LUNES Ť 14 Ť MAYO Ť 2001
30 años de recolector
Pedro Ramírez tiene 45 años. Parece de mayor edad. En la piel morena de su rostro, agrietada por el sol, destacan los profundos zurcos marcados en la frente y en las comisuras de los labios. Son resultado de 30 años de trabajo. Siempre como recolector de basura.
Todos los días se levanta a las 6 de la mañana, los domingos un poco más tarde, para recorrer las calles de la colonia Roma norte, que por años ha transitado con sus botes de basura. En esta zona trabaja desde hace unos 15 años, los vecinos y los dueños de los comercios ya lo conocen bien.
Dice que cada día obtiene de propina como 50 pesos, más su sueldo de 2 mil pesos al mes. Pero la mayor ganancia la percibe de lo que recolecta. Lo primero que separa es el cartón, papeles y los periódicos. "La gente hasta me da más dinero por llevármelos". Después las botellas de vidrio, "ya casi no hay", y los plásticos. Una vez que termina de separar los objetos reciclables del resto de la basura, la lleva al camión.
Recuerda que de niño, cuando empezó a trabajar, era difícil encontrar cosas para vender, pero ahora eso es diferente. Hasta hay ocasiones, dice, en que salen cositas que son útiles para mi familia, esas "me las guardo para mi casa". Es que la gente, relata, tira objetos que ya no les gustan, pero que están bien y funcionan. Desde pedazos de madera hasta ropa; radios o televisiones. Todo eso se puede arreglar, pero lo mejor es venderlo.
Renuente a decir la cantidad de dinero que obtiene por la venta de los objetos que selecciona de la basura, sólo comenta que de este trabajo "saqué el dinero para mi terreno, allá por cárcel de mujeres, en Iztapalapa, y también para medio construir".