Recesión en la Plaza Muerta
Ť Lumbrera Chico
Jenaro Villamil reveló ayer en este diario las dramáticas dimensiones del desplome económico de Televisa, el consorcio que bajo formas poco claras ha respaldado en los últimos siete años a Rafael Herrerías, el supuesto "empresario" de la Plaza Muerta (antes Monumental Plaza México). De acuerdo con reportes internos del equipo que dirige Emilio Azcárraga Jean, sus pérdidas netas en el año 2000 ascendieron a 790 millones 407 mil pesos. Esto ha obligado a los magnates del canal de las estrellas y negocios circunvecinos a aplicar un plan de recortes que afectará a todas las áreas del oligopolio y, sin duda, causará más estragos en el aspecto taurino.
Cierto es que, desde hace tiempo, Televisa se retiró de Promotora Alfaga SA de CV --la desaparecida firma de la que, teóricamente, Herrerías era el accionista mayoritario--, pero mantuvo su presencia financiera, no institucional, a través de Miguel Alemán Magnani, hijo del actual gobernador de Veracruz y presunto ex socio del poderoso oligopolio del entretenimiento. Así, en la temporada menos chica 2000-2001, una nueva empresa llamada Plaza de Toros México SA de CV sustituyó a Alfaga, pero fuentes bien informadas aseguran que Alemán Magnani le brindó su apoyo gracias al dinero de su padre, que de alguna forma sigue conectado con Televisa.
Para sanear sus finanzas, Televisa planea ahorrar 570 millones de pesos durante el año 2001, cerrando 750 puestos de trabajo, clausurando dos foros de grabación, dejando de producir nuevos programas (que serán sustituidos por material de archivo) y disminuyendo inversiones en las áreas editorial y discográfica. Asimismo, renunciará a sus pretensiones de instalar un sistema de cable telefónico que le hubiera permitido transmitir su barra de noticias y entretenimiento por Internet.
Pero lo más interesante del artículo de Jenaro Villamil, en lo que a la fiesta brava respecta, es que, en el fondo, Azcárraga Jean está limpiando sus libros contables para cederle el paso a Carlos Slim, quien por medio de Telmex se apresta a dar una gran batalla por la televisión en Internet. Pero ya que el repliegue de Televisa se antoja espectacular en diversos territorios que controlaba en forma casi absoluta, no sería extraño que, gracias al éxito logrado por la Feria Nacional del Novillero Telmex 2001 en La Florecita de Ciudad Satélite, el consorcio telefónico alcanzara al fin su propósito de quedarse, también, con la Plaza Muerta.
En las semanas más recientes, Leonardo Páez y Rafael Sánchez de Icaza cubrieron, domingo a domingo, las funciones de novillos hechos y derechos, lidiados sin picadores por un puñado de jóvenes tan desconocidos como prometedores y frescos, que convirtieron a La Florecita en el laboratorio artístico que, por definición, está obligado a ser el embudo de Insurgentes.
Con un panorama financiero tan confuso y, dadas las penurias económicas de Televisa y la virtual quiebra técnica en que se encuentra Herrerías, no se ve para cuándo, y mucho menos cómo, se dará la temporada de novilladas en el ex coso más importante del país.