VIERNES Ť 18 Ť MAYO Ť 2001

Carlos Montemayor

En Atoyac

El calendario del estado de Guerrero es abundante en fechas para conmemorar masacres o represiones. El 18 de mayo es una de ellas. En Atoyac, en 1967, tuvo lugar el 18 de mayo una masacre que obligó al profesor rural Lucio Cabañas a remontarse a la sierra para levantarse en armas. Narré los episodios de esta masacre en mi novela Guerra en el paraíso.

A lo largo de los años, varias agrupaciones civiles e incluso guerrilleras han conmemorado en Atoyac, cada 18 de mayo, ese acontecimiento. Este año organizó la conmemoración la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem).

La asociación ha registrado ya más de mil 300 casos de desapariciones forzadas de personas en los últimos 35 años. En el estado de Guerrero registró más de 650 casos; en el municipio de Atoyac de Alvarez, 450; en Chihuahua, 194, y cien en Sinaloa. Hasta el 8 de marzo de 2001 había presentado 108 denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) por "privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro, agravado por ser servidores públicos los perpetradores del delito". Las denuncias se interpusieron de esta manera porque no existe en México el delito de "Desaparición Forzada de Personas". De estas denuncias, cien han sido ya ratificadas.

En 1990 fueron allanadas sus oficinas de la ciudad de México y sustraídos sus archivos. A uno de los fundadores lo acusaron de formar parte de un organismo armado y fue encarcelado. En febrero de 1994 ocurrió otro allanamiento de local, robo de expedientes y encarcelamiento de otros tres miembros, acusados ahora de pertenecer al EZLN.

En 1998 fueron aceptados en la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam). Este organismo regional ha reclamado a más de 100 mil detenidos desaparecidos en toda América Latina, particularmente en Chile, Argentina, Uruguay, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Brasil y México.

El 26 de abril de este año la Afadem denunció ante la PGR la existencia de un cementerio clandestino. Encontraron este cementerio en la comunidad de Tres Pasos, municipio de Atoyac, detrás de una casa perteneciente a la familia Gervasio. Esta casa fue ocupada por el Ejército Mexicano de 1972 a 1974 durante la movilización militar que se propuso acabar con la guerrilla de Lucio Cabañas. La denuncia es fundamental para resolver muchos aspectos de la represión en Guerrero durante la guerra sucia de los setenta y para deslindar responsabilidades de altas autoridades militares de esa época.

La Afadem había previsto que la exhumación del cementerio se efectuara a finales de este mes de mayo con el apoyo de organizaciones de antropología forense de Argentina y Guatemala. También se proponía contar con la participación de diputados de todos los partidos políticos y de autoridades como Mariclaire Acosta, embajadora de Derechos Humanos de México. Pero la PGR se condujo de manera inesperada.

Sin avisar a ningún miembro de la Afadem ni de la familia Gervasio, la noche del pasado 15 de mayo se presentaron varios elementos de la PGR para excavar en el lugar señalado. ƑPor qué presentarse intempestivamente y de noche? Los elementos de la PGR encontraron 26 restos de osamentas; los retiraron del lugar para posteriores análisis. Es razonable desconfiar de este operativo. Actuaron sin atender las peticiones de los denunciantes y es altamente probable que manipulen los resultados del análisis. En otros países de América Latina se han encontrado cementerios clandestinos. México será el primer país del continente, según parece indicarlo el comportamiento ambiguo de la PGR, donde no sólo se enterró a desaparecidos políticos en cementerios clandestinos, sino que 30 años después se les quiere seguir desapareciendo.