VIERNES Ť 18 Ť MAYO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

PARECIA INCREIBLE ESA vuelta al pasado: Echeverría lanzándose contra la derecha, reivindicando el tono nacionalista y revolucionario del priísmo y saludando a sus aplaudidores con un entrecruzar de brazos y una gesticulación que recordaba los viejos tiempos de la guayabera en el poder. Tal fue la estampa con que el tricolor anunció la noche del miércoles su recomposición interna: trayendo imágenes del pasado más denso para anunciar la presunta resurrección con que pretende conquistar el futuro.

ES INJUSTO, SIN embargo, que se califique al nuevo secretario general del comité nacional priísta en razón del apellido que comparte con un ex presidente de la República. Cada cual tiene su historia. Ambas están a la vista. La de Rodolfo, ex embajador mexicano en Cuba y España, es la de un cuadro medio del priísmo educado en su máxima ortodoxia, aquella que ahora es capaz de simular disidencias o renacimientos para conseguir mejores y más actualizadas ganancias políticas. Esa conversión de la crítica en tianguis está siendo practicada con especial entusiasmo por personajes que han sido largamente beneficiados por prácticas que ahora denuncian, valientes e idealistas, hasta que vuelven a conseguir alguna prebenda envuelta en el papel de moda, el de la fosforescencia retobona de tres colores.

RODOLFO ECHEVERRIA HA sabido practicar con oportunidad el libreto que los nuevos viejos tiempos del PRI reclaman: discurso de apertura, crítica interna, frases bonitas (tanto, que algunas de ellas han perdurado desde la época en que su tío las pronunciaba entre vasos de agua de horchata) y apariencias de cambio. Tales cualidades interpretativas le llevaron, recién llegado de Madrid, a construir una corriente interna de opinión que a su decir pretendía democratizar en serio al PRI. En la primera oportunidad que Echeverría (R, no L) y la tal corriente tuvieron, cuando Ernesto Zedillo impuso a José Antonio González Fernández como gerente general adjunto del tricolor, se avinieron a la línea superior y guardaron para mejor momento sus ansias democratizadoras. El papel de convalidación jugado en esa oportunidad le abrió las puertas a Rodolfo (no Luis) para que ese mismo sistema viciado, atrasado, antidemocrático y demás, le diera la diputación federal que ahora ocupa.

TAL HISTORIA DE simulaciones podría haber sido, sin embargo, un paréntesis necesario para sostener con vida una convicción democratizadora interna que en momentos propicios como el presente tendría la posibilidad de mostrar su talante verdadero. No abona una suposición así lo sucedido el miércoles en el campus de Insurgentes Norte (sede de la universidad a la que contra su deseo le otorgaron la autonomía el pasado 2 de julio). Línea hubo en favor de Echeverría Rodolfo; acuerdo entre los accionistas principales del Consejo Político Nacional, que son Francisco Labastida y Roberto Madrazo. Ese día en que la elite directiva del PRI se volcaría para votar en urnas transparentes lo que se había negociado en lo oscurito, Madrazo y Emilio Gamboa (uno de los albaceas de lo que habría quedado del labastidismo) harían pública evidencia de su cercanía de posturas en el restaurante de comida yucateca Los Almendros (según comentaron, en sus respectivas columnas, Katia D'Artigues y Enrique Galván Ochoa). En la noche, a la hora de la democracia floreciente, la consigna sacó adelante al candidato negociado, al nuevo Echeverría para el nuevo PRI.

EL OTRO ECHEVERRIA también ha estado en estos días en las planas de los periódicos, en especial en La Jornada, donde Jaime Avilés se ha esforzado para que las tragicomedias del hoy, hoy, hoy mercadotécnico no nublen la memoria de las represiones habidas en los años de la guerra sucia del Estado contra mexicanos que quisieron cambiar al país, así fuese con las armas. Luis, el ex presidente, es uno de los altos políticos a los que doña Rosario Ibarra de Piedra, y en su voz la de miles de mexicanos, considera responsable de los crímenes que hoy siguen impunes, envueltos en las complicidades derivadas del sistema priísta. Echeverría, y quienes le sucedieron en el poder (López Portillo, De la Madrid, Salinas de Gortari y Zedillo), así como los procuradores de (in)justicia de esos gobiernos, serán acusados penalmente en cuanto entre en vigor la nueva legislación sobre personas desaparecidas por la fuerza, según mencionó a Avilés la madre de Jesús Piedra Ibarra.

LOS CRIMENES (PERDON por no buscar sinónimos, pero esta palabra debe decirse así cuantas veces sea necesario) autorizados, ordenados o protegidos por esa elite política están nuevamente bajo la lupa, por el descubrimiento de huesos presuntamente humanos en un predio rural del estado de Guerrero, donde podrían haber sido sepultados algunos de quienes fueron exterminados clandestinamente.

CADA ECHEVERRIA, PUES, como queda demostrado, tiene su propia historia. En todo caso, los liga, aparte de la circunstancia biológica, su deseo actual de sólo ver hacia adelante y pretender dejar atrás un pasado que, a cada cual, le define plenamente.

ASTILLAS: Dados los quebrantos de voz que sufre el presidente Fox, como sucedió el día de su rueda de prensa, disfrazada de informe semestral, Victor Sologaistoa recordó en París, desde donde escribe, aquella composición que entre otros cantaba Pedro Infante: "Yo tenía un chorro de voz, yo me daba mi paquete. Me admiró Jorge Negrete, Pedro Vargas y otros dos. Pero del chorro de voz, sólo me quedó un chisguete"... Ya que pasó el congreso nacional perredista, Rosario Robles ha sido exonerada por la Contraloría capitalina de aquellas acusaciones de irregularidades que tanto ruido hicieron... El miércoles fue el ISSSTE, ayer Gobernación. La protesta magisterial sube de tono. El gobierno federal no tiene mucho margen para arriesgarse a represiones escandalosas, entrampado como está en pedirle a San Lázaro que le haga la gracia de allegarle unos centavitos. Pero en varias oficinas poderosas hay nerviosismo y ganas de dar manotazos, sea por la vía directa o la de la provocación... Cambio. El gobierno del cambio. Según eso, Francisco Barnés, el rector que llevó a la Universidad Nacional Autónoma de México a su peor crisis, por cumplir las órdenes de Zedillo y del rey de la tijera presupuestal, Santiago Levy, estaría por ser nombrado subsecretario de Energía del gobierno del cambio... Discursos van y discursos vienen, pero hechos como el secuestro de la familia del subdirector de Six Flags le dicen más a los empresarios que las cifras alegres (e incomprobadas) de disminución de la inseguridad pública... Citibank compra Banamex. Ambas instituciones han sido ligadas a hechos en los que se mezclan los poderes de la política y el dinero. El banco extranjero, en relación con los manejos financieros de Raúl Salinas de Gortari. El mexicano, por las acusaciones (sobre todo en el diario Por Esto, de Yucatán) de que propiedades de Roberto Hernández, amigo de Zedillo y de Fox, han sido usadas para operaciones de narcotráfico. Ahora, las dos instituciones se unen, vestidas de blanco, en pomposo matrimonio... Y ahora sí, hasta el próximo lunes, cuando las secciones deportivas darán cuenta del campeonato ganado por el Santos Laguna al Pachuca.

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