DOMINGO Ť 13 Ť MAYO Ť 2001
Ť Incluye temas del poeta tzotzil Alberto Gómez Pérez y arrullos en náhuatl
La madre, eje del disco Tonana, de Claudia Martínez
ANGEL VARGAS
La palabra indígena no sólo es explicación primigenia del universo, sino también una de las formas más puras de la música. Con esa convicción, Claudia Martínez justifica que su trabajo en pro de aquélla no sea ni antropológico ni político ni social, sino meramente artístico.
Luego de haber incursionado hace un par de años en el ámbito discográfico con un material que recoge temas en zapoteco -Xquenda-, la cantautora lanza ahora al mercado mundial su segunda producción, Tonana, en la cual interpreta temas del poeta tzotzil Alberto Gómez Pérez, así como algunos arrullos en náhuatl.
Este nuevo álbum -que como el anterior fue editado por el sello Urtext- tiene como eje el tema de la mujer-creadora, la maternidad, desde la óptica de las tradiciones ancestrales mexicanas y afromestizas.
En ellas, apunta, "cada cosa tiene una madre y es la mujer la encargada de descifrar la esencia del mundo anímico. Más que con explicaciones lógicas, este misterio se transmite mediante cantos y ritos ejercitados en forma cotidiana. Arrullos, ensalmos, conjuros o parabienes representan la manera por medio de la cual la mujer comparte su esencia creadora, protegiendo de los malos espíritus a sus seres queridos, despidiendo a sus muertos, enseñando a los hijos el valor lúdico del universo".
Claudia Martínez señala que las voces del México ancestral le interesan sobre todo por su gran musicalidad, y de allí que las utilice como uno de los elementos principales de su propuesta sonora, más que para manifestar un mensaje:
Por su trabajo, la intérprete y la compositora ha sido catalogada de manera indistinta en la world music y el new age, lo cual le resulta poco importante.