discrecionalidad y al dominio monopólico del mercado.
Junto con estos recortes, el 3 de mayo la Comisión Federal de Competencia mantuvo su posición de veto a la fusión del sistema Radiópolis -perteneciente a Televisa- con Grupo ACIR. De mantenerse esta posición, está en juego uno de los planes de expansión más ambiciosos de Azcárraga Jean, que incluyen al conglomerado estadunidense SFX, propiedad de Larry Macy.
La recesión también representará un duro golpe a los planes para modernizar el consorcio frente a los próximos retos que representan la fusión del Internet a la televisión (la web-tv). El próximo año se abrirá la batalla legal por las concesiones y permisos en medio de un profundo cambio que significará la transición de la tecnología analógica a la digital y la discusión para que el Estado asuma una actitud más responsable y democrática frente a esta enorme posibilidad que se abre de contar con múltiples canales interactivos.
ƑEstá Televisa preparada para este cambio? Algunos especulan que quizá Azcárraga Jean y su equipo, en realidad, le cederán el terreno al verdadero tigre que ha puesto su interés en este proceso: Carlos Slim.