LUNES Ť 14 Ť MAYO Ť 2001

GRITOS Y SUSURROS

Triunfan estudiantes de Harvard 


Veintiseis estudiantes y más de 500 simpatizantes concluyeron la ocupación y bloqueo de las oficinas del rector de la Universidad de Harvard después de que autoridades de la institución académica más rica del país acordaron reabrir negociaciones sobre salarios con los trabajadores de planta. La protesta estudiantil, que mantuvo clausuradas las oficinas de la rectoría durante tres semanas, obligó a la universidad a reconocer un contrato colectivo con los trabajadores de mantenimiento de la institución y considerar ofrecer mejores prestaciones y beneficios para los trabajadores con los sueldos más bajos. Esta alianza estudiantil-sindical, que ganó el apoyo de los dos senadores federales de Massachussets, 400 profesores y otras figuras de la comunidad durante esta campaña, demandaba que Harvard pagara "salarios dignos" a todos sus trabajadores. Al desocupar las oficinas del presidente, cada uno de los 26 activistas recibió una flor de sus simpatizantes y una ovación de cientos de sus campañeros.

 

No más Bush 


La feminista Emily Hofstetter es una férrea enemiga del nuevo presidente estadunidense y poco después de su elección lanzó una campaña llamada "No más Bush". La campaña, que según Hofstetter se ha ampliado a través de Internet a miles de personas, usa un juego de palabras en inglés para enviar su mensaje. En inglés, una referencia coloquial al pelo púbico de una mujer es "bush" o arbusto. "Tomé mi Lady Schick (rasuradora para mujeres), un jabón hecho a mano, y antes de que lo supiera, ya no había más bush. Completamente rasurada, me quedé riendo en la regadera", escribió Hofstetter en el número más reciente de la revista Ms. Magazine. Afirma que ahora hombres y mujeres se están uniendo al movimiento a través de Estados Unidos, una campaña que ella caracteriza como "una protesta en su forma más simple y desnuda".

 

Protesta contra el "sudor" de la liga profesional de basquetbol 


El Comité Laboral Nacional lanzó una nueva campaña esta semana para obligar a que la liga nacional de basquetbol (la NBA) suspenda la venta de ropa con su logo que se fabrica en maquiladoras sweatshops (talleres de sudor) en otros países. "Me imagino que los jugadores se sorprenderían que sus nombres están en playeras del NBA fabricadas por mujeres jóvenes obligadas a trabajar jornadas de 11 horas, seis días a la semana, sin pago por horas extras, y que son cesadas cuando intentan defenderse", dijo Charles Kernaghan, director de la organización de derechos laborales a The New York Times. Acusó que las prendas de la NBA se fabrican en maquiladoras de sueldos bajos en El Salvador y otros países, donde los trabajadores no pueden ejercer sus derechos laborales o ingresar a sindicatos. La NBA dijo que investigará. (Jim Cason y David Brooks, corresponsales. Washington)