Fotografías del autor de El llano en llamas, en Barcelona
CESAR GÜEMES
Hoy, a fin de conmemorar el aniversario número 84 del natalicio de Juan Rulfo, su hijo Juan Pablo Rulfo y Víctor Jiménez, titular de la fundación que lleva el nombre del autor de El llano en llamas, ofrecerán a especialistas por primera vez los dos originales de Pedro Páramo, el que obra en poder del Centro Mexicano de Escritores y el que entregó el autor al Fondo de Cultura Económica.
Ambos textos, clones uno de otro toda vez que el
segundo es copia al carbón del primero, dejarán en claro
de una vez por todas que nadie, ningún literato, pudo sugerir a
Rulfo la estructura que guarda su
única novela. Los hechos, en un acto no abierto
al público, se verificarán justo en esta efeméride.
La página web acerca del escritor, según confió a este diario Víctor Jiménez, estará disponible alrededor del día 30 del presente mes.
La muestra real, no virtual, que se encuentra abierta
es la que compone la exposición fotográfica México:
Juan Rulfo fotógrafo, y así permanecerá hasta
el 2 de septiembre en el Palacio de la Virreina, en Barcelona. A ella y
al libro editado por Lunwerg, pertenecen las fotografías que aquí
ofrecemos.
En el volumen se incluyen textos de Carlos Fuentes, Margo Glantz, Jorge Alberto Lozoya, Eduardo Rivero, Víctor Jiménez y Erika Billeter.
Del autor de Aura es la afirmación: ''Las fotografías de Juan Rulfo ahora reunidas parecían atestiguar, a primera vista, por más que retraten desiertos, pedregales y muros desnudos, una maravillosa transparencia líquida, como si fuesen retratos de agua. Es como si Rulfo se asomase fuera de las tumbas de Comala para descubrir la luminosidad de las sombras. Pero esta belleza pura de luz e imagen del Rulfo fotógrafo no debe invitarnos a un reposo desatento. Con Rulfo siempre hay que estar alerta y preguntarse, ¿por qué tanta calma, tanta luz? Habría que preguntarse por las sombras de esa luz, por las inquietudes detrás de esta serenidad."
Mientras, Margo Glantz reflexiona de este modo:
''Como si se tratase de una imagen fotográfica, es más, como si un fotógrafo hubiese elegido cuidadosamente los claroscuros, los contrastes de luz y sombra que acentúan las convulsivas agonías del dolor o las asimetrías y deformaciones que el cuerpo asume al manifestarlo, Pedro Páramo fija la imagen de las muertes sucesivas que lo abruman, las únicas muertes no causadas por él."
Hoy termina una leyenda que nunca debió formularse y se solidifica la originalidad del quehacer narrativo de Juan Rulfo, a 84 años del nacimiento del autor de El llano en llamas.