El pintor Carlos Jaurena recrea su infancia en sus más recientes acrílicos y ensambles
Ť Deseo tener elementos que me emparenten con la Escuela Mexicana, señala
MERRY MAC MASTERS
La nostalgia por la infancia permea la más reciente pintura y ensambles de Carlos Jaurena (DF, 1964). Es una nostalgia por la escuela primaria y la familia, pero también por ciertas imágenes del cine mexicano de la época de oro.
Contrario a lo que se podría pensar, no es una obra que ironice o critique, sino que ensalza una época de gran alegría que pertenece al pasado. Jaurena tuvo una infancia feliz. De niño fue educado, alimentado y muy querido, circunstancia que trata de reflejar en su trabajo artístico.
Reflejo de la mexicanidad
Un elemento en especial se repite una y otra vez en los acrílicos y cajas de Jaurena que a partir de hoy se podrán ver en El Aire, Centro de Arte (calle Reforma 17, Tizapán). Se trata de los personajes trajeados mediante los cuales el artista pretende reconocerse.
''Sirven de alter ego de mi persona. Es decir, quiero ser igual a ellos, entonces, los pinto muy formales, muy trajeados, en situaciones diversas. Algunos son un tanto cuanto simbólicos como un cuadro que titulé Naufragios. Allí unos personajes gigantes cruzan el mar a pie. Con eso quiero decir que el ser humano cuando solidariamente se junta con otros puede vencer muchos problemas, incluso, catastróficos'', expresa Jaurena.
Educado en la Escuela de Iniciación Artística número 4 del Instituto Nacional de Bellas Artes, Jaurena se considera mitad autodidacta, porque después siguió trabajando por su cuenta. Si empezó con acrílicos, a las telas les fue adhiriendo algunos elementos.
Con el paso del tiempo les pegaba ''más cosas de lo que pintaba'' hasta que por sus visitas a museos y galerías advirtió que ''este tipo de ensambles ya existían de otros artistas''.
Dijo, ''vamos a formalizar la idea de la caja'', así que se dedicó a hacer puras cajas. Incluso, para poder concentrarse en en esa especialidad, abandonó la pintura durante muchos años.
Recuperar el objeto es de especial interés para Jaurena. ''Visitaba mucho los mercados de chácharas, de viejo. Me encantaba hacerme de objetos que, incluso, yo había usado en la infancia para divertirme o para decorar mi cuarto, como banderines de futbol o muñequitos. Al ver todo esto en los mercados y saber que tenía una posibilidad plástica, los retomé para crear un discurso plástico''.
La pintura de Jaurena también remite a la Escuela Mexicana, etapa del arte nacional que ''le fascina''.
No es que el pintor desee hacer una copia tal cual, pero ''sí quiero tener elementos que me emparenten con la Escuela Mexicana, y que se vea que mi obra tanto de pintura como en ensamblajes se refleja muy bien una mexicanidad que he vivido a través de mi familia y de mi entorno''.
12 muestras con 13 artistas
Con la muestra de 22 piezas de Carlos Jaurena, El Aire, con la revista Origina, inicia la segunda etapa de su ciclo de exposiciones Donde se origina el arte, consistente en doce muestras a cargo de trece artistas. Elías Levín, curador invitado, atribuye la selección a una búsqueda de diversidad, en principio para los fines de la colección que forma el grupo Gilardi, responsable de la revista. Respecto de los invitados, dice que se tomaron en cuenta, entre otras cosas, que sean artistas mexicanos jóvenes ?la inclusión de Pedro Ascencio obedece más bien a una especie de apadrinamiento por parte de alguien de mayor trayectoria.
Abiertos a cualquier técnica, para Levín
''hablamos de obra bastante tradicional'', aunque las apuestas de Adriana
Calatayud, en fotografía digital, y Alejandro Valencia, que trabaja
el acrílico en blanco y negro, exploran las nuevas posibilidades.
Los demás expositores son Emilio García, Jorge Rocha, Ulises
García, Héctor Falcón, Eduardo Rincón, Franco
Manterola, Patricia Soriano, Estrella Carmona y César Martínez.