DOMINGO Ť 13 Ť MAYO Ť 2001
Ť De Tijuana a Chiapas
La voz de la infancia en tres documentales animados, en video
En sus dibujos animados los niños hacen parpadear al sol y el cielo que pintan es de un azul intenso. Procedentes de las comunidades indígenas o de la frontera norte del país, los infantes usan también sus colores para relatar situaciones que les son cotidianas, como la migración, la discriminación, la solidaridad comunitarias, tradiciones religiosas y juegos, la violencia que viven y los anhelos que comparten.
En equipos de aprendizaje y trabajo convocados y formados por el cineasta Dominique Jonard, los pequeños de entre 8 y 9 años escriben sus propios argumentos, que luego traducen a dibujos para finalmente ponerles voz y movimiento. Estas animaciones, que primero se proyectaron como cortometrajes, están disponibles ahora en el video Cuando lo dicen y lo pintan los niños, en cuya producción participaron diversas instancias culturales, gubernamentales y privadas, de México y Estados Unidos.
Contiene tres relatos. El primero, creación de los niños de la Sierra Tarahumara, Raramuri, pie ligero. La siguiente historia šSanto golpe! es de indígenas tzetzales y tzotziles de Chiapas, mientras un grupo infantil más, originario de la frontera Tijuana/San Diego, es el autor de Un brinco pa'allá.
Dominique Jonard, quien imparte talleres de animación para niños desde 1982, considera estos trabajos como documentales en animación. En la tercera historia, por ejemplo, los niños ubican su narración en Tijuana y relatan el brinco ilegal de un mexicano hacia Estados Unidos. En el segundo cuento, šSanto Golpe!, dibujan los abusos y discriminación que los hombre de piel blanca cometen contra la comunidad, cuyos miembros saben responder y detener los atropellos. Las costumbres, ceremonias y juegos propios de los raramuris son las hebras que tejen la historia inicial del video.
Jonard aclara que él no interviene en la elección de los temas ni el manejo de los mismos; son ellos los que desarrollan las historias y desenlaces. Hay ocasiones en las que Jonard se muestra sorprendido por los rumbos que adquieren los relatos. Su colaboración, sin embargo, resulta imprescindible en la parte técnica, de la que él se responsabiliza totalmente.