Ť El jueves presentarán su libro La piel del cielo en el Museo de Culturas Populares
Si los maestros hacen reclamos es porque el país falla: Poniatowska
Ť Reunión de la periodista y escritora con la prensa en el Planetario Luis Enrique Erro
Ť Emprenderá periplo por AL para promocionar su novela distinguida con el Premio Alfaguara
CESAR GÜEMES
Viene de Nueva York, en donde el Manhattanville College le confirió el doctorado honoris causa por sus méritos literarios y periodísticos. Poco antes estuvo en Barcelona y Madrid, a donde acudió al lanzamiento de su nuevo libro, La piel del cielo, con el que obtuvo el Premio Internacional de Novela Alfaguara. Y luego de que lo presente aquí el próximo jueves, retoma otra vez el viaje a fin de acompañar su salida en varios países de Latinoamérica.
A propósito de la aparición del volumen, que se presentará la noche del jueves (con los comentarios de Alejandro Aura y Miguel Angel Herrera; y la lectura dramatizada de Liliana Felipe, Marco Martos y Jesusa Rodríguez) en el Museo de Culturas Populares, Elena Poniatowska se reunió con la prensa la mañana de este lunes en el Planetario Luis Enrique Erro, que justamente lleva el nombre de uno de los científicos mexicanos dedicados a la astronomía, tema central de La piel del cielo.
Acercamiento a la astronomía
--¿Qué tanto indagó sobre la materia de su novela para finalmente escribirla?
--Acudí a una enorme cantidad de bibliografía para sostener mis afirmaciones. Y debo aclarar que ni el personaje central ni la obra en el sentido amplio están basadas en la vida de quien fue mi esposo, Guillermo Haro. El pensaba que no servía de nada enseñarle astronomía a ''leguleyos". Además, nunca le gustó ser guía de curiosos en el Observatorio de Tonantzintla, donde realizó varias de sus investigaciones.
''Recuerdo que lo acompañé una vez y mientras él se subía a la plataforma superior para apuntar el telescopio, abrió las compuertas y pudimos ver un cielo memorable. Me preguntó: '¿qué haces?'. Le dije: 'rezo'. Creo que no le gustó mucho mi respuesta. De modo que él propiamente nunca me enseñó nada, pero me acercó al mundo de la astronomía y por eso entrevisté a muchos personajes dedicados a esa disciplina y también a matemáticos como Alberto Barajas o Manuel Peimbert.''
--El premio se ha concretado en un libro: ¿cuál es su percepción ante la obra publicada?
--En Alfaguara tratan a los editores con mucho respeto y cariño. Y por su parte también hay una respuesta de los lectores que es muy gentil para alguien como yo, que toda la vida he sido periodista. El hecho de que a estas alturas, cuando voy a cumplir 69 años, obtenga el Premio Alfaguara, ha de ser muy alentador para quienes son reporteros, para que vean que también se puede hacer literatura. Aunque lo malo del periodismo, todos lo sabemos, es que deja poco tiempo para trabajar en una novela, sobre todo en el caso de una mujer.
--¿Se insertará este premio en un resurgimiento internacional de la literatura mexicana?
--Creo que sí. Las letras nacionales avanzan. Pienso por ejemplo en Sabina Berman, que se dedica sobre todo al teatro, pero que escribió una muy buena novela y un gran libro de cuentos. Además de otros escritores y escritoras. La literatura y la pintura mexicana van muy bien, como lo deja claro Francisco Toledo. Lo que cabe esperar ahora es una buena respuesta por parte del gobierno, como se la dan las editoriales a sus autores.
--¿Cómo la recibió el público español?
--En España todo fue una sorpresa. Aunque se habían publicado dos o tres libros míos, prácticamente no circularon. Para que una obra literaria sea conocida, debe ser lanzada. En España me inicio como un producto en el mercado. Tengo ahora un libro al cual debo responder como escritora, tengo que cuidarlo, hacerlo crecer. En el caso de América Latina, que recorreré prácticamente completa, es un esfuerzo también para apoyar al libro. Esto me representa una experiencia nueva porque hay países como Bolivia o Perú que nunca he visitado.
''En España me fue muy bien para ser una escritora completamente nueva. El día de San Jordi, por ejemplo, pensé que estaría sólo en calidad de espectadora, pero para mi sorpresa me solicitaron la firma de muchos ejemplares. Eso me dio una enorme alegría por el periodismo, por mis hijos, porque soy la primera mexicana que obtiene este reconocimiento, por las personas que me quieren y a quien yo quiero.''
Salarios dignos para los maestros
--¿Qué piensa de la agitación que se despertó en torno dde la intención de aplicar el IVA al libro?
--En su momento firmé varios desplegados e hice, junto con Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco, una defensa del libro. Es fundamental que seamos un país educado porque eso va a redundar en fortalecer la cultura. Específicamente en cuanto al IVA a los libros, creo que no se va a aplicar, no es procedente.
--¿Cuál es su postura sobre la situación del magisterio, justo a unas horas del día del maestro?
--Hay un grave problema en el sistema educativo mexicano porque los maestros son de los trabajadores que menor salario perciben. Todo lo que se haga en su favor redundará en la educación de los mexicanos. Pero si los maestros tienen que hacer a cada rato movilizaciones eso indica que estamos fallando como país. Pienso que los maestros, los médicos y los servidores públicos deben recibir salarios dignos y tener acceso a cursos de actualización. Personalmente, tuve como maestra en tercero de primaria a la seño Velázquez, y pensar que ella hubiera recibido un salario pésimo me parece una radical injusticia porque mucho de lo que sé y aprendí se lo debo a ella.
Hablar de trenes
Al cierre del encuentro con la prensa, Elena Poniatowska reveló su actual proyecto de trabajo: ''Quiero hacer una novela sobre un ferrocarrilero inspirada en Demetrio Vallejo. Tengo casi mil páginas de entrevistas que hice con él, con su familia, su amante, su hermana y su sobrina. Hoy ya se acabaron los trenes de pasajeros en México, algo muy extraño en un país como el nuestro en donde el ferrocarril ha sido determinante para la historia. Por eso quiero hacer una obra en donde se hable de nuestros trenes. A Demetrio llegué a leerle capítulos sobre lo que entonces quería que fuera un libro sobre su trayectoria, pero el propio Vallejo se quedaba dormido en las sesiones de lectura. Por cierto, recuerdo que él me decía que un líder sindical no podía perder el tiempo en amores, pero él se quedaba prendado de cada mujer que veía".
--¿Se enamoró de usted?
--No, qué va. No lo creo. Le bastaba con la vida que llevaba.