MIERCOLES Ť 16 Ť MAYO Ť 2001

Ť Se suma la comunidad cinematográfica a la lucha

Más protestas argentinas en pro del libro; impasse en México

Ť Oposición generalizada contra el IVA a la cultura

Ť Rechazan en ese país el impuesto del 21% al cine

ANGEL VARGAS

El intento de gravar la cultura en México, Argentina y Chile responde más a políticas internas de gobierno que a lineamientos de los grandes organismos financieros, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

En opinión de Enzia Verduchi, una de las principales promotoras de las movilizaciones contra la iniciativa de imponer el IVA al libro en nuestro país, ''la oleada mundial" de gobiernos de derecha ha traído consigo una ''economía deshumanizada" que privilegia el desarrollo monetario y atenta contra la sensibilidad y las raíces culturales propias y las de otros países.

La editora del sello Acrono resalta que en la actualidad ningún país está exento de la injerencia del neoliberalismo y señala que en el caso de Latinoamérica, México y Argentina han incurrido en el error de asumirse como del Primer Mundo cuando su realidad es otra.

Y así, dice, emprenden iniciativas de ley ajenas a su contexto, como la de tratar de imponer el IVA al libro en México, y al libro y al cine en esa nación sudamericana.

Apagón de librerías

Mientras en México el asunto del gravamen al libro parece vivir un impasse, en Argentina -donde, a decir de Verduchi, existe una mayor cultura por la lectura-- la industria editorial continúa sus movilizaciones debido el intento oficial de aplicar10.5 por ciento de IVA a los libros.

Las protestas, sin embargo, rebasaron a ese sector y se suman a ellas los representantes de la comunidad cinematográfica pampera cuyas actividades quieren ser gravadas por el gobierno con 21 por ciento.

''En el caso de Argentina el sistema económico ha sido neoliberal: vendieron todo y cuando ya no les queda nada que ofrecer, quieren obtener recursos de sus raíces, de su cultura. Hoy son sus libros y el cine, mañana su música y sus bailes", asevera Verduchi.

Entre las medidas de presión que ha desarrollado la comunidad cultural y artística argentina contra las políticas neoliberales del presidente Fernando de la Rúa, la tarde-noche del lunes la mayoría de las librerías de ese país apagaron sus luces durante media hora, como se anunció en estas páginas (La Jornada, 12/05/01).

La protesta -a decir de diversos medios informativos, entre ellos los diarios La Nación y Página 12- fue encabezada por los presidentes de la Cámara Argentina del Libro, Rogelio Fantasía, y de la Fundación El libro, Hugo Levín, quienes harían lo propio la tarde de este martes cuando diversos sectores vinculados con la industria editorial se concentren frente al Congreso Nacional, mientras las comisiones discuten el proyecto oficial de Ley del Libro.

La controversia sobre la Ley de Fomento del Libro y la Cultura sumó el lunes un nuevo capítulo cuando el presidente De la Rúa firmó dos decretos que gravan con 10.5 por ciento las publicaciones de libros de ilustraciones y los musicales, según Página 12.

La última palabra, sin embargo, la tendrán los diputados, cuyas comisiones de Cultura y Educación y de Presupuesto y Hacienda discutieron la tarde de ayer dicha ley, que se viene postergando desde hace 18 años.

Quebrar toda ilusión

En el ámbito cinematográfico argentino, en tanto, las entidades del sector y, en general, las de la cultura acordaron anteanoche rechazar el anuncio del 21 por ciento con el que se pretende gravar las actividades de esa industria.

Según un documento de la asociación de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), el día 8 de los corrientes más de 300 productores, directores, técnicos, actores, críticos, docentes y estudiantes se congregaron frente al Ministerio de Economía para reclamar tal iniciativa, que sería aplicada a la producción y consumo, que sería un acto de ''censura tanto o más grave que la de carácter moral que la que se aplicó durante muchos años en nuestro cine, dado que traba peligrosamente la posibilidad de expresarse a la producción nacional".

Una comisión fue recibida ese día por el ministro Domingo Cavallo, aunque no se llegó a ningún acuerdo formal.

Ante ello, la DAC convocó ''a mantener, como lo han acordado las entidades del cine, el estado de alerta y de movilización hasta resolver este problema en términos favorables".

Varios han sido los documentos y las muestras de apoyo a esta movilización, entre ellas la de la Federación Argentina de Cine Clubes que subraya: ''El IVA es así una presencia que no alentará el pago de ninguna deuda ni déficit, será el castigo que nos falta para que todo se pierda. En otras palabras, es meterle la mano en el bolsillo a la gente, pero más que eso es quebrar toda ilusión posible".