MIERCOLES Ť 16 Ť MAYO Ť 2001
CLASE POLITICA
Miguel Angel Rivera
CUATRO INFORMES presidenciales por año resultan un exceso.
Desde hace años, en la medida en que los partidos de oposición empezaron a tomar fuerza, crecieron las críticas en contra de la ceremonia del Informe presidencial, por considerarla sólo un motivo de lucimiento para el titular del Ejecutivo federal.
PRECISAMENTE EN razón de tantas críticas, en medios oficiales se analizó detenidamente la posibilidad de poner fin al informe anual del Presidente y sus réplicas en los estados de la República.
EN VEZ DE ello se optó por algunas reformas para que esas ceremonias cumplieran con su propósito cívico de que las tareas de los titulares de los Ejecutivos federal y estatales quedaran sometidos al escrutinio de los legisladores, como representantes de la nación. En otros casos fueron precisamente los mandatarios quienes promovieron los cambios, de manera que no tuvieran que soportar las interpelaciones o las críticas de los legisladores.
POR LO DEMAS, en el ámbito federal existe la obligación de que el Ejecutivo informe trimestralmente al Congreso de la Unión de la marcha de la economía, y de esta manera, teóricamente, los legisladores están en posibilidad de ordenar cambios o controlar posibles excesos de los funcionarios federales.
DEBIDO A TALES antecedentes, resulta explicable el rechazo casi general registrado en los diversos medios políticos al anuncio de la intención del presidente Vicente Fox de presentar informes trimestrales.
La cosecha
COMO ERA DE esperarse, el aumento a los salarios de los profesores no dejó satisfecha a la disidencia magisterial y ya empezaron las manifestaciones y las protestas. Estos actos de inconformidad ponen en evidencia uno de los aspectos negativos del programa de descentralización educativa: el dinero para el sistema de enseñanza pública lo administra el gobierno federal, pero los efectos negativos son para los gobiernos de los estados, los cuales no tienen capacidad para responder a las exigencias de los profesores... En la UNAM, la celebración del Día del Maestro tuvo varios aspectos. Primero, las airadas protestas de algunos profesores premiados que llegaron retrasados y se encontraron las puertas cerradas. En otro nivel está la acción de la profesora Guadalupe Carrasco, alias La Pita, que rechazó el premio que le correspondía por 25 años de labor, pero aprovechó para enarbolar la bandera del CGH. La parte de mayor profundidad es la convocatoria del rector Juan Ramón de la Fuente, para que el próximo congreso universitario revise también la Ley Orgánica de la UNAM. La comunidad universitaria no tiene facultades para decidir en esa materia, pues la Ley Orgánica sólo la puede reformar el Congreso de la Unión. Ese es, precisamente, el aspecto más notable de la propuesta del rector: rescatar para los universitarios la facultad de decidir la forma de gobernar su casa de estudios y luego presentar a los legisladores federales un proyecto completo de nueva Ley Orgánica, que seguramente sería aprobado sin dificultades... Otro escándalo político en Yucatán, pero ahora en contra del candidato de la alianza opositora encabezada por PAN-PRD, Patricio Patrón Laviada, quien fue acusado por sus rivales priístas de sostener reuniones subrepticias con el cónsul de Estados Unidos...