MARTES Ť 15 Ť MAYO Ť 2001
El artista oaxaqueño cede obras para saldar adeudo fiscal
Toledo paga en especie
MERRY MAC MASTERS
El artista oaxaqueño Francisco Toledo se ha sumado al Programa Pago en Especie, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y ha puesto como condición que su obra pueda ser vista por los oaxaqueños, porque hasta ahora, como pasó con Rufino Tamayo, no hay forma de ver un cuadro del pintor en Oaxaca.
Toledo ha cubierto sus requisitos fiscales mediante 27 cuadernos de trabajo titulados Cuadernos de la mierda. Cada legajo consta de cincuenta a cien páginas, trabajadas con tintas, gouaches y dibujo. Con anterioridad, el artista había recurrido a dicho programa con la petición de que la obra fuera a la Casa de Cultura de Juchitán, condición que fue aceptada.
El 13 de mayo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) fue escenario para la entrega de la obra por parte de la SHCP para su próxima exhibición en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Vía telefónica, Toledo explica que al hacer ese pago federal solicitó que los 27 cuadernos "vinieran a formar parte del acervo de los museos de Oaxaca". En su calidad de artista oaxaqueño, y puesto que "no hay obra mía en ninguno de los museos del estado, me pareció lógico que Hacienda debería de ceder estas obras para que se exhiban permanente en Oaxaca".
En el acto, Juana Inés Abreu, directora general de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial de la SHCP, afirmó que Toledo es uno de los artistas más importantes que se han inscrito en ese programa, cuya vocación es enriquecer el patrimonio cultural y artístico de la nación y permitir que todos los mexicanos disfruten de las obras maestras de los grandes creadores.
Con la exhibición de los 27 cuadernos de trabajo, todo aquel que lo desee podrá "disfrutar, admirar y acercarse al talento de este hombre, un renacentista contemporáneo, una especie de Leonardo da Vinci juchiteco que se ha ocupado del grabado, la pintura, la escultura, la arquitectura, la ecología, la cerámica, el dibujo y casi toda forma de arte, sin por ello olvidar su espíritu original", planteó Abreu.
Para la funcionaria, si parte de la esencia de Toledo viene del espíritu de lucha que los conquistadores hallaron al llegar a esta tierra, el artista tiene también mucho de converso. Es decir, a pesar de su prestigio internacional, de que pudiera darse el lujo de pensar sólo en fama y fortuna, es austero a la manera de San Francisco de Asís, parco en sus palabras y apetitos y con un apostolado muy claro que tiene que ver con el arte, la preservación de la naturaleza y el bienestar social.
El Programa Pago en Especie tuvo su origen en 1957. Hugo B. Margáin, entonces funcionario de Hacienda, sostuvo una larga plática con David Alfaro Siqueiros en la que se gestó la idea de permitir a los artistas el pago de impuestos por medio de una obra de arte. "Siqueiros -relató Margáin- tenía organizado un grupo de pintores y a uno de ellos se le había embargado por falta del pago de impuesto derivado de sus ingresos. Con vehemencia, el artista alegaba que un pintor no sabe de contabilidad ni de las complicaciones de las leyes impositivas. Lo único que tenemos, me dijo, son cuadros, y si quieres, podemos pagar nuestras obligaciones con algún cuadro. No me parece mala idea, le contesté. Podríamos, en virtud de este sistema, coleccionar un acervo artístico importante y lo estableceríamos en un museo especialmente hecho para el caso".
La propuesta fue aprobada por el entonces titular del ramo, Antonio Carrillo Flores. Diego Rivera pagó con su obra El estudio del artista; Rufino Tamayo contribuyó con La Venus fotogénica, y Adolfo Best Maugard con su pintura Zapata. También hicieron propia esta iniciativa artistas como Raúl Anguiano, Roberto Montenegro y José Chávez Morado. En 1975 el programa se reguló por medio de un decreto presidencial.
El crecimiento de la Colección Pago en Especie hizo necesaria la creación de un espacio adecuado para exhibirla. Con ese fin en 1994 se inauguró el Museo de la Secretaría de Hacienda, en el Antiguo Palacio del Arzobispado, una joya de la arquitectura colonial.
Hoy, en el Centro Cultural Borges, de Buenos Aires, Argentina, será inaugurada una exposición de obra reciente de Toledo, cuyo hilo conductor es el papel. El artista, no obstante, emprendió un viaje a la ciudad de Puebla, donde lleva a cabo un proyecto de diseño para calcetines, toallas y sábanas con el gobierno del estado y textileros. Próximamente, el que quiera podrá secarse el cuerpo después de bañar, con una toalla Toledo o Zárate o Sergio Hernández.